Al aplicar el operativo Mochila Segura en una escuela primaria en Acapulco, Guerrero, las autoridades le quitaron a los niños marcadores de tinta permanente, una pistola de juguete… y hasta trompos.
[contextly_sidebar id=”I0RzqLbf5JHdcabk3Mg6mA9vYYYNMYUK”]“Se revisaron las mochilas de 302 alumnos, encontrando 27 marcadores de tinta permanente, seis tijeras de punta, un juego de descarga eléctrica, dos trompos con punta metálica, una pistola de juguete, dos llaveros de metal y dos juguetes, mismos que fueron entregados a la directora del plantel, Olga Alvarado Deloya para los trámites que correspondan”, indicó el gobierno de Acapulco, en un comunicado el pasado lunes 30 de enero.
El sitio donde ocurrió la revisión es la escuela primaria “General Silvestre Castro”, ubicada en la Unidad Habitacional Adolfo López Mateos.
El gobierno municipal informó sobre una reforzamiento del programa Mochila Segura, “con la participación de personal de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, Policía Federal, Secretaría de Seguridad Pública municipal, autoridades educativas del Sector Seis, maestros y padres de familia”.
Además de la revisión de las mochilas, el Secretario de Seguridad Pública en Acapulco, Max Lorenzo Sedano Romano, dijo que se contemplan actividades como pláticas, talleres, y una interacción entre padres, alumnos y maestros para prevenir la violencia escolar y fortalecer el tejido social”.
El pasado 18 de enero, autoridades Nuevo León informaron que incrementarían las revisiones a mochilas, para evitar hechos como el de un menor que llevó una pistola al Colegio Americano del Noreste y disparó contra su profesora y compañeros.
El operativo Mochila Segura es una medida tomada por las autoridades educativas para evitar que los alumnos introduzcan objetos prohibidos – como armas y drogas – a las escuelas de educación básica.
Esta medida implementó por primera vez en 2001 en la delegación Iztapalapa, en la Ciudad de México, y luego se extendió a otros puntos del país.
La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal señaló en 2002 que el operativo era un “abuso a los derechos de los niños, invade la privacidad de los estudiantes”, pues los trata como delincuentes.
“La aplicación del operativo no previene (la violencia) ni protege a niñas, niños y adolescentes”, señaló la Red por los Derechos de la Infancia en México, después de que el presidente Enrique Peña Nieto ordenara profundizar las medidas y protocolos vinculadas a la revisión para inhibir la portación de armas en las escuelas.
