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La UNAM se contradice y desacredita a equipo femenil que denunció hostigamiento
La UNAM se contradice y desacredita a equipo femenil que denunció hostigamiento
5 minutos de lectura
La UNAM se contradice y desacredita a equipo femenil que denunció hostigamiento
27 de febrero, 2019
Por: Paris Martínez
@paris_martinez 

Luego de que las integrantes del equipo femenil de flag-futbol Pumas Blanco Flag denunciaran que desde 2018 han sido víctimas de hostigamiento por parte de autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de México, con el objetivo de imponerles cuotas económicas para permitirles desarrollar su práctica deportiva, esta casa de estudios desacreditó a las jugadoras y, por medio de una misiva enviada a la redacción de Animal Político, informó que no integran un “equipo formal de la UNAM” y que operan “de manera irregular”.

La misiva de la Dirección General de Deporte Universitario de la UNAM (enviada el 26 de febrero, aunque fechada un día antes), establece que este equipo deportivo “sin autorización oficial, desde hace años consiguió la llave del campo 5 de futbol americano (de Ciudad Universitaria) para entrar sin solicitar el campo formalmente”, y asegura que este equipo femenil “ha hecho uso del nombre y los logos de Pumas sin la autorización de la institución”.

Estas acusaciones formuladas por la UNAM en su misiva, sin embargo, entran en contradicción con otro documento oficial, también elaborado por la Dirección General del Deporte Universitario, pero en enero pasado, y al que Animal Político tuvo acceso, según el cual, Pumas Blanco Flag sí es un equipo formal de la Universidad nacional, sí tiene derecho a accesar a sus instalaciones, y sí cuenta con autorización para usar los logos y el nombre “Pumas”.

Según el oficio DGDU/DORD/35/2019, emitido por la Director General del Deporte Universitario el 19 de enero de 2019, la UNAM cuenta “con dos equipos representativos de futbol flag en sus diferentes categorías, Pumas Oro y Pumas Blanco, los cuales participarán en los torneos organizados por las asociaciones afiliadas a la Federación Mexicana de Futbol Americano”.

Este documento oficial establece, además, que en su condición de equipos “representativos” de la UNAM, Pumas Oro y Pumas Blanco Flag “son los únicos autorizados para utilizar el mote, los colores oficiales y las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México”.

De hecho, mientras que la carta dirigida por la UNAM a la redacción de Animal Político (en la que formula estas acusaciones contra las jugadoras) no va firmada por nadie, ni cuenta con una clave de identificación administrativa, el oficio DGU/DORD/35/2019 (en el que se reconoce a Pumas Blanco Flag como equipo representativo con derechos plenos) sí va firmado por un representante de la UNAM: el licenciado Alejandro Fernández Varela Jiménez, director general de deporte universitario.

¿Quién dice la verdad?

Tal como reportó Animal Político este 26 de febrero, el equipo Pumas Blanco Flag está conformado por un centenar de alumnas, exalumnas, trabajadoras, hijas de todas ellas, y también por jugadoras externas a la UNAM, y se fundó hace diez años como una iniciativa deportiva de estudiantes de la misma casa de estudios, operando siempre de forma gratuita.

Pese a ello, en la misiva dirigida por la UNAM a Animal Político, esta institución acusó a los entrenadores de Pumas Blanco Flag de mentir al afirmar que realizan esta labor gratuitamente, ya que, aseguró la casa de estudios, a las jugadoras les cobran “una cuota de 4 mil pesos por temporada, sin entregarles recibo alguno, lo cual es un procedimiento a todas luces irregular para la UNAM, pues sin autorización se usan sus instalaciones y una persona ajena a esta casa de estudios hace cobros, supuestamente con su representación”.

La UNAM afirmó en su misiva que la queja sobre esos supuestos cobros irregulares de 4 mil pesos  fue formulada por “algunos padres de familia”, aunque sin dar mayores detalles de los supuestos denunciantes, de la fecha de esa denuncia, ni del folio asignado a dicha queja.

Para poder verificar esta información difundida por la UNAM, Animal Político consultó a padres y madres de familia cuyas hijas son parte del equipo Pumas Blanco Flag, quienes en todos los casos negaron la acusación de la casa de estudios.

Fernando Hernández Cuadros, por ejemplo, es un arquitecto egresado de la UNAM, y su hija de 15 años es estudiante de la Universidad, en nivel preparatoria.

Al ser cuestionado en torno a la existencia de esta supuesta cuota de 4 mil pesos, Fernando tajantemente aseguró que “es una mentira del tamaño del mundo, y es penoso que las autoridades de la uNAM se manejen de esta manera”.

Los padres y madres de las jugadoras, explicó, “pagamos a veces 20 pesos, o 50 pesos, pero se trata de una cooperación que llegamos a hacer entre todos, para pagar a los árbitros cuando llega a haber juego contra otro equipo, o para comprar un balón para entrenar, para usar un campo de juego en enfrentamientos formales, y en cada temporada quizás terminamos pagando 500 pesos, 550 pesos, para estos conceptos, pero no se trata de una cuota, acá no hay un cobro, y menos de 4 mil pesos, eso es falso y estoy molesto por esta respuesta de la UNAM, que es indigna”.

Al difundir esta “mentira” sobre el supuesto cobro de 4 mil pesos por jugadora, explicó el padre de familia, “nos podemos hacer una idea de qué tipo de gente sin escrúpulos está como autoridad deportiva en la UNAM, decir esa mentira nos da una idea muy clara de la calidad moral y ética de estos funcionarios”.

Por su parte, Mariana, también egresada de la UNAM, y con su hija en Pumas Blanco Flag, explicó que “yo nunca he pagado algo así (4 mil pesos por temporada anual). Por el contrario, yo creo que la UNAM está mintiendo, porque con todo, balones, árbitros en los juegos, quizás pagamos 500 pesos por temporada, o menos, porque la coach Judith y el coach Perro (coach asistente) no cobran absolutamente nada por entrenar a nuestras hijas, y ellos son personas muy comprometidas, están todos los fines de semana ahí, no importa si tiene gripa, si se sienten mal, ahí están”.

Mariana, de hecho, se considera a sí misma un ejemplo de la fortaleza que este equipo ha permitido generar en sus integrantes, ya que, señaló, “yo también jugué en Pumas Blanco Flag”.

Hace ocho años, explica, su hija de diez años sufrió un padecimiento de salud, por el que tuvo que ser sometida a una intervención quirúrgica, cuya convalecencia le causó a la menor nuevos problemas de salud.
Ante ello, recordó Mariana, “me recomendaron este deporte, el flag-futbol, porque es una actividad muy completa, y entonces llevé a mi hija a Pumas Blanco Flag… pero mi hija estaba chica todavía, tenía diez años, y no quería participar. Entonces, yo también me integré al equipo, y entrené junto con mi hija, jugué con mi hija, y eso a nosotras nos unió muchísimo”.

Ahora, presume orgullosa, “mi hija tiene 18 años, sigue siendo parte del equipo, y tiene mucha comunicación conmigo, nunca ha tenido problemas de drogas, de alcohol, o de que ya no quiere estudiar, se ha vuelto competitiva, fuerte, nadie la puede manipular, y esas son las enseñanzas que la coach Judith le ha dado”.

A continuación, te presentamos de forma íntegra la misiva enviada por la UNAM a Animal Político, y debajo el oficio DGDU/DORD/35/2019 que pone en entredicho el contenido de dicha misiva:

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