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Poca lluvia, más calor y emisiones sin control traerán más contingencias en CDMX, advierten CAMe y expertos
Poca lluvia, más calor y emisiones sin control traerán más contingencias en CDMX, advierten CAMe y expertos
5 minutos de lectura
Poca lluvia, más calor y emisiones sin control traerán más contingencias en CDMX, advierten CAMe y expertos
29 de mayo, 2022
Por: Andrea Vega
@EAndreaVega 

A medida que las temperaturas aumenten, las lluvias sigan irregulares y las emisiones contaminantes no se controlen habrá más contingencias ambientales de las pronosticadas originalmente en la actual temporada en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), de acuerdo con expertos y autoridades de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe).

En febrero pasado la CAMe había pronosticado que habría entre tres y cinco contingencias ambientales, por lo menos entre marzo y mayo, pero hasta ahora ya van cuatro contingencias. La primera fue el 29 de marzo y duró solo ese día. La segunda fue el 2 de mayo y terminó hasta el 4 de mayo. Pero de inmediato se presentó otra, el 5 de mayo, que duró hasta el día siguiente. Es decir, en una semana hubo dos contingencias prolongadas.

Después durante 14 días no se presentó ninguna. Pero el viernes 20 de mayo, la CAMe volvió a activar una, que duró hasta el sábado 21. Eso deja un registro de cuatro y eleva el riesgo de que se rebase el número de cinco que se había pronosticado.

Lee: Valle de México vuelve a activar contingencia ambiental; es la cuarta en mayo

“Si se presentan olas de calor, hay posibilidad de que se presenten contingencias. Estas típicamente terminan en mayo, pero el clima ha cambiado y siempre hay ese riesgo. También influye mucho si hay entrada de humedad o no, si hay vientos o no, hay varios factores que se combinan y resultan o no en episodios de mayor contaminación”, precisa Víctor Hugo Páramo, coordinador ejecutivo de CAMe.

El especialista explica que la megalópolis está en una meseta central, a una altitud de 2 mil 240 metros sobre el nivel del mar, eso hace que el espesor de la atmosfera sea menor que a nivel del mar y la radiación solar, que condiciona que se genere ozono, entra con más fuerza.

“El ozono por sí mismo no existe, se produce por la reacción del óxido de nitrógeno y los compuestos orgánicos volátiles, derivados, por ejemplo, de la quema de combustibles, que al conjuntarse y con el calor, generan ozono”, explica Carolina García, directora de Prevención y Control de la Contaminación Atmosférica en el Estado de México.

En la estratosfera, el ozono forma una capa con elevadas concentraciones (con el máximo en torno a los 25 km) que filtra los rayos ultravioletas dañinos para el ser humano. Por el contrario, el ozono que está presente en las proximidades del suelo tiene su origen principalmente en las reacciones químicas que se producen a partir de otros contaminantes (compuestos precursores), que reaccionan bajo la acción de la luz solar.

Tania Margarita Silva Cruz, neumóloga pediatra y directora del Hospital Pediátrico Villa de la Ciudad de México, señala que las afectaciones a la salud por este ozono varían, pueden ir desde irritación de garganta, dolor de cabeza, que disminuya la capacidad respiratoria y se altere la capacidad del organismo de defenderse de agentes patógenos, hasta impactos más graves en poblaciones vulnerables, como los adultos mayores, las personas con asma o con enfermedades pulmonares.

¿Estamos en una temporada atípica?

Horacio Riojas Rodríguez, director de Salud Ambiental del Centro de Investigación en Salud Poblacional del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) puntualiza que toda contingencia ambiental es algo extraordinario. “No debería haber y no deberíamos acostumbrarnos a que haya. Pero por un lado no están controladas totalmente las fuentes de emisiones de precursores de ozono y por otro lado cada año tenemos más días calurosos, con más altas temperaturas, por esto del cambio climático, y eso incrementa el riesgo de que se presenten”.

Por ahora, agrega Riojas Rodríguez, el número de contingencias que se presentan por año no ha variado. El año pasado hubo menos (2), porque había menos actividad por la pandemia. El de más contingencias ambientales hasta ahora fue 2016, cuando hubo diez. Salvo ese récord, el resto de los años el promedio se ha mantenido entre tres y cinco.

Para no rebasar ese número, e incluso disminuirlo, dice el especialista del INSP, son fundamentales los programas de mediano plazo parar controlar, año con año, las emisiones de precursores que ante el calor generan más ozono.

En enero se publicó el Programa de Gestión para Mejorar la Calidad del Aire de la Zona Metropolitana del Valle de México (ProAire ZMVM) 2021-2030. Este está conformado por 19 acciones enfocadas a sectores que, en conjunto, emiten más del 70% de los contaminantes que impactan la calidad del aire.

Las medidas que conforman el programa se centran en: incrementar el uso de tecnologías limpias y reforzar la normatividad para reducir las emisiones en el sector transporte.

ProAireZMVM también considera extender el uso de combustibles fósiles más limpios tanto para el transporte como para la industria; actualizar el marco normativo para reducir las emisiones industriales.

A lo anterior se suma: limitar el contenido de compuestos orgánicos volátiles en productos de uso cosmético, doméstico, industrial, comercial y de servicios; mejorar la gestión de los residuos sólidos urbanos y las aguas residuales y mejorar el monitoreo de la calidad del aire en la ZMVM, entre otras.

Las medidas que conforman el programa se centran en: incrementar el uso de tecnologías limpias y reforzar la normatividad para reducir las emisiones en el sector transporte; administrar la demanda del transporte individual, para reducir el número de viajes, las distancias recorridas y los tiempos de traslado.

ProAireZMVM también considera ampliar el uso de modos de transporte masivos y de bajas emisiones, además de promover un desarrollo urbano sostenible; extender el uso de combustibles fósiles más limpios tanto para el transporte como para la industria; actualizar el marco normativo para reducir las emisiones industriales.

A lo anterior se suma: reducir el uso de gas licuado de petróleo y atender las fugas que se presentan en las etapas de la cadena de suministro y consumo; limitar el contenido de compuestos orgánicos volátiles en productos de uso cosmético, doméstico, industrial, comercial y de servicios; mejorar la gestión de los residuos sólidos urbanos y las aguas residuales y mejorar el monitoreo de la calidad del aire en la ZMVM, entre otras.

“Dependemos de que eso se cumpla para que no tengamos esas agudizaciones de ozono, así que debemos estar muy atentos a cómo se va implementando y desarrollando este programa”, dice Riojas Rodríguez.

 

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