Debido al confinamiento, el número de personas que buscan tratar sus adicciones en los centros especializados y en hospitales ha disminuido, señaló durante la conferencia sobre Covid-19 Nadia Robles Soto, directora de la Coordinación de Programas Nacionales contra las Adicciones y responsable del Observatorio Mexicano de Drogas (OMD) Conadic.
La funcionaria precisó que en esta temporada de confinamiento, las urgencias médicas asociadas al consumo de sustancias han tenido un decremento de 40% si se compara enero julio de 2019 contra el mismo periodo de 2020.
“Lo mismo pasa –explicó– en el caso de egresos hospitalarios asociados a consumo de sustancias que también han tenido un decremento en los últimos siete meses”.
En el caso de los relacionados a alcohol, durante julio de 2019, por ejemplo, se registraron 526 egresos hospitalarios, mientras que en 2020 solo hubo 34. En el caso de drogas múltiples, durante esos meses del año pasado se registraron 370 egresos hospitalarios por esta causa, pero solo 43 en 2020.
La demanda de tratamiento en los centros de atención, tanto ambulatorios como residenciales, también se fue a pique.
Aunque aquí la funcionaria aprovechó para hablar de un cambio previo. Antes de 2017, explicó, la sustancia por la que más se demandaba atención era el alcohol y en las de tipo ilícito la mayor demanda de atención era por consumo de Cannabis.
Pero a partir de 2017 a 2018 se ve un decremento de la demanda de tratamiento por Cannabis y un incremento de la demanda de tratamiento por metanfetaminas, particularmente por cristal.
“Y en este periodo de confinamiento hemos visto también un decremento en la demanda de atención por el consumo de estas sustancias, pero se entiende que es por las medidas de distanciamiento social”, aseguró.
En enero de 2020, la demanda de tratamiento por consumo de metanfetaminas fue de 4,720 atenciones, mientras que en julio sólo se registró una demanda de 971 requerimientos de tratamiento.
Sin embargo, Robles Soto señaló que las solicitudes de atención se han mudado a otros canales, no físicos, como la línea de la vida, en la que se da atención telefónica para resolver dudas o atención a las personas que demandan tratamiento.
En junio de 2019, las llamadas a esa línea alcanzaron las 9,446; mientras que en junio de 2020 hubo 12,194 consultas telefónicas.
También han subido las consultas vía redes sociales, lo que no es extraño si se considera que muchos de los consumidores son personas jóvenes, dijo la funcionaria.
En enero de 2020, la atención presencial en su conjunto acumuló un total de 20,458 atenciones, la atención a distancia, vía la línea de la vida, registró 5,570 consultas, mientras que en redes sociales estas totalizaron 36, 693.
Para el mes de junio de 2020, esos números variaron por completo. La atención presencial cayó hasta 4,754 atenciones, mientras que las consultas telefónicas subieron hasta 12,194 y las realizadas en redes sociales hasta 289, 225.
Estas tendencias, subrayó Robles Soto, “nos dicen que tendremos que ir virando hacia nuevas alternativas de atención, donde quizá la presencia ya no sea necesaria, o en las que puedan encontrarse alternativas como la telemedicina”.
