Enrique Peña Nieto aseguró ayer ante a gobernadores de izquierda que está por encima de la competencia política y respaldará proyectos de desarrollo social para el sureste, zona donde se concentran los estados representados por los mandatarios progresistas electos y en funciones que por primera vez se reunieron con el Presidente electo.
El jefe de Gobierno electo del DF, Miguel Ángel Mancera, el Gobernador de Morelos, Graco Ramírez, el de Guerrero, Ángel Aguirre, el oaxaqueño Gabino Cue, y el mandatario electo de Tabasco, Arturo Núñez sostuvieron una comida con Peña Nieto y los líderes del equipo de transición, Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio Chong.
Por más de tres horas, los políticos departieron en un salón de un hotel en la zona de Santa Fe. A puerta cerrada trataron temas de seguridad pública y desarrollo económico y social, para finalizar con un mensaje a los medios de comunicación.
Graco Ramírez, integrante de la corriente Nueva Izquierda, dominante en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), fue el único gobernador en tomar la palabra en el anuncio. A la izquierda del Presidente electo, el morelense informó que él y sus pares asistirán a la toma de posesión de Enrique Peña Nieto el 1 de diciembre en el Congreso de la Unión.
“Planteamos una gobernabilidad que afirme la democracia y no la regresión política”, aseguró el mandatario local.
Los políticos perredistas llegaron a la sede del encuentro 20 minutos pasadas las 15:00 horas, con escasa diferencia entre uno y otro. En breves entrevistas que todos, salvo Mancera, ofrecieron antes de la reunión, los perredistas subrayaron que acudían como parte de un bloque de izquierda y no en representación del PRD.
“No vinimos aquí de ninguna manera como representantes de toda la izquierda del país. Somos gobernadores”, aclaró el guerrerense Ángel Aguirre.
Sobre si el encuentro significaría un “espaldarazo” de la izquierda al próximo gobierno, Gabino Cue subrayó que el encuentro obedecía a una “relación institucional”.
Atención a pobreza y reforma fiscal, las coincidencia
Tras el mensaje a nombre de los gobernadores de izquierda, Peña Nieto aseguró que el encuentro con ellos acreditó la “madurez política” y la “civilidad” del país, sin importar las diferencias políticas. Asimismo señaló como objetivos compartidos mejorar las condiciones de bienestar social, combatir la pobreza alimentaria y atajar el rezago social.
Previamente, Graco Ramírez señaló que los izquierdistas y el Presidente electo trabajarán en hacer de Pemex una empresa “fuerte y competitiva” y en la construcción de “un nuevo pacto federalista” y “una reforma hacendaria con mayor equidad fiscal”.
En respuesta, Peña Nieto afirmó que existe voluntad política para trabajar con todos los gobiernos “más allá del origen partidario que tengan”.
“Quiero hacer público mi reconocimiento a la voluntad política manifestada en este encuentro, que sin duda marca el inicio de una relación positiva y constructiva que beneficie a todos los mexicanos, y de manera específica a los pueblos de las entidades que los gobernadores y el Jefe de Gobierno aquí presentes”, agregó.
Para finalizar su mensaje, el priista anunció que el equipo de transición ya trabaja en el paquete presupuestal próximo a presentarse a los legisladores y que el coordinador Luis Videgaray es responsable de esa tarea.
Este jueves, Enrique Peña Nieto tiene en la agenda una gira al municipio mexiquense de San Felipe del Progreso, donde al mediodía encabezará un acto para impulsar la inclusión de los pueblos indígenas.
