Autoridades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no fueron advertidas de sobre el potencial peligro por las lluvias que causaron el desbordamiento del río Tula y la inundación del Hospital General del lugar, por lo que no se pudo evacuar a tiempo, explicó Zoe Robledo.
“Desafortunadamente, ni el personal directivo del Hospital, ni la jefatura de Prestaciones Médicas ni la Delegación de Hidalgo fueron advertidos, ni oficial ni informalmente, del fenómeno y de su potencial”, dijo en un mensaje el titular del IMSS.
Aseguró que el Instituto cuenta con protocolos de prevención, preparación, mitigación y atención a emergencias mayores y a desastres.
“El Programa Hospital Seguro cuenta con un protocolo de evacuación de hospitales con énfasis en áreas críticas. En los últimos tres años se han realizado 46 evacuaciones hospitalarias exitosas, cinco de ellas totales. Este caso fue distinto, no hubo tiempo de anticipación”, abundó Robledo.
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Explicó que durante las horas de la emergencia murieron 14 personas: dos mujeres y 12 hombres, con un promedio de edad de 61 años, todos con diagnóstico COVID-19.
De ellos, siete murieron por complicaciones inherentes a la gravedad de su cuadro, seis que no pudieron ser movilizados por las condiciones clínicas que tenían, y un paciente de 84 años que fue trasladado en helicóptero del Hospital de Tula al Hospital de Magdalena de las Salinas en la Ciudad de México donde falleció por gravedad de su enfermedad por COVID.
Además, se movilizaron 48 pacientes de la planta baja a la planta alta. De esos 40 fueron trasladados a los siguientes hospitales: 19 al HGZ No. 6 en Tepeji del Río, 20 al HGZ No. 1 de Pachuca y uno más, al Hospital de Especialidades de La Raza.
Cinco de esos pacientes están dados de alta y 35 se encuentran hospitalizados, estables.
En 20 minutos de inundó el hospital
Zoe Robledo relató cómo ocurrió la inundación de este 7 de septiembre.
Esa noche en el hospital había 54 pacientes hospitalizados: 22 con diagnóstico COVID-19 y 32 por otros padecimientos, tres recién nacidos, mujeres embarazadas. Además de 106 trabajadores.
“Como lo han explicado otras autoridades las lluvias torrenciales en Hidalgo, en el Estado de México y en la Ciudad de México, generaron un incremento súbito en el caudal del Río Tula que lo llevó a su desbordamiento en un punto cercano al hospital”, comentó en su mensaje.
El hospital se encuentra ubicado en la zona centro de la ciudad a unos100 metros del Río Tula.
La lluvia comenzó a las 22:00 horas y cerca de la medianoche vino el corte de energía eléctrica, entonces comenzó a trabajar la planta de emergencia del hospital, y el personal comenzó la movilización de los pacientes de la planta baja a la planta alta.
Según los trabajadores, fue alrededor de las tres de la mañana, cuando en un lapso de 20 minutos “el nivel del agua se incrementa de manera repentina y colapsa la planta de emergencia del hospital”.
Robledo aclaró que los pacientes siempre contaron con oxígeno con tanques portátiles y que durante la mañana del miércoles, con apoyo de una lancha de Sedena llevaron 27 tanques más para los pacientes del hospital y para los que fueron trasladados.
Gobiernos de Hidalgo y Tula niegan responsabilidades
El gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, afirmó que la responsabilidad de alertar sobre la gravedad de las lluvias y la magnitud de las afectaciones es de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
De acuerdo con el diario Reforma, el mandatario señaló que lo ocurrido “fue una cosa increíble, difícil de prever para muchos. Hay un reporte, existen reportes de la autoridad competente para emitir alertas. La Conagua e la autoridad encargada de decidir si va a haber”.
Dijo que la Comisión es responsable de los niveles de las presas y compuertas.
Por su parte, el edil de Tula, Manuel Hernández, indicó que el municipio advirtió sobre el riesgo de inundaciones desde que se formó el huracán ‘Grace’, el 13 de agosto.
“Nosotros alertamos desde cuando se dio el huracán Grace, que hay latente la posibilidad de inundaciones en Tula, pero no de tal magnitud”, declaró.
Según el alcalde, en un vuelo de reconocimiento realizado este miércoles por autoridades, se constató que no hay a dónde echar el agua de las presas para reducir el volumen del río Tula.
Sin embargo, dijo, “ahorita es el momento menos oportuno para buscar culpables, hoy son momentos de unidad”.
Con información de Reforma (suscripción necesaria).
