El secretario de Salud de Sinaloa, Cuitláhuac González, confirmó el primer caso de viruela del mono en la entidad.
Al presentar los primeros síntomas, el paciente acudió al servicio médico donde se le tomaron las muestras correspondientes y se confirmó el contagio.
“Estudios de laboratorio practicados a un paciente que viajó a la Ciudad de México en fecha reciente confirmaron que Sinaloa se suma a otras entidades del país que confirman tener al menos una persona infectada con la viruela del mono”, dijo en conferencia de prensa.
De acuerdo con el funcionario, la persona infectada se encuentra estable y en aislamiento domiciliario con estricta vigilancia médica.
González hizo un llamado a la población para acudir a la unidad médica más cercana en caso de presentar síntomas o estar en contacto con un sospechoso.
Los primeros síntomas se manifiestan después de siete a 10 días y, en caso de confirmarse la enfermedad, se decreta un aislamiento del paciente de 21 días para someterlo a tratamiento médico en completo aislamiento.
Viruela del mono en México
El 11 de julio, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) dio a conocer que en México había 35 casos registrados, 22 de ellos en la Ciudad de México; nueve en Jalisco; uno en Veracruz; uno en Colima; uno en Baja California y uno en Nuevo León.
Detalló que el 94% de los casos son varones y 60% de ellos son VIH positivo. Con el caso de Sinaloa serían 36 casos a nivel nacional.
¿Qué es?
De acuerdo con la OMS, la viruela del mono es una enfermedad causada por el virus de la viruela símica. Se trata de una zoonosis vírica, lo que significa que puede propagarse de animales a seres humanos y entre las personas.
Aunque la OMS se ha dicho preocupada por el avance de la enfermedad, pero por el momento no se trata de una emergencia de salud pública global.
Los síntomas de la enfermedad incluyen fiebre, dolor de cabeza, inflamación de los ganglios linfáticos, dolor muscular y falta de energía.
Luego aparecen erupciones en la cara, las palmas de las manos y las plantas de los pies; lesiones, pústulas y, finalmente, costras. Suele curarse en unas tres semanas.
