Uno de los casos más conocidos sobre desapariciones forzadas durante la guerra sucia en México en la década de los años setenta dio ayer un vuelco luego de que la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ordenó abrir el expediente de Rosendo Radilla, un líder social que simpatizó con la guerrilla que encabezara Lucio Cabañas en el estado de Guerrero.
Los Ministros de la Primera Sala decidieron por unanimidad que la familia de Radilla sí tiene derecho de conocer los detalles de esa desaparición forzada a manos de elementos del Ejército Mexicano toda vez que se trata de un caso de violaciones graves a los derechos humanos, por lo que no opera cualquier tipo de reserva de información sobre la averiguación previa como lo había pretextado la Procuraduría General de la República (PGR) durante el gobierno de Felipe Calderón.
Tita Radilla –hija de Rosendo Radilla- ya había conseguido avanzar en este caso cuando, el 6 de julio del 2009, la Corte Interamericana de los Derechos Humanos condenó al Estado mexicano por violaciones graves a las garantías individuales.
Pero también siguieron adelante en México al solicitar una copia del expediente del caso ante la PGR por medio de la Ley Federal de Transparencia. Sin embargo, ésta rechazó abrir la averiguación previa bajo reserva aun cuando ya existía una resolución en su contra por parte del Instituto Federal de Acceso a la Información y Datos Personales (IFAI).
Ante la cerrazón de la PGR, la familia Radilla tramitó un amparo que llegó hasta la Suprema Corte de Justicia. El Ministro Arturo Zaldívar –autor de la sentencia- dijo que se trata de un precedente muy importante pues será la primera vez que se abrirá una averiguación previa al comprobarse que hubo de por medio violaciones graves a los derechos humanos.
El 25 de agosto de 1974, elementos del Ejército detuvieron ilegalmente en un retén militar a Rosendo Radilla, quien fuera un campesino ganadero que trabajó por la educación y la salud de su pueblo. En Guerrero era conocido también como presidente de la asociación de padres de familia de la escuela primaria Patronato Pro Escuela Federal Modesto Alarcón y como miembro de la Convocatoria del Comité Cívico Guerrerense.
En su activismo a favor de los campesinos compuso corridos de las situaciones sociales que ocurrían en Guerrero y mantuvo una estrecha relación con el guerrillero Lucio Cabañas.
El 25 de agosto de 1974, Rosendo Radilla fue detenido cerca de Atoyac de Álvarez mientras iba acompañado de su hijo de 11 años. Los militares lo detuvieron porque componía corridos para Lucio Cabañas y por sus vínculos con Genaro Vázquez Rojas, ambos guerrilleros en 1974.
Desde esa fecha no se ha sabido de él. El señor Maximiliano Nava Martínez declaró que él estuvo presente en el excuartel militar con Rosendo y recuerda que compuso un corrido de la masacre del 18 de mayo, lo cual provocó que los militares lo sacaran y lo golpearan.
Según ese testimonio, Rosendo siguió cantando corridos en el cuartel militar hasta que lo desaparecieron. Su esposa, Victoria Martínez Neri, que nunca se había separado de su esposo, según cuentan sus hijos, se centró en su búsqueda.
El único testigo en la detención de Radilla Pacheco fue su hijo Rosendo Radilla Martínez, a los 11 años, quien relata que su padre le dio dinero para regresar a Chilpancingo para darle aviso a la familia.
