Evo Morales renunció este domingo a la presidencia de Bolivia luego de que las Fuerzas Armadas y la Policía le exigieran dejar el cargo, en medio de las protestas contra su reelección y el informe de la OEA sobre irregularidades en los comicios del mes pasado.
“Renuncio a mi cargo de presidente para que (Carlos) Mesa y (Luis Fernando) Camacho no sigan persiguiendo a dirigentes sociales”, dijo Morales a través de la televisión, aludiendo a los líderes opositores que convocaron protestas en su contra, desatadas el día siguiente de los comicios del 20 de octubre.
“Mi pecado (es) ser indígena, ser cocalero”, afirmó, agregando que su renuncia “no es traición a los movimientos sociales”, pues “la lucha sigue”.
“No tengo por qué escapar, no he robado nada”, dijo también Morales, de 60 años.
Horas antes, Morales había convocado a nuevas elecciones tras una auditoría de la OEA que detectó “serias irregularidades” en los comicios, pero la medida no fue suficiente.
Tras anunciar su dimisión, en su cuenta de Twitter Morales denunció que había una orden de “aprehensión ilegal” en su contra.
“Denuncio ante el mundo y pueblo boliviano que un oficial de la policía anunció públicamente que tiene instrucción de ejecutar una orden de aprehensión ilegal en contra de mi persona”, tuiteó Morales, además de acusar también que “grupos violentos” habían asaltado su domicilio.
Las Fuerzas Armadas y la Policía solicitaron su renuncia, sumándose a un pedido de líderes opositores.
“Luego de analizar la situación conflictiva interna, pedimos al presidente del Estado que renuncie a su mandato presidencial permitiendo la pacificación y el mantenimiento de la estabilidad, por el bien de nuestra Bolivia”, dijo el general Kaliman ante la prensa.
“Nos sumamos al pedido del pueblo boliviano de sugerir al señor presidente Evo Morales que presente su renuncia para pacificar al pueblo de Bolivia“, declaró por su parte el comandante general de la Policía, general Vladimir Yuri Calderón.
Asimismo, Kaliman anunció que ordenó “operaciones militares aéreas y terrestres para neutralizar a grupos armados que se encuentran actuando fuera de la ley”, en aparente alusión a los violentos ataques a buses de manifestantes opositores que viajaban hacia La Paz.
La salida de Morales precedió las primeras detenciones de miembros del organismo electoral que certificó su cuestionada victoria en la primera vuelta de las elecciones del 20 de octubre.
“Queremos anunciar que, gracias a un trabajo minucioso de la policía boliviana, se ha logrado la aprehensión de la presidenta del Tribunal Supremo Electoral, María Eugenia Choque”, dijo en rueda de prensa el comandante general de la policía, Vladimir Yuri Calderón.
El general Calderón dijo que también fue detenido este domingo Antonio Costas, quien era vicepresidente del TSE, encargado del sistema informático y quien renunció dos días después de las cuestionadas elecciones del 20 de octubre.
El vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, dimitió también, al igual que el presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, y el ministro de Minería, César Navarro.
La Constitución boliviana establece que la sucesión recae inicialmente en el vicepresidente, luego en el titular del Senado y después en el titular de Diputados, pero todos ellos renunciaron con Morales.
Sobre estos hechos, Cuba condenó enérgicamente lo que consideró un “golpe de Estado en Bolivia”, al igual que Venezuela.
La derecha con violento y cobarde golpe de estado atenta contra la democracia en #Bolivia. Nuestra enérgica condena al golpe de estado y nuestra solidaridad con el hermano Pdte @evoespueblo. El mundo se debe movilizar por la vida y la libertad de Evo. #EvoNoEstasSolo #SomosCuba pic.twitter.com/dPvZ8zQqJA
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) November 10, 2019
“Condenamos categóricamente el golpe de Estado consumado contra el hermano presidente @evoespueblo”, escribió en Twitter el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
La sede de la embajada de Venezuela en Bolivia fue tomada este domingo por “encapuchados”, acusó la jefa de la representación diplomática, Crisbeylee González, citada por la agencia estatal ABI.
“Con dinamita, encapuchados con escudos han tomado la embajada de Venezuela en Bolivia. Estamos bien y a resguardo, pero quieren hacer una masacre con nosotros. Ayúdennos a denunciar esta barbarie”, dijo la diplomática.
El gobierno de México, por medio del canciller Marcelo Ebrard, señaló que rechaza la operación militar en curso en Bolivia, y que daría asilo a Evo Morales, si así lo quiere.
“En Bolivia hay una operación militar en curso, la rechazamos,es similar a aquellos trágicos hechos que ensagrentaron nuestra América Latina el siglo pasado. México mantendrá su posición de respeto a la democracia y las instituciones. Golpe no”, publicó el secretario de Relaciones Exteriores.
México,de conformidad a su tradición de asilo y no intervención, ha recibido a 20 personalidades del ejecutivo y legislativo de Bolivia en la residencia oficial en La Paz, de así decidirlo ofrceríamos asilo también a Evo Morales.
— Marcelo Ebrard C. (@m_ebrard) November 10, 2019
Somos solidarios con la Inviolabilidad de las representaciones diplomáticas, ahora requerimos la misma solidaridad internacional para que se respete la integridad de la sede de embajada y residencia de México en Bolivia
— Marcelo Ebrard C. (@m_ebrard) November 11, 2019
En tanto el presidente López Obrador publicó: “Por lo pronto, ya que mañana daremos a conocer con amplitud nuestra postura, reconocemos la actitud responsable del presidente de Bolivia, Evo Morales, quien prefirió renunciar a exponer a su pueblo a la violencia”.
Reiteramos nuestro compromiso con la democracia y la autodeterminación de los pueblos. Lo que no se gana en las urnas jamás debe ganarse por la violencia, la ruptura del orden democrático en Bolivia debe ser ampliamente condenado.
— Jesús Ramírez Cuevas (@JesusRCuevas) November 11, 2019
La dirigente de Morena -partido del presidente López Obrador-, Yeidckol Polevnsky, acusó que en Bolivía hubo un golpe de Estado, que representa un regreso a la violencia y un duro golpe a la democracia en América Latina.
Duro golpe a la democracia en América Latina, el golpe de Estado en contra el presidente @evoespueblo es un regreso a la violencia.
Exigimos respeto a la vida, la libertad y la integridad de los bolivianos. #Bolivia #BoliviaResiste #BoliviaUnida #BoliviaSomosTodos #Yeidckol pic.twitter.com/Adu5mg1SQf— Yeidckol Polevnsky (@yeidckol) November 10, 2019
Por otro lado, el dirigente del PAN, Marko Cortés, consideró que la renuncia de Evo marca el fin de una era de autoritarismo.
La renuncia de @evoespueblo marca el fin de una era de autoritarismo. Es hora de reconciliación social y trabajo para restaurar la democracia en Bolivia. Esperamos que en América Latina se restablezcan los contrapesos democráticos, el orden y Estado de Derecho. #BoliviaLibre
— Marko Cortés (@MarkoCortes) November 10, 2019
El Colectivo Seguridad Sin Guerra, que agrupa a más de 300 organizaciones en México, expresó su rechazo a que la presión militar obligara a Morales a renunciar.
Lamentables los acontecimientos en Bolivia. Desde #seguridadsinguerra rechazamos el golpe de estado. pic.twitter.com/x4g84TRVkz
— Catalina Pérez Correa (sin-) (@cataperezcorrea) November 11, 2019
Con información de AFP