Las autoridades sospechan que la Familia Michoacana está detrás del asesinato de 13 policías (ocho estatales y cinco agentes ministeriales) perpetrado el jueves 18 de marzo en la comunidad de Llano Grande, Coatepec Harinas, al sur del Estado de México. Se trata del peor ataque contra agentes de seguridad desde la masacre de Aguilillas, Michoacán, en la que perdieron la vida 14 uniformados en octubre de 2019.
Fuentes oficiales confirmaron a Animal Político que, aunque por el momento no hay detenidos, ya se trabaja en localizar a sospechosos que estarían vinculados a la Familia Michoacana, el grupo delictivo que controla la zona en la que se registró el ataque.
La emboscada tuvo lugar entre las 12:00 y las 13:00 horas en Coatepec Harinas. Los agentes se encontraban patrullando y se desplazaban en convoy. Primero avanzaba un jeep de la policía estatal con cuatro agentes, detrás un pickup de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, con cinco ministeriales; y cerrando el grupo un Dodge Avenger azul también de la policía estatal, con otros cuatro uniformados.
Se trata de una zona montañosa, por lo que el ataque llegó desde el costado de la carretera, donde los agresores podían resguardarse. Según fuentes oficiales, al recibir la agresión el primero de los vehículos trató de acelerar, pero apenas logró avanzar unos metros hasta que se estrelló con otro vehículo que estaba aparcado.
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El fiscal general del Edomex, Alejandro Gómez Sánchez, y el secretario de Seguridad, Rodrigo Martínez-Celis, explicaron en un video que los agentes se encontraban en un patrullaje, sin dar más detalles. Los detalles sobre este despliegue policial pueden servir para explicar cómo se produjo el ataque: si los integrantes del grupo criminal se sintieron amenazados o si, por el contrario, sabían que el convoy pasaría por la zona y estaban esperando. Apenas dos días antes se registró un operativo en Zacualpan, municipio ubicado a 40 kilómetros al sur del lugar del ataque.
Alejandro Lovera Hernández, Guillermo Torres Mixteco, David Pedroza Guadarrama, Martín Solares Morales, Ernesto Mondragón Ramírez, Juan Darío Mesas Morales, Víctor Manuel García Vázquez y Mauricio Rodríguez Zárate, son los ocho policías estatales asesinados.
Todo el personal que integra la #SSEdoméx lamenta profundamente la irreparable pérdida de los elementos caídos en cumplimiento de su deber; así como los de la @FiscaliaEdomex. Enviamos nuestras más sinceras condolencias a familiares y amigos. pic.twitter.com/Kw8opS3NS5
— Secretaría de Seguridad del Estado de México (@SS_Edomex) March 19, 2021
Los cinco agentes ministeriales presentes en la emboscada que también murieron son: Ricardo Mondragón Ramírez, José Luis Gómora Bernal, Abraham Hipólito Legorreta, Juan Carlos Villalobos Bolaños y Jonathan Enrique Lazcano Gonzáles.
Con profundo pesar, quienes formamos parte de la @FiscaliaEdomex, lamentamos el fallecimiento de nuestros compañeros Policías de Investigación, así como de los elementos de la @SS_Edomex quienes cobardemente fueron atacados este jueves en la zona sur de la entidad. pic.twitter.com/F1mlshSkGx
— Fiscalía Edoméx (@FiscaliaEdomex) March 19, 2021
Por el momento se desconoce cuántas personas participaron en el ataque o qué tipo de armamento emplearon, algo que podrá conocerse cuando avancen las investigaciones.
La zona es considerada como “muy conflictiva” por las autoridades estatales. Según publicó Animal Político en septiembre de 2020, un total de 26 grupos criminales tienen presencia en el Edomex, entre los que destacan el Cartel Jalisco Nueva Generación y la Familia Michoacana. Estos últimos tienen un mayor control de la zona sur de la entidad, la que colinda con el estado de Guerrero y donde se ubica Coatepec Harinas.
En lo que llevamos de año, según cifras de la ONG Causa en Común, un total de 86 agentes fueron asesinados en el país. Hasta la fecha Zacatecas, con 11 uniformados víctimas de la violencia, era el estado más mortífero para las fuerzas de seguridad, seguido por Veracruz (10), Guanajuato (10), Edomex y Chihuahua (8 cada uno). Tras la emboscada, el Estado de México pasará a encabezar la lista.
En 2020, Causa en Común registró la muerte violenta de 524 policías. Guanajuato, con 84 víctimas, y Edomex y Veracruz, con 39 cada una, fueron las entidades más peligrosas para los uniformados.
