[contextly_sidebar id=”c6ed4814c613dcbd919e3eed69bd14af”]Las autodefensas en Michoacán contabilizan más de 16 mil armas en su poder a casi un año de haber surgido, de las cuales solo podrán registrar ante el gobierno federal un máximo de dos por cada integrante que se conforme en los Cuerpos de Defensa Rural, lo que aseguran, dejara muchas armas fuera del registro.
“El resto las tendremos para la reserva escondidas o para defendernos pero no las vamos a entregar”, señalan varios miembros de estos grupos que por peso o condición física no han sido aceptados por el ejército en estos nuevos cuerpos.
De acuerdo con la Secretaria de la Defensa Nacional las autodefensas que han quedado fuera de los Cuerpos de Defensa Rural no cuentan con buena condición física o tienen algún problema médico.
Las autodefensas aseguran que el “mayor” y “mejor” armamento (el de grueso calibre y sus cartuchos útiles) lo tienen en los municipios de Nueva Italia, Buena Vista y Tepalcatepec y “ahora lo estamos juntando en los alrededores de Apatzingán y Arteaga para poder acorralar a los templarios y tener con que responderles y rafaguearlos, esos cabrones están armados hasta los huevos y no podemos llegar con menos” comenta Sergio, un autodefensa que ahora vigila El Carrizo, uno de los poblados en donde hace dos semanas se dio un enfrentamiento.
De las principales armas de grueso calibre que tienen en su poder están las AK-47 (las llamadas Cuernos de Chivo) , rifles Barret M-105, Carabinas M-1, Fusiles AR-15 y Escopetas 12 mm y de las armas cortas tienen revolver calibre .39, pistola Pietro Beretta calibre 9 mm, escuadras tipo Colt y de otros tipos.
“Que no se hagan pendejos. Sí saben que nosotros tenemos armas largas de al menos cinco calibres y, de las cortas, deal menos de otros tres. ¿Que cómo las conseguimos?, pues obvio que en un principio en el mercado negro y algunas escopetas teníamos en los ranchos, pero no chinguen. Nunca se las compramos al narco, ya luego sí se las decomisamos a los Templarios y de ellos tenemos hartas armas y sobre todo balas”, señala José una autodefensa considerada como estratega y entrenador de aquellos que pretenden usar armas de grueso calibre.
José explica que cuando viajaron a vender sus cosechas de aguacate o limón a la frontera norte, conocieron a personas que los contactaron con el mercado negro de armas. “Pos ni modo que fuésemos a la tienda a comprarlas. ¿Usted conoce dónde comprar armas en México? Pos no, ¿verdad?. ‘Tons nosotros lo que hicimos fue juntar entre varios empresarios recursos financieros para poder comprarlas y así iniciar nuestro movimiento”.
El dinero asegura se juntó entre ganaderos, mineros, madereros y agricultores. “Muchos preferimos perder un año de cosecha e invertir en nuestra seguridad, que seguir viendo a nuestras familias morir o ser extorsionadas por esos cabrones. Ahora la cosecha de mis 10 hectáreas será para mí y para mi familia. Ya no hay nadie que me extorsione o me amenace”.
David, un joven de 16 años, tiene una escopeta y asegura no saber usarla- “A mí no me dejan usar esas grandotas. Me dicen que es peligroso y pesan un chingo, pero con esta escopeta yo me defiendo”.
— ¿Sabes usarla?
— “La mera verdad, no muy bien. Sólo he jalado el gatillo una vez y eso fue cuando me la dieron, pero si llegan los Templarios yo sí los recibo a balazos. Ellos se llevaron hace un año a mi hermana y jalarle si sé aunque me tarde en poner los cartuchos”.
Las armas que tienen resguardadas las van trasladando de lugar de acuerdo a las propias necesidades de las autodefensas.
“Las armas largas de esas que son las más poderosas, las tenemos donde haga falta. Si sabemos que vamos a entrar a un territorio en el cual no estamos, pues ahí llevamos gran parte para contrarrestar un ataque de los Templarios”.
José explica que las armas no se reparten “así como así” ya que cuentan con un reglamento que estableció el Consejo General de Policías Comunitarias y Autodefensas que establece qué tipo de arma debe entregarse a cada miembro.
“A los morros sólo le damos escopetas y un par de balas a cada uno, Ellos sólo vigilan por horas las barricadas. A los chavos más grandes, primero conocemos a sus familias y, si el pueblo los recomienda, se les reparte una pistola con cartuchos útiles y les vamos enseñando a usar las armas largas”.
Pedro es un joven de 26 años y siempre cuenta con una pistola 9 mm. Tiene en su poder un cuerno de chivo y una metralleta tipo Barret M-105. Esa última, asegura, le ha salvado la vida en al menos dos ocasiones.
“Cuando estos cabrones nos intentaron emboscar en Aguililla fue con esta que los rafagueé y no tuvieron opción que salir por patas pa’ la sierra. La verdad, la he usado un par de veces, pero de qué sirve pa’ cuidarnos, sirve. Esta arma la encontramos allá en Antúnez en uno de los negocios de los Templarios y suelta un chingo de balas por segundo”.
Por las tardes, en las barricadas o en los llamados “cuarteles” de las autodefensas se puede observar que la labor principal de los jóvenes es conocerlas armas y por ello se les ordena que las desarmen y limpien.
José aseguró que el gran armamento que ahora tienen ha sido producto de los últimos meses, pues ha sido en Nueva Italia, Antúnez y la cabecera de Parácuaro en donde han encontrado varias casas de seguridad con cientos de armas y miles de cartuchos.
“Ya vio usted en la casa de La Bota como tenían un chinguero de armas que ahora son nuestras, pa’ defender al pueblo”, esta casa fue tomada hace dos semanas en Parácuaro y en ella vivía “El Botas” uno de los líderes de los Templarios que dominaba la zona.
Hasta el momento la Secretaría de la Defensa Nacional cuenta con un registro de casi 300 personas que intentan formar parte de las policías rurales de las cuales 250 ya están en condiciones de poderse integrar, de acuerdo al comunicado emitido el pasado domingo por la Secretaría de Gobernación.
Asimismo el gobierno federal ha informado que hasta el momento cuenta con un registro 136 armas largas y 175 cortas tan solo de los municipios de Buena Vista, Tepalcatepec y Coalcomán.
“A nosotros nos dijeron que para ser policías rurales sólo podíamos portar dos armas, un arma larga y una corta que son las que estamos llevando al registro con el gobierno. Ellos ven el calibre, ponen en una libreta el registro, nuestro nombre y pos ya queda todo legal, aunque ni una sola bala nos proporcionan”, señala Felipe Díaz líder de las autodefensas en Coalcomán.
