El exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, aceptó su traslado a Nueva York para enfrentar el juicio en su contra por conspiración para cometer tráfico de drogas y falsos testimonios. 

El pasado martes, el juez David Horan, de la corte federal de Dallas, fijó la audiencia de este día para decidir si García Luna quedaba detenido o si podía obtener su libertad bajo fianza, sin embargo el exfuncionario renunció a su derecho de audiencia y aceptó su traslado a Nueva York. 

García Luna arribó hoy a la corte federal de Dallas con traje de reo naranja y esposado de pies y manos. En presencia de su esposa y sus dos hijos adolescentes, el exsecretario de Seguridad notificó al juez su deseo de ser trasladado. 

En la breve audiencia, de menos de 10 minutos, García Luna necesitó de traductor. El juez Hornan preguntó al detenido si entendía lo que estaba pasando y que la intención del gobierno de Estados Unidos era trasladarlo a Nueva York.

“Sí, señor, muchas gracias”, respondió García Luna. Ante esto, el juez le preguntó si tenía alguna objeción con ser traslado o que si tenía alguna pregunta. García Luna, de pie y custodiado por tres guardias, le respondió: “No, gracias, señor”.

Al finalizar, el exfuncionario volteó hacia su familia y con la palma izquierda de la mano se golpeó el pecho y les sonrió. 

La audiencia se realizó en una pequeña sala de no más de treinta sillas con muy poca prensa. No se permitió el acceso con celular o cámaras fotográficas. 

El exfuncionario fue detenido hace unos días en Grapevine, Texas, tras ser acusado en una corte federal de Nueva York por los cargos de tráfico de drogas, falsos testimonios y corrupción, según informó en su momento el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

En caso de resultar culpable por los cargos que le imputan, García Luna enfrentaría entre 10 y cadena perpetua.