Hasta el momento, la jornada electoral de este 1 de julio ha dejado cinco muertos, uno en Michoacán, otro en Puebla, uno en Tabasco, otro en Guerrero y uno más en Chiapas.
Esta mañana, Flora Reséndiz González, militante del Partido del Trabajo fue asesinada en las inmediaciones de su domicilio en la comunidad de Pateo, en el municipio de Contepec, Michoacán. En entrevista con Animal Político, el comisionado político nacional del PT, Reginaldo Sandoval, aseguró que el asesinato se derivó de un tema político.
Además, el PRI confirmó la muerte de Fernando Herrera Silva, operador del partido en el municipio de Acolihuia, Chignahuapan, en la sierra norte de Puebla, tras una agresión a balazos en un domicilio particular de militantes en la que, además, otras tres personas resultaron lesionadas.
En el municipio de Venustiano Carranza, Chiapas, asesinaron a balazos a Prisciliano Hernández, presunto militante de Morena, durante una riña. La Fiscalía General del Estado ya investiga el crimen.
Por otra parte, El Sur de Acapulco reportó el hallazgo de un hombre asesinado en el barrio El Arroyo, al sur de la cabecera municipal de Taxco, Guerrero, a quien identificaron como el cuñado del candidato a la presidencia municipal por el Panal, Mario Figueroa.
En la mañana, una mujer que acudía a votar en el municipio de Cárdenas, Tabasco, fue asesinada por dos personas a bordo de una motocicleta mientras esperaba la apertura de las casillas instaladas en la escuela primaria “Rafael Martínez Castañeda”.
Un día antes, el sábado 30 de junio, fueron asesinados cuatro militantes del PRD en el Estado de México. La dirigencia del Sol Azteca informó que las víctimas eran “caza mapaches”, su objetivo era detectar el arribo de materiales de construcción, despensas y todo tipo de artículos que estaban llegando a la zona sur de la entidad. Un grupo armado a bordo de tres camionetas “llegó a rafaguearlos”, reportó la dirigencia.
Sin embargo, la Fiscalía estatal calificó el ataque como un conflicto entre particulares.
