Actualmente, en el Distrito Federal hay vagones del metro que son sólo para mujeres, micros rosas y más taxis conducidos por mujeres que nunca antes. Y las mujeres todavía quieren más.
De acuerdo con un estudio de 2009 del Consejo Nacional Para Prevenir la Discriminación (Conapred) sobre mujeres en el transporte publico, “9 de cada 10 mujeres han sido víctimas de las formas de violencia sexual incluidas en la encuesta. Al 29.4% de las mujeres usuarias les han hecho sentir miedo de un ataque o abuso sexual; el 15% de las usuarias han sido perseguidas por hombres para atacarlas sexualmente, y al 2.1% las han violado.”
Desde su lanzamiento, el transporte exclusivo para mujeres ha duplicado su cantidad de vagones y micros. Además la Red de Transporte de Pasajeros (RTP) puso una flota de minibuses rosas, que se llama “Atenea”, como la diosa griega de la guerra y la justicia.
Una década después, los expertos en varias partes del mundo siguen preguntándose si esta metodología es la mejor solución para combatir la violencia contra la mujer. “¿Es la idea de taxis para mujeres intrínsecamente feminista y liberante? ¿O es la idea sexista y degradante?”, pregunta Lisa Wade, socióloga estadounidense, especializada en temas del género.
El transporte rosa “deja los comportamientos de los hombres igual que antes y su sentido de derecho para acosar a las mujeres, indiscutido”, reportó en el Huffington Post Michael Kimmel, profesor de estudios de género en Estados Unidos.
Pero las feministas mexicanas y defensoras del movimiento Viajamos Seguras, dicen que el transporte para mujeres les da una vida libre de violencia. Además dicen que sirve para poner en evidencia el acoso sexual que sufren en México.
Rosalía, de cuarenta años, es una de las siete millones de mujeres que usan el transporte público a diario. Ella es una de 100 mujeres encuestadas por la Fundación MEPI sobre su opinión del transporte rosa y la seguridad de las calles del Distrito Federal.
Los hijos de Rosalía ya son adolescentes y en su tiempo libre ella viaje al DF varias veces por semana para vender hierbas frescas de Puebla. “Venimos a trabajar, entonces siempre estoy en la calle, siempre estoy caminando, pero como los hombres te miran y dicen cosas feas, no me siento cómoda para caminar sola, prefiero andar con mi esposo.”
Como Rosalía, 78% de las mujeres encuestadas dijeron que no se sienten bien al viajar solas en la ciudad, y casi 50% reportó que ha sido víctima de un robo en el transporte público por lo menos una vez en su vida. 66% de las mujeres encuestadas por MEPI señalaron que tienen miedo de viajar solas o sin su esposo en la noche.
La ironía del transporte en Mexico es que las mujeres por sus actividades, tienden a viajar en transporte publico más que los hombres.
En México, las mujeres viajan cada día dos horas más que los hombres. “Diariamente las personas ocupamos un mínimo, un promedio de 4 horas”, señala Mercedes Barquet Montane, portavoz de Inmujeres. “Las mujeres, por los trabajos domésticos, ocupan por los menos entre 6-7 horas en el transporte público.”
“Todos tienen el derecho de viajar seguros, y ésta es una manera de prevenir los abusos sexuales que pasen en el transporte público”, agregó.
MEPI encontró que en general los hombres no están de acuerdo con esta idea, diciendo que el transporte segregado no es la mejor solucion, y que las mujeres tienen que denunciar los actos criminales en lugar de viajar separadas.
Por el contrario, las mujeres sienten que el “transporte rosa” es la única forma de protección que puede garantizar que viajen seguras y sin miedo. De hecho 44% de las mujeres encuestadas por MEPI dijeron que sólo andan en transporte para mujeres y que están convencidas que el gobierno tiene que aumentarlo y dar más seguridad para proteger este espacio.
Además, de este 44%, casi la mitad está “muy de acuerdo” con que el transporte para mujeres es mucho más seguro que el transporte mixto.
La gran conclusión de la encuesta es que las mujeres todavía tienen miedo: 60% cree que las calles son más peligrosas para ellas que para los hombres.
Cierto nivel de violencia y miedo en el transporte público se espera para todos los usuarios, sean hombres o mujeres. Pero las mujeres entrevistadas expresaron que el problema de violencia sexual que confrontan diariamente no da muestras de reducirse y el único lugar donde hay seguridad de los acosos, violencia y robos, es el transporte rosa, exclusivo para mujeres.
