“[Rubén Espinosa] buscaba siempre la verdad, darle voz a través de su imagen a los movimientos independientes, a las luchas, a los no escuchados. Y por ello le cerraron los osos, le amarraron las manos, lo torturaron, le dieron el tiro de gracia. Lo asesinaron”. Familiares del fotoperiodista Rubén Espinosa en una carta abierta.
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