María de Lourdes Cerrillo fue asesinada en Xochimilco. De acuerdo con la familia de la joven, su pareja es el responsable del crimen, pero las autoridades no han realizado el peritaje correspondiente para que sea girada la orden de aprehensión.
La última vez que su familia vio con vida a la joven de 28 años de edad fue el 7 de junio, cuando Lourdes fue a pasar algunos días en la casa de su familia, ubicada en la alcaldía Benito Juárez, de la Ciudad de México, porque se había peleado con Saúl, su pareja.
La joven le dijo a su hermana y a su mamá que tenía intención de separarse de él, pero esa tarde Saúl acudió a pedirle perdón con un ramo de flores en la mano y se reconciliaron.
“Supuestamente él vino por sus cosas, pero le trajo flores a mi hermana e incluso me dio un dinero que le debía a mi mamá. Después de esto se fueron a un bar. Esa tarde todavía le marqué a mi hermana para ver si iríamos juntas a hacer ejercicio, pero me respondió que no, que no la esperara”, recordó Valeria Cerillo, hermana de la víctima.
Más tarde, Valeria supo que su hermana seguía en el bar con Saúl. Sostuvieron una llamada telefónica y María de Lourdes le avisó que no iría esa noche a la casa de su familia; se quedaría con su pareja en Xochimilco debido porque había una fuerte tormenta.
Horas después, durante la madrugada del 8 de junio, Valeria y su madre recibieron una llamada de Saúl, quien les avisó que María de Lourdes había fallecido, según él, por una “broncoaspiración”.
“Eran como las 5:30 de la mañana cuando marcó por teléfono este señor. Mi mamá contestó; yo estaba dormida y desperté por el ruido. Nada más la escuché decir muy alarmada: “¿qué le hicieron a mi hija?”; en ese momento le arrebaté el auricular. Del otro lado de la línea estaba Saúl, quien me dijo que estaban dormidos y mi hermana se empezó a ahogar, que él no se dio cuenta y por eso no pudo hacer nada”, dijo Valeria en entrevista con Animal Político.
De acuerdo con la versión de Saúl, al percatarse de que su pareja estaba inconsciente llamó a una doctora, quien acudió al domicilio y les informó que ya no se encontraba con vida.
La familia de la víctima tardó más de una hora en trasladarse desde la colonia Narvarte hasta el barrio de Caltongo, en Xochimilco. Cuando llegaron encontraron a María de Lourdes tendida en un colchón y con una sábana encima. Saúl estaba hincado a sus pies llorando.
“En ese momento se me fue el alma. No sabía qué hacer y le grité de todo a este señor, mi papá entró y se enojó muchísimo, de inmediato quiso golpear al tipo, pero lo detuvieron. Mi mamá fue la última en entrar a la habitación en la que estaba mi hermana, se acercó y la descubrió”, dijo Valeria.
Fue hasta ese momento cuando notificaron a las autoridades sobre el fallecimiento de Lourdes. Valeria llamó al 911 y en menos de veinte minutos acudieron los paramédicos al lugar, quienes corroboraron que la joven estaba sin vida. Después llegaron los peritos de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) para iniciar las investigaciones.
Valeria pidió que detuvieran a Saúl, quien fue trasladado a una agencia del Ministerio Público para rendir su declaración. Las autoridades lo dejaron en libertad porque no había pruebas suficientes para imputar alguna responsabilidad debido a que el cuerpo de la joven no presentaba aparentes signos de golpes o alguna lesión.
El 12 de junio, Valeria se comunicó a la Fiscalía para conocer los avances del caso; le dijeron que todavía faltaba realizar la mecánica de hechos, pero que ya tenían los resultados de la necropsia, la cual reveló que la causa de muerte fue por traumatismo craneoencefálico.
“Me dijeron que todavía no podían detener a este señor porque falta la mecánica de hechos y hasta que esa se emita se puede girar una orden de aprehensión; sin embargo, a la fecha, este peritaje todavía no se realiza y no hay para cuando”, reclamó Valeria.
Animal Político consultó a la Fiscalía sobre la investigación, pero hasta el momento de la publicación no hubo respuesta.
Valeria recuerda que en más de una ocasión, ella y su familia hablaron con María de Lourdes para que pensara si quería continuar su relación con Saúl, quien ejercía violencia psicológica en su contra. Incluso, la víctima abandonó la licenciatura que estudiaba y dejó su empleo. Además, constantemente la descalificaba por no saber cocinar.
De acuerdo con lo narrado por Valeria, su madre cuestionaba a su hermana sobre por qué seguía con “ese señor” si le hablaba feo, era celoso y posesivo.
Actualmente, Valeria y su familia están a la espera de poder conocer a detalle los avances en el caso. Hasta ahora, acusan que no les han dado copia de la carpeta de investigación, y siguen a la espera de la mecánica de hechos para que las autoridades giren una orden de aprehensión contra Saúl, quien sigue libre.
Aunque desconocen su paradero, Valeria dice que el presunto agresor de su hermana no ha dejado de enviarles mensajes de texto para decirles que él la amaba. Sostiene la versión de intentó ayudarla, pero no pudo.
Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en los primeros cinco meses de 2022 se han abierto 385 carpetas de investigación por el delito de feminicidio en México.
De ellas, 22 fueron iniciadas en la Ciudad de México. En tres casos, el feminicidio se cometió con arma de fuego, en dos, se usó arma blanca y en 17 más no se especificó el elemento que provocó la muerte.