La dirigencia nacional del PRI dijo que repartió 7 mil 851 de tarjetas de prepago para distribuir más de 66.32 millones de pesos para financiar su estructura electoral hacia los comicios del 1 de julio.
En una conferencia de prensa, el encargado de la defensa legal del PRI en el caso de la impugnación de la elección presidencial, Jesús Murillo Karam, reiteró que no existe relación alguna con la institución financiera Monex y aseguró que el uso de los monederos electrónicos fue únicamente de apoyo a las labores de sus representantes de casillas.
“La gente que se movió en la campaña tenía que comer, que moverse. Lo mejor era darle una tarjeta”, señaló el ex gobernador hidalguense.
Posteriormente, el PRI entregó a los medios una copia del documento que entregó a la Procuraduría General de la República (PGR), en la que aclaró que el servicio de tarjetas no fue contratado con la empresa Mónex, como han denunciado las dirigencias nacionales del PAN y de los partidos que integran el Movimiento Progresista.
Según el propio Murillo Karam, el servicio de tarjetas fue contratado con la empresa Alkino Servicios y Calidad S.A. de C.V.
De acuerdo con él, el dinero utilizado para las tarjetas antes mencionadas provino del gasto corriente del partido y no de dinero asignado para la campaña por lo que negó la acusación de que hayan incurrido en un supuesto lavado de dinero. “Ahora resulta que lavamos dinero que no tenemos”, concluyó.
Por ello, y para detener la especulación que ha prevalecido sobre las elecciones presidenciales, explicó Muriillo Karam, el Revolucionario Institucional presentará una denuncia para que ellos mismos sean investigados y desechar las presunciones de los líderes de Acción Nacional y la Revolución Democrática.
Antes de la participación de Murillo, el dirigente nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, anunció que su partido denunciará ante la Procuraduría General de la República (PGR) a los dirigentes del Partido Acción Nacional y de la Revolución Democrática, Gustavo Madero y Jesús Zambrano respectivamente, por las acusaciones que ambos hicieran durante la conferencia de prensa conjunta realizada por ellos hace unas horas.
Esto, dijo el líder nacional priista, por las imputaciones sin fundamentos que hicieron al acusar una supuesta compra de votos en favor de Enrique Peña Nieto así como la presunta implicación del partido en lavado de dinero y posterior uso de estos recursos de origen ilícito.
Asimismo, pidió se haga una “exhaustiva investigación” y llamó a la Procuraduría General de la República a que investigue y determine quién ha cometido ilícitos, dijo, pues señaló que de las imputaciones hechas no se tienen pruebas.
El senador con licencia por Quintana Roo reiteró la negativa de que su partido haya utilizado fondos de origen ilícito para financiar la campaña de Enrique Peña Nieto.
De la misma forma, el líder nacional del tricolor negó tener relación con algún despacho, como se ha mencionado en diversos medios de información y, por el contrario, señaló que las denuncias tanto del PAN como del PRD tienen grandes inconsistencias.
Lo que llama la atención de estas acusaciones, expresó, es que “en cuanto se les agota una, cambian a otra más y si bien no presentan pruebas sólidas ante el Instituto Federal Electoral y el TEPJF, si hacen acompañar sus denuncias de un gran despliegue mediático cuyo objetivo”, señaló Coldwell, “es descalificar”.
“Así ha sido todo, no han probado nada, van de una descalificación a otra. No les interesa ganar, sino descalificar”, aseguró el ex gobernador de Quintana Roo.
Aquí puedes consultar el documento presentado por el PRI
