Durante el primer año de Clara Brugada como delegada en Iztapalapa, esta demarcación se convirtió en la zona de la capital con mayor número de delitos cometidos, desbancando así a la delegación Cuauhtémoc (que ostentaba este título desde 2008), y a pesar de que la perredista implementó durante 2010 una estrategia preventiva basada en el nombramiento de guardias ciudadanas integradas por “gente preocupada por la seguridad”.
Sin embargo, estadísticas de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal revelan que, aún con la existencia de esta red civil de operadores, también llamada “Lazos comunitarios”, y que cuenta con al menos un representante en cada una de las mil “microrregiones” en las que fue dividido el territorio delegacional, la actividad delictiva en Iztapalapa aumentó 7.2% durante el año pasado.
Así, según la PGJDF, durante 2010 sumaron 30 mil 46 las denuncias por delitos del fuero común y federal en esta demarcación, lo que implica que se cometieron 2 mil 112 delitos más que en 2009 y, además, se estableció un nuevo récord, ya que por primera vez en la historia se superan los 30 mil delitos en una sola delegación política de la Ciudad de México.
Fue en presencia de algunos miles de seguidores (la delegación afirmó que eran 40 mil), que Brugada rindió el pasado 3 de febrero su primer informe de labores, en el Deportivo Santa Cruz Meyehualco, teniendo como invitados de honor al jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, y al propio procurador de Justicia local, Miguel Ángel Mancera.
Ante ellos, la delegada que sustituyó en el cargo al expetista dimitente Rafael Acosta, mejor conocido como Juanito, dijo que “no existe inversión más grande en seguridad que la inversión social”, misma que durante el año pasado se tradujo en la compra de 22 patrullas y la instalación de 2 mil 237 alarmas en su demarcación.
Cabe destacar, no obstante, que la adquisición tanto de las patrullas como de las alarmas no fue una iniciativa promovida por Brugada, ni se usó presupuesto etiquetado originalmente para tal fin, sino que fueron obtenidas por iniciativa de la comunidad vecinal, a la que se otorgó poder de decisión sobre 7% de los fondos asignados a Iztapalapa.
En cambio, las propuestas cuya autoría sí puede reclamar Brugada son (además de la creación de una estructura organizativa propia con representantes en cada una de las mil microrregiones territoriales) la impartición de cursos de defensa personal para mujeres y la instalación de una línea telefónica para recibir reportes y denuncias, inversión con la cual, afirmó, se “incorpora a los jóvenes y ofrece alternativas a las niñas y los niños”, se generan “entornos seguros para las mujeres y los ancianos” y que sirve, remató, para mejorar “la actuación de los cuerpos de seguridad”.
