En lo que va de la pandemia, la Procuraduría Social de la Ciudad de México (Prosoc) ha recibido más de 10 mil llamadas para denunciar la realización de fiestas en condóminos, sin embargo, ninguna ha derivado en una sanción.
La procuradora Patricia Ruiz Anchondo detalló que hay coordinación con el Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) para atender estas llamadas ya que la Prosoc no tiene atención las 24 horas y estos reportes se dan generalmente en la noche, por lo que las denuncias se canalizan al 911.
“Las quejas que nos llegan de manera directa las estamos turnando a las autoridades correspondientes. Tenemos la indicación del gobierno de la ciudad de priorizar el diálogo y de hacer un exhorto a las personas que están llevando a cabo estas reuniones para que las disuelvan, y hasta el momento han funcionado, dijo en videoconferencia.
De acuerdo con la funcionaria, hasta ahora se ha clausurado un gimnasio porque estaba en funciones cuando no es una actividad esencial y en semáforo rojo no pueden estar operando.
Ruiz Anchondo dijo que como institución tienen las posibilidades de sancionar administrativamente a los que alteren la vida en el condómino, pero hasta la fecha, no se le ha enviado ninguna solicitud.
El procedimiento, explicó, debe iniciarlo el C5 ante Prosoc para que la Procuraduría pueda aplicar las multa que van de hasta 8 mil 688 pesos a quienes realicen fiestas o reuniones de más de 10 personas en la Ciudad de México durante la pandemia.
El Instituto de Verificación Administrativa de la Ciudad de México (INVEA) lleva 373 establecimientos suspendidos en lo que va de pandemia por no cumplir con las medidas sanitarias; siendo en su mayoría locales de venta de alcohol, restaurantes y bares, los sancionados.
Las fiestas y vacaciones de fin de año provocaron un aumento de 36% en los contagios de COVID en la Ciudad de México, según datos del gobierno local.
