En México se han contagiado de COVID-19 alrededor de 100 mil adultos mayores de 60 años y han muerto 33 mil, de las más de 56 mil defunciones en general registradas hasta este sábado 15 de agosto.
En la conferencia diaria de salud se expuso que por grupos de edad, donde ha habido más muertos ha sido entre los de 60 a 64 años y los de 65 a 70, con casi 8 mil muertos en cada caso. Pero la tasa de letalidad, es decir, la proporción de contagiados que finalmente fallecen, se va haciendo mayor conforme avanza la edad: mientras que en menores de 60 no llega al 20%, para los mayores de 80 años la mortalidad ha sido del 45%.
El director general de Epidemiología, José Luis Alomía, explicó que no es que los adultos mayores mueran más solo por su edad, sino porque tienen mayor incidencia de las comorbilidades que complican la enfermedad, en especial hipertensión y diabetes: los mayores que fallecieron tenían esas condiciones en 51 y 41% de casos, mientras que entre personas más jóvenes esa comorbilidad se presentaba el 34% de ocasiones.
A la conferencia de este sábado acudió el Director del Instituto Nacional de Geriatría, Luis Miguel Gutiérrez Robledo. Contó que ante las noticias que llegaron de países europeos cuando empezó allá la epidemia de coronavirus, de que el 40% de muertes era de residentes de asilos de ancianos, se evaluó la situación local de este grupo poblacional.
Pero en México, como en el resto de Latinoamérica, no existe propiamente un sistema de cuidados formal para los adultos mayores: solo el 1% vive en residencias especializadas y el resto en su propia casa o con familiares.
Sin embargo, la familia no es garantía de un cuidado adecuado. En todo el país hay 2.9 millones de adultos mayores que tienen algún grado de dependencia, pero solo 1.2 millones tienen cuidadores que se encarguen de ellos. Es decir, que casi el 60% de mayores vive en casas particulares en las que no tiene correcta atención a sus necesidades.
De los pocos asilos que hay, ni siquiera se tenía un censo actualizado: el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) tenía reportadas mil 068 instituciones, pero ya se han identificado mil 769, en donde viven 10 mil 303 personas.
La sorpresa, según expuso Gutiérrez Robledo, es que han encuestado a 411 instituciones y en el 79% han tenido alguna capacitación reciente sobre prevención y control de infecciones, lo que indica que están mejor preparadas para enfrentar la pandemia.
