De los 3 mil 934 internos que obtuvieron el beneficio de la libertad anticipada en el 2009, sólo el 1.1% de ellos –un total de 42 personas- obtuvieron un trabajo, porcentaje que a su vez significó la mitad de lo logrado en el 2005.
Eso no es todo. De los 20 mil 390 reos que obtuvieron su libertad anticipada de 2005 a 2009, sólo 210 (1 %) fueron reincorporados a un puesto de trabajo.
Así, el Sistema Penitenciario en México se ha convertido en un pesado aparato burocrático que lejos de lograr la readaptación de los delincuentes, no ha podido reinsertarlos socialmente, concluyó la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
De acuerdo con el resultado de la auditoría practicada a la cuenta pública 2009, la ASF estableció que los funcionarios del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social (OADPRS) de la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSPF), han sido incapaces para implementar tratamientos especiales a los reos procesados por delitos federales, así como de vigilar y dar un seguimiento a los delincuentes que cumplen sus respectivas sentencias en libertad.
Pero estas no fueron las únicas fallas detectadas por la ASF, instancia que rechazó las cuentas públicas del OADPRS al revisar sus gastos y desempeño. Los auditores detectaron que los servidores públicos penitenciarios no han podido promover la liberación de los reos que han cumplido con sus sentencias en prisión, a la par de no impulsar un régimen de libertad anticipada entre los internos sentenciados, generando con ello una sobrepoblación en el país del 31%.
En México, operan 431 centros de reclusión, de los que 7 son Centros Federales de Readaptación Social (CEFERESOS) y 424 son Centros de Readaptación Social (CERESOS), localizados en los 32 estados del país. Al cierre de 2009, la población penitenciaria era de 272 mil 469 internos, de los cuales 97 mil 148 (35.7%) eran federales y 175 mil 321 (64.3%) del fuero común.
Del total de internos, 7 mil 753 (2.9%) estaban recluidos en los 7 CEFERESOS; 219 mil 704 (80.6%) en los CERESOS y 45 mil 12 (16.5%) cumplían sus condenas en libertad -30 mil 967 de estos internos fueron excarcelados por sentencias judiciales o administrativas, tales como: sentencias absolutorias, falta de elementos, compurgamiento, traslados, autos de libertad, amparos, beneficios y sustitutos, sobreseimientos, revocaciones, desistimientos, adecuaciones de pena, etc .
Esto significa que un total de 227 mil 457 personas en todo el país, estuvieron encarceladas en 2009. Pero según la ASF, la capacidad de los centros penitenciarios en el país –tanto federales como locales- es de 173 mil 60 espacios, lo que arroja una sobrepoblación del 31.4%.
En el caso de los 7 CEFERESOS, la capacidad es de 9 mil 243 espacios, es decir que existen mil 670 lugares libres. Sin embargo, los espacios son insuficientes para albergar a los 46 mil 284 internos federales procesados y sentenciados en los CERESOS locales.
En términos de la seguridad interna, en 2009 el OADPRS suscribió con cinco estados, actas compromiso con las autoridades penitenciarias locales para la realización de diagnósticos sobre la instalación de aparatos inhibidores de señal celular, que incluyeron 12 CERESOS estatales, lo que representa el 2.8% de las 424 cárceles.
Según un estudio comparativo internacional, señala que en España el 65.2% del personal que labora en las cárceles es de seguridad; en Francia es del 74.3%; en Sudáfrica es de 87.0%; en Argentina es del 51.6% y en México, la cifra es del 48.7 %.
Este estudio comparativo también estableció que en España existen 4.8 internos por custodio; en Francia son 2.5; en Sudáfrica son 3.8; en Argentina son 5.8 y en México 13.8.
Sobre el cuidado de los internos con problemas mentales, la ASF detectó que en los Centros Federales de Rehabilitación Psicosocial por cada 3.2 internos hay un custodio que los cuida, mientras que en la Colonia Penal Federal Islas Marías -de baja peligrosidad- hay un promedio de 174. Esta última -sin duda- una cifra alarmante.
Libertad anticipada y un destino incierto
La OADPRS no cuenta con el número de internos que estarían en derecho a los beneficios de libertad anticipada. Sin embargo, la dependencia -hasta el 2009-, había revisado 5 mil 264 expedientes de sentenciados federales.
En el 2009, 3 mil 861 internos recibieron la libertad anticipada, de los cuales 92 eran por delitos federales y 3 mil 769 por delitos del orden común. De ese total, 3 mil 89 internos obtuvieron su libertad anticipada por buena conducta, aplicación de exámenes de personalidad, y la reparación del daño. Otros 678, la obtuvieron en base al trabajo realizado en prisión.
Entre el 2007 y 2009, la ASF estableció que los beneficios de libertad registraron un decremento del 7.0%, al pasar de 4 mil 465 casos en 2007 a 3 mil 861 en 2009. Ahora bien, de los 45 mil 12 personas que han obtenido su libertad, sólo a mil 260 se les dio seguimiento para conocer el tipo de actividades que realizan en libertad.
Al interior la imagen es compleja. El informe reporta que apenas 5 mil 432 internos de los CEFERESOS, han participado en tratamientos educativos; 3 mil 339 en actividades deportivas y 2 mil 500 en las laborales.
De los internos que participan en actividades educativas, 112 (2.1%) está en alfabetización; mil 99 (20.2%) estudia la primaria; mil 652 (30.4%) la secundaria; mil 263 (23.3%) la preparatoria; 148 (2.7%) la Universidad; 4 (0.1%) un posgrado; y 33 (0.6%) se encuentran en un círculo de estudio.
En 2009, el OADPRS elaboró un programa para fortalecer a los patronatos de auxilio post-liberacional, pero al cierre de ese año la dependencia y sus funcionarios, no habían definido las metas ni los indicadores del plan.
Sólo 16 estados del país, contaban con un patronato post-liberación, órgano que se encarga de dar asistencia moral y material para los excarcelados, tanto por cumplimiento de condena como por libertad procesal, absolución, condena condicional o libertad preparatoria.
Por ello no sorprende la tasa de reincidencia. La Auditoría detectó que 2 mil 143 reos federales eran primodelincuentes (que habían cometido un delito por primer vez); 2 mil 462 reincidentes y en mil 455 casos, no se tenía una clasificación. La cuenta sólo se hizo en 6 de los 7 CEFERESOS existentes.
De los 2 mil 143 internos primodelincuentes, mil 33 (48.2%) son de alta peligrosidad; 218 (10.2%) de mediana y 850 (39.7%) de baja peligrosidad. Por su parte, de los 2 mil 462 internos reincidentes, mil 260 (51.2%) son de alta peligrosidad; 981 (39.8%) de mediana y 145 (5.9%) fueron declarados enfermos mentales.
Todos perdemos
En promedio, mantener a un reo del fuero local cuesta diariamente 50 pesos y al año 182 mil 50 pesos.
En el caso de los reos federales, el costo promedio diario es de 40 pesos con 45 centavos, lo que al año arroja un gasto de 148 mil pesos.
En 2009, los recursos destinados a la manutención de los internos del sistema penitenciario federal fue de 885 millones de pesos, que representa el 20.1% del presupuesto destinado a la OADPRS.
Para los internos del fuero común se destinaron 485 millones de pesos, que representa el 60% de su presupuesto destinado en el 2009 a los CERESOS locales.
