El presidente Andrés Manuel López Obrador minimizó los problemas de violencia en el país, bajo el argumento de que es falso que estos impidan la gobernabilidad y de que sus opositores quieren utilizar el tema para crear una percepción de inseguridad y afectar a su gobierno.

López Obrador hizo esa declaración a pesar de que la semana pasada se registraron bloqueos y quemas de vehículos en Jalisco, Guanajuato, Chihuahua y Baja California. En Ciudad Juárez, Chihuahua, fueron asesinadas 11 personas y el propio mandatario reconoció que hubo ataques a la población civil.

“No hay ningún problema mayor, pero (los opositores a su administración) sí quieren agarrar esa bandera de la violencia, pero bueno, ya dije, ya informé de cuántos homicidios hubieron el fin de semana”, dijo en su conferencia de prensa mañanera de este lunes.

“Aquí son dos cosas: la realidad y la percepción. ¿Y qué cosa es la que manejan los medios informativos del conservadurismo? Pues la percepción, crear un ambiente de miedo, de temor. ‘Qué barbaridad, es ingobernable el país’. No es cierto”, insistió.

A juicio de López Obrador, algunos empresarios son quienes promueven esa idea. En particular, señaló a Gustavo de Hoyos, expresidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

Al respecto, las cifras oficiales muestran que en este sexenio sí se detuvo la tendencia al alza que prevaleció a finales del gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), pero los asesinatos se mantienen en niveles elevados.