[contextly_sidebar id=”F5rhQ9ilSXBXql7bM2PM5C5u03HIDsJ0″]La Casa Blanca sospecha que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, estuvo directamente involucrado en el hackeo a páginas de EU con el fin de interferir en la elección presidencial de noviembre.
Sin embargo, el gobierno de Barack Obama hasta ahora no ha presentado pruebas públicas.
Tanto Ben Rhodes, un asesor presidencial, como el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, sugirieron este jueves la implicación de Putin en el ataque informático a la campaña demócrata de Hillary Clinton.
“Todo lo que sabemos de cómo funciona Rusia y cómo Putin controla el gobierno podría sugerir que, una vez más, cuando se habla de una intrusión cibernética significativa como esta, estamos hablando de los más altos niveles de gobierno”, dijo Rhodes.
“Y en última instancia, Vladimir Putin es el funcionario responsable de las acciones del gobierno ruso”.
Por su parte Earnest declaró este jueves que era “obvio” que Putin estaba involucrado.
Las autoridades de Rusia han negado en repetidas ocasiones el señalamiento sobre el hackeo que la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) ha estado investigando.
El Kremlin expresó su molestia con las afirmaciones de que Putin organizó la intrusión cibernética con la esperanza de influir en el resultado de las elecciones en las que Donald Trump resultó vencedor.
A todo se añade un informe de la cadena de televisión estadounidense NBC que asegura que el gobierno de EU tiene pruebas de que Putin decidió personalmente a dónde se filtraría la información obtenida mediante hackeo.
La BBC no puede confirmar el informe de la NBC de forma independiente y no ha conseguido ninguna evidencia específica para confirmar el papel o el conocimiento de Putin sobre los ataques cibernéticos.
La información obtenida fue entregada a WikiLeaks y publicada en línea, lo cual generó varios momentos embarazosos para los demócratas que sacudieron su campaña electoral.
El informe de la NBC, que citó a dos altos funcionarios no identificados, dijo que la campaña de robo de información comenzó como una “venganza” contra Clinton: “Un esfuerzo para mostrar la corrupción en la política estadounidense y escindido aliados estadounidenses clave”.
La acusación señala que Putin actuó en contra de Clinton debido a que cuando fue secretaria de Estado puso en duda las elecciones parlamentarias de 2011 en Rusia.
El mandatario ruso la acusó públicamente de fomentar las protestas callejeras.
Dmitry Peskov, un portavoz de Putin, dijo a la agencia AP el informe de NBC era “ridículamente sin sentido”.
Trump también ha rechazado las afirmaciones de que la inteligencia rusa se infiltró a los correos electrónicos del Partido Demócrata y de John Podesta, el jefe de la campaña de Hillary Clinton.
El presidente electo también negó un informe de la CIA que concluyó que los piratas informáticos rusos intentaron ayudar a Trump a ganar la elección.
“Si Rusia, o alguna otra entidad, estuvo hackeando, ¿por qué la Casa Blanca esperó tanto tiempo para actuar? ¿Por qué se quejan solo hasta que Hillary perdió?”.
Sin embargo, la administración de Barack Obama en octubre acusó directamente a Rusia del hackeo a sitios políticos y cuentas de correo electrónico de EU con el objetivo de interferir en elección.
El Departamento de Seguridad Nacional y la Oficina del Director de Inteligencia Nacional también emitieron un comunicado afirmando que Rusia había orquestado el hackeo.
Eso incluía las intrusiones ilegales al Comité Nacional Demócrata y el Comité de Campaña Demócrata del Congreso.