El día que Jesús Galindo y su hijo Chucho dejaron la casita de cemento a medio construir en la que vivían a las afueras de Huamantla, Tlaxcala, para buscar trabajo en Estados Unidos, prometieron que cada año enviarían recursos suficientes para completar un área diferente de la vivienda en la que Nora se quedó con cinco niños. Han pasado trece años desde entonces y la mujer de 46 años, aunque sí logró completar la mayor parte de su casa, desde 2010 vive en el Distrito Federal con sus dos hijas de 19 y 17 años porque dejó de recibir dinero de Estados Unidos y se vio en la necesidad de cambiar de residencia para buscar trabajo.

Según el último registro, en 2013 las remesas sumaron 21 mil 596 millones de dólares, es decir, 3.75% menos que el año anterior y 14% menos que el nivel de 2008. “Un día empezó a ser menos, que de los 100 dólares que a veces llegaban hasta por semana ya eran cada dos o tres (semanas), pero después Chucho se hizo de su propia familia y a mi Jesús se le hizo más difícil porque me decía ‘no hay trabajo, no hay trabajo’ y pues un día me dijo ‘te las tienes que arreglar sola porque no hay nada’ y desde entonces no cuento con el dinero que me llegaba”. [contextly_sidebar id=”52e586cddd0a655cea848ea902520126″]Nora dice que dejó de recibir dinero de Estados Unidos hace cuatro años, y aunque al principio se las arregló con sus hijos vendiendo fruta o comida, un día se dieron cuenta que no tenían para nada. “Ni para comer, ni para comprar mercancía, ni para el pasaje”. Cuando el dinero dejó de llegar en 2009, su hija Norita ­—que tenía 13 años cuando su padre y su hermano de 15 migraron— se casó y pudo arreglárselas sola. Pero en ese entonces, los gemelos Luis Ángel y Toño de 16; y Ángela y Caridad de 15 y 13 años, tuvieron que dejar la escuela y empezar a trabajar. Así es como en 2010, Nora optó por dejar la casa que completó con las remesas enviadas por su esposo e hijo y migró. Decidió irse al Distrito Federal con Ángela y Caridad porque su hermana la convenció de que entre las tres podrían rentar un cuarto y emplearse como trabajadoras domésticas. México, líder en emigración, pero caen las remesas El país se mantiene como número uno en emigración, por encima de India, Rusia, China, Ucrania y Bangladesh, pero está en tercer lugar en el envío de remesas y sus niveles continúan bajando, según el “Anuario Migración y Remesas 2013” hecho por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y el Grupo Financiero Bancomer BBVA.

Por estado, el Banco de México reportó este martes que el Distrito Federal, Tlaxcala, Veracruz, Oaxaca y el Estado de México son las cinco entidades en las que hubo mayor disminución en el envío de remesas en 2013 en comparación con el año anterior.

Según datos del Consejo Nacional de Población, dependiente de la Secretaría de Gobernación, la “región tradicional” de migración internacional en el país se conforma por nueve entidades del centro-occidente: Aguascalientes, Colima, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit, San Luis Potosí y Zacatecas. Pero en el centro —Morelos, Querétaro, Tlaxcala, Puebla, Hidalgo, Distrito Federal y Estado de México— también hay “un fuerte dinamismo migratorio”, por lo que en el censo de 2010, el 27% de los migrantes internacionales surgieron de esa región del país.