La Fiscalía General de Sinaloa dio por descartado, sin dar explicaciones o pruebas, que el asesinato del periodista Luis Enrique Ramírez, ocurrido en mayo, se debiera a su trabajo como comunicador.
Sara Bruna Quiñónez, titular de la institución, dijo este lunes que el móvil del crimen ya está establecido y que ya se identificó a los responsables, aunque por ahora —sostuvo— no es conveniente para las investigaciones dar más detalles.
“(Estamos) descartando que en la privación de su vida haya tenido que ver su actividad de periodista, siendo otras las razones por las cuales se privó de la libertad primero y de su vida después. Se ha establecido el móvil del hecho, la cronología y la modalidad concurrida, así como la identidad de los responsables”, señaló la funcionaria.
Quiñónez aseguró que las autoridades están comprometidas a esclarecer el crimen y a que se haga justicia. Para ello —argumentó—, se debe actuar “con pulcritud” en cada paso legal. Hasta ahora, no hay detenidos.
El asesinato de Luis Enrique Ramírez, cuyo cuerpo fue hallado en calles de Culiacán el 5 de mayo, causó indignación en el gremio periodístico.
Incluso, motivó manifestaciones en la Ciudad de México, donde comunicadores exigieron un alto a la violencia, condiciones de seguridad para trabajar y justicia en los asesinatos de compañeros.
Organizaciones en pro de la libertad de prensa advierten que una conducta común entre autoridades es minimizar estos crímenes y rechazar que tengan relación con la labor periodística de las víctimas. Con ello, buscan restarles atención pública.
Desde el 2000 hasta la fecha, más de 150 periodistas han sido asesinados en México, según un recuento de la organización Artículo 19.
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