Para el tercer trimestre de 2019, el Producto Interno Bruto (PIB) se estancó debido a una caída en las actividades secundarias con relación al trimestre previo.
De acuerdo al reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las actividades secundarias disminuyeron -0.1% en el último trimestre, lo cual propició una caída real del PIB del -0.2% en comparación del mismo trimestre de 2018.
En tanto, el porcentaje por las actividades primarias aumentó 3.3% y el de las terciarias 0.1%.
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— INEGI INFORMA (@INEGI_INFORMA) November 25, 2019
Las actividades secundarias son la minería; la actividad petrolera; la generación; transmisión y distribución de energía eléctrica, el suministro de agua y de gas; la construcción y la industria manufacturera.
De éstas, la que registra una mayor caída es la actividad petrolera, la cual decreció -6.2% con relación al mismo trimestre de 2018 y -8.5% en comparación con los primeros 9 meses de 2018.
La caída de las actividades secundarias propicia que el PIB real no presente una variación positiva respecto al mismo lapso (enero-septiembre) de 2018.
En 2019, el PIB a precios constantes no ha registrado una variación frente a lo presentado en 2018.
Incluso, con esta suman dos caídas trimestrales en lo que va del año, toda vez que en el primer trimestre el PIB registró un retroceso de 0.2% con relación a los tres trimestres anteriores. Para el segundo trimestre no tuvo avance alguno.
En octubre pasado, la calificadora Moody’s recortó sus expectativas de crecimiento económico para 2019 para México de 0.5 a 0.2%, mientras para 2020 pasaron de 1.5 a 1.3%, al argumentar un descenso en el consumo privado y la inversión.
En un reporte, señaló que el marco político en el país se debilita, por lo cual mantuvo en “negativa” la perspectiva de calificación del país.
En junio pasado la calificadora cambió su perspectiva para México de “estable” a “negativa”, bajo el argumento de que el debilitamiento del marco político tiene implicaciones negativas para el crecimiento y la deuda.
No obstante, la firma confió en que la inversión se estabilice en 2020, como consecuencia de que el sector privado se acostumbre al nuevo entorno político, y estimó una recuperación en la inversión pública y el consumo del gobierno a medida que se normalice la curva de aprendizaje de la administración.
