Por Moisés Castillo
El artista español Juan Hidalgo dice que cualquier actividad, incluso el pensar, es música: la libertad de lo imprevisto, que lleva dentro todo lo que no se puede hacer si no conoces a fondo el azar. Y Revólver invita a apretar el gatillo de un juego letal de experimentación sonora y visual, en donde artistas y músicos cuestionan en tres sesiones y una exposición colectiva el significado de la cultura musical contemporánea.
Gabriel Mestre es el curador de este proyecto interdisciplinario que pretende explorar las intersecciones que se manifiestan entre las artes plásticas y la música. Quizás retoma la idea del arte conceptual programado por Marcel Duchamp en sus conversaciones con Pierre Cabanna, cuando dice “a mí sólo me interesan las acciones”.
El Casino Metropolitano es el lugar perfecto en donde se podrá observar la práctica artística de Ricardo Alzati, Tobias Bernstrup, Dorit Chrysler, Domestic Fine Arts, Francisco “Taka” Fernández, Los Lichis, Negative Youth, Edgar Orlaineta y TRYO. Estos artistas desarrollarán y presentarán diferentes propuestas, que a su paso dejarán restos y rastros de su proceso creativo.
Los artistas estarán en la improvisación total. En cada sesión, un artista internacional y un mexicano crearán posibilidades infinitas de interpretar el mundo: cada interpretación es un síntoma de crecimiento o de decadencia. Al interactuar, arrojarán resultados tan azarosos como los que ofrece un revólver en el juego de la ruleta rusa.
Lo que se vivirá en el Casino Metropolitano es único e irrepetible: a cada artista se le ha solicitado que conciba simultáneamente propuestas de conciertos-performance y de exhibición, involucrando medios de las artes plásticas, pero incorporando estrategias de la escena musical.
“La forma en que siempre he colaborado es construir puentes entre grupos para poder generar proyectos de forma independiente. El proyecto curatorial busca mostrar un catálogo de conceptos artísticos que se aproximan de la música desde el arte y viceversa”, explica Mestre.
Sesión I. A Gender Delivery
Tobias Bernstrup es uno de los artistas de performance más importantes de Suecia y a través de distintos medios aborda cuestiones sobre la identidad y el género. Encontró en la interpretación performática el punto de contacto entre arte y música. Como intérprete y músico, ha lanzado varios álbumes que se han colocado en los primeros puestos de popularidad internacional dentro de los circuitos de Italo Disco y High Energy.
En la primera sesión, Tobias comparte el espacio con Domestic Fine Arts, proyecto multidisciplinario de Jesús León, que si bien es conocido por su fotografía, es un DJ muy solicitado en las escenas musicales alternativas. Incansablemente retrata, publica y provee contexto musical a los diversos personajes que componen las más oscuras realidades de la Ciudad de México.
“En esta ocasión inauguramos el proyecto con un foto-mural hecho ex profeso por Tobias. El foto-mural lo utiliza como un escenario con contenidos muy diferentes. Los dos artistas exploran desde puntos de observación la escena de la música. Nos muestran cómo en extremos del mundo pueden darse coincidencias desde el artista como un censor de su cotidianidad”.
Sesión II. Dreams That Money Can Buy
Dorit Chrysler es una compositora y artista austriaca. Toca el theremin, un instrumento eléctrico muy antiguo de principios del siglo XX. Es como un “sintetizador” viejo que se acciona sin tocarlo y responde al magnetismo del cuerpo. Con más de veinte años de trayectoria artística, ha participado a lado de personalidades como Amon Toubin, Marylin Manson, Echo and the Bunnymen, Lars Von Trier y Jesper Just.
Dorit establece un diálogo con TRYO, proyecto mexicano de CINE EXPANDIDO creado en 2010 por Manuel Trujillo, Rafael Balboa & Yurián Zerón, incorporando recientemente al artista brasileño Bruno Bresani. Su aproximación a la música es desde el arte pero tomando elementos del cine.
Paralelamente a esta sesión, en la galería, el artista Edgar Orlaineta estará instalando trabajos que realizó hace un par de años que tiene mucho que ver con las portadas de New wave, Minimal wave y Hi-NRG. Es una investigación muy rigurosa sobre estos movimientos, su inserción cultural y sus manifestaciones visuales y gráficas.
Sesión III. Located-Dislocated
Los Lichis es un colectivo de tres artistas que viene funcionando y trabajando desde los 90s. Empezaron en el arte plástico y atraparon de inmediato la atención de la escena artística. Sin embargo, reactivos a la industria del arte, decidieron auto colapsarse como colectivo, dejar de lado su práctica artística y autodenominarse una banda de rock. Es otro ejemplo de artistas visuales que se aproximan a la música.
La sesión ocurrirá el próximo 19 de noviembre a las 21:00 horas y compartirá el escenario con Negative Youth, proyecto de la ciudad de México que existe de igual manera en la vida real e internet. Busca difundir nueva música, arte y cultura utilizando los diferentes medios a su alcance.
“Cada una de las identidades artísticas con las que trabajo tienen una posición particular y muy bien definida sobre la escena del arte contemporáneo.
Revólver busca contrapuntar la practicas artísticas, pero también habla del momento presente de la contemporaneidad mexicana”.
Curador y conocimiento
En la oscuridad fantasmal del Casino Metropolitano se escuchan las campanas de un reloj antiguo. Gabriel Mestre hace algunas observaciones al foto-mural de Tobias Bernstrup, que se está pegando en una de las paredes negras de la galería. El tiempo avanza y hay que tomar decisiones sobre la marcha. A pesar de estar atareado, Gabriel respira y mastica unos dulces sabor naranja.
Sentado en un sillón viejo, dice que no busca el éxito pero tampoco quiere fracasar en sus proyectos curatoriales que realiza desde el 2002. Siempre autodidacta, agradece la crisis de identidad vocacional que tuvo en su juventud para dedicarse al arte. Desechó las jerarquías del sistema tradicional de enseñanza y se sumergió de tiempo completo como promotor cultural desde 1989.
“Nunca se me ocurrió ser artista. Desde la producción se orienta mi experiencia curatorial y es muy probable que por esta razón mis producciones implican un montón de trabajo serio a nivel de investigación, de creación de las obras y piezas”.
Para Gabriel un curador de arte es una mente creadora que, en combinación con la práctica de los artistas, surgen resultados interesantes producto de las afinidades intelectuales.
“El curador es, en realidad, un colaborador del artista”.
A sus 37 años, Gabriel se considera una persona con una iniciativa permanente. Ha atendido varios seminarios de arte tanto en México como en Berlín, Estocolmo, Londres, Viena, Madrid: viajes interminables movidos por aprender más y con más independencia. En 2002 fundó la agencia para proyectos de arte contemporáneo “Artenación”, como una forma de navegar y escapar de las turbulencias corporativas capitalistas.
Dicen que un curador de arte no se educa en las universidades, sino se hace trabajando en exposiciones. Y Gabriel es un autor de exposiciones, un creador de sentidos desde las obras de otros creadores. Su voz trajo otras voces: donde los deseos se juntan salen del aire aves de fuego.
>Exposición-clausura de Revólver: sábado 26 de noviembre a las 12:00 horas en el Casino Metropolitano, Tacuba 15, Centro Histórico.
