Milenio, La Jornada y Excélsior retoman las declaraciones hechas ayer por Patricia Espinosa, secretaria de Relaciones Exteriores, durante su comparecencia en el Senado en la que reconoció que México sí fue informado sobre la implementación del operativo “Rápido y Furioso” por parte del gobierno de Estados Unidos, pero puntualizó que la operación no contemplaba el ingreso tolerado de armas a territorio nacional.
Durante casi cuatro horas, en las que evadió gran parte de los cuestionamientos, entre ellos los referidos a la situación del embajador de Estados Unidos, Carlos Pascual, la titular de Relaciones Exteriores reconoció que el gobierno de Felipe Calderón tenía conocimiento de la operación, pero dijo que ésta no incluía la introducción ilegal de armas al país: “La Ley de Seguridad Nacional otorga facultades para salvaguardar la seguridad nacional de los mexicanos para el combate a las bandas (cárteles). Por esta razón es que puedo decirles que estas acciones no son violatorias de la soberanía, porque son controladas por el gobierno de México y contribuyen a su capacidad para enfrentar al crimen organizado”.
Espinosa aclaró que no se trata de un programa permanente ni se permitirá el ingreso al espacio aéreo mexicano de aeronaves fuera de las misiones solicitadas.
En la comparecencia, la priista Rosario Green recalcó que a su partido le preocupa la tibieza y pasividad
del gobierno mexicano frente a la injerencia estadounidense documentada en los cables de WikiLeaks.
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