Un jefe policial fue asesinado este lunes en Chihuahua, un estado del norte de México y fronterizo con Estados Unidos, con lo que suman dos mandos ultimados en esa zona durante los primeros cuatro días de diciembre.
[contextly_sidebar id=”aFUL8ErPDO2Nb90PajE1jZZIds1HCsRU”]La Fiscalía de Chihuahua confirmó a AFP la muerte del director de Seguridad Pública de la localidad de Casas Grandes, Marco Antonio López, de 45 años.
El vocero de la fiscalía, Alejandro Ruvalcaba, dijo que el cuerpo de López fue encontrado “sin vida durante la madrugada, tirado junto a su camioneta y sus dos armas de cargo, un fusil AR-15 y una pistola calibre 9 milímetros”.
Medios locales aseguraron que durante el año que trabajó como jefe policíaco, López fue amenazado en varias ocasiones, aunque la fiscalía no lo ha confirmado.
Las autoridades también investigan el homicidio de Edgar Edmundo Pérez, de 38 años de edad, jefe del Grupo de Operaciones Especiales del municipio de Cuauhtémoc, también en Chihuahua, quien fue asesinado el pasado viernes cuando comía con su esposa en un restaurante.
Una de sus tareas era la lucha contra el crimen organizado en conjunto con autoridades locales, estatales y federales para combatir a los cárteles de la droga en el estado.
La violencia en Chihuahua parecía ir a la baja pero este año han repuntado los ataques, sobre todo en Ciudad Juárez, fronteriza con la estadounidense El Paso, y que una década atrás fue considerada una de las ciudades más violentas del mundo.
Según cifras de la Fiscalía de Chihuahua, de enero a octubre de 2017 fueron asesinadas 1,640 personas solamente en ese estado.
