[contextly_sidebar id=”7JIvEmuJgLon0rM2WUaAhk9wEbtH7F5S”]El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, visitó zona fronteriza este martes 13 de marzo, y lo hizo para realizar personalmente una inspección de ocho modelos del muro a escala real (de nueve metros de altura), hechos de concreto y acero, levantados uno al lado del otro en Otay Mesa, al sur de San Diego y junto a la frontera con Tijuana.
El mandatario advirtió que habrá “un caos” si no se construye el controvertido muro que quiere levantar en la frontera con México, mientras inspeccionaba los prototipos, los cuales cuestan más de 300 mil dólares, de acuerdo con la agencia AFP.
“Para la gente que dice ‘no al muro’, si no tienes muros aquí, ni siquiera tendrás un país”, dijo Trump cerca de la frontera en San Diego, donde insistió en que las fuerzas de seguridad deberán ser capaces de ver a través de la estructura para poder controlar los cárteles criminales que podrían estar “a medio metro de distancia”, del lado mexicano.
La primera visita como presidente de Estados Unidos a California, bastión demócrata de la costa oeste, se produce en un momento de alta tensión entre su gobierno republicano y el estado más populoso del país, especialmente en asuntos migratorios, medioambiente y control de armas.
De acuerdo con AFP, más de un año después de su llegada al poder, el Congreso no ha desbloqueado aún ni un dólar para la construcción del muro. Varios demócratas rechazan esta iniciativa que consideran el triste símbolo de un país que le da la espalda a su historia, cerrando la puerta a los inmigrantes.
Mientras tanto, en el Congreso, las conversaciones sobre inmigración se encuentran suspendidas.
La última vez que Trump viajó este estado fue a la ciudad de San José durante la primavera boreal de 2016, en plena campaña electoral. Este viaje estuvo marcado por varios enfrentamientos que se produjeron al margen de sus reuniones.
Con información de Veronique Dupont y Jerome Cartillier