Francia pidió este viernes a las autoridades estadounidenses que “suspendan la ejecución” de la estadounidense de origen mexicano Melissa Lucio, condenada en un juicio polémico a la pena capital por la muerte de su hija.
Mariah, su hija de dos años, fue encontrada muerta en su casa, cubierta de moretones, días después de haberse caído por las escaleras.
Desde entonces, su madre, cuya ejecución está programada en el estado de Texas para el 27 de abril, clama su inocencia.
“Francia recuerda su constante oposición a la pena de muerte, en cualquier parte y en cualquier circunstancia”, declaró la vocería adjunta del Ministerio de Asuntos Exteriores francés.
La excandidata presencial Christiane Taubira dijo hace unos días que Lucio es probablemente “víctima de un error judicial”.
Madre de 12 hijos, embarazada de gemelos en aquel entonces, Melissa Lucio tuvo una vida marcada por las agresiones físicas y sexuales, las adicciones a las drogas y la inestabilidad económica. La policía sospechó inmediatamente que golpeó a su hija.
Sin embargo, una incapacidad física de Mariah que la volvía inestable cuando caminaba, y pudo explicar su caída, no fue tomada en cuenta por los expertos, según la defensa de Lucio, que también argumentó que los hematomas pudieron haber sido causados por un trastorno de la circulación sanguínea.
Ninguno de los hijos de Melissa la ha acusado de ser violenta. En tanto, el fiscal que impulsó el caso fue más tarde condenado a prisión por corrupción y extorsión.
Personalidades como la estrella Kim Kardashian se han movilizado en su favor y numerosos medios de Latinoamérica recogieron su historia.
Se trata de la primera mujer de origen hispano condenada a muerte en Texas, el estado que más ejecuciones ha realizado en el siglo XXI.
