El exprocurador Jesús Murillo Karam recibió prisión preventiva justificada este sábado. Se quedará en el Reclusorio Norte hasta su próxima audiencia, en la que se definirá si queda vinculado a proceso o no por delitos relacionados con su participación en el caso Ayotzinapa.
El juez que llevó su primera audiencia consideró que la medida cautelar de prisión preventiva evitará riesgos procesales argumentados por los fiscales, por ejemplo, que podría sustraerse de la justicia por su capacidad económica y relaciones.
Al final de la audiencia, el juez preguntó a Murillo Karam si quería decir algo. Él respondió que “se derrotó la presunción de inocencia”, a lo que el juez le reviró que no es así porque la prision preventiva no prejuzga y que se mantiene su presunción de inocencia.
La defensa del exfuncionario solicitó duplicidad del término, por lo cual la siguiente audiencia del exprocurador estaría fijada para el 24 de agosto a las 8:00 horas. Ahí se decidirá si se vincula a proceso.
La Fiscalía General de la República (FGR) solicitó al juez federal la prisión preventiva justificada para el exprocurador. Sin embargo, la defensa buscó argumentar que por el estado de salud del exfuncionario no era conveniente que esté en prisión.
El médico Alberto Jonguitud dijo que el exprocurador tiene tres padecimientos crónicos: hipertensión, enfermedad pulmonar obstructiva crónica e insuficiencia vascular cerebral.
La defensa también argumentó la edad de Murillo Karam, quien tiene 74 años.
Durante más de 10 horas de audiencia inicial, la FGR leyó la imputación por desaparición forzada, tortura y delitos contra la administración de justicia en contra del exfuncionario del gobierno de Enrique Peña Nieto, y pidió su vinculación a proceso.
La fiscalía acusó al exprocurador Jesús Murillo Karam de permitir torturas para fabricar la llamada “verdad histórica”, en el caso de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa.
Los ministerios públicos federales indicaron que, para dar respuesta al clamor social que generaba desestabilización y previo a una reunión con el expresidente Peña Nieto, Murillo Karam hizo la “instrucción y ejecución de hechos delictivos para sostener la verdad histórica”.
Señalaron que una prueba de esta es la declaración de quien videograbó los testimonios de los detenidos y que presuntamente fueron obtenidos bajo tortura.
Agregaron que la persona declaró que fue testigo de que se realizó una reunión de altos mandos el 7 de octubre de 2014, donde delinearon la estrategia de investigación del caso, solo dos días después de que el entonces procurador atrajo la investigación.
La declaración de quien videograbó a los testimonios de los detenidos y que presuntamente fueron obtenidos bajo tortura es otra de las pruebas de los MP.
Vía @nayaroldan. pic.twitter.com/1o12Kxfxn1
— Animal Político (@Pajaropolitico) August 20, 2022
Dicha reunión realizada en Guerrero fue encabezada, dijeron, por Murillo Karam. Estuvieron Tomás Zerón, Omar García Harfuch, exdelegado de la Policía Federal en Guerrero y actual secretario de Seguridad capitalina, y Gualberto Ramírez Gutiérrez, entonces fiscal de la unidad especializada en investigación de delitos en materia de secuestro.
Sobre la detención del exprocurador, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que será hasta el lunes, en su conferencia matutina, cuando dé una postura.
Murillo Karam y el caso Ayotzinapa
Murillo Karam, quien fue procurador general de la República en el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018), fue detenido la tarde del viernes afuera de su casa por autoridades federales.
Estuvo en la FGR y fue presentado ante un juez del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte. Alrededor de las 10:00 de la mañana de este sábado comenzó con su audiencia inicial.
El exprocurador encabezó las investigaciones del caso Ayotzinapa, como se conoce a la desaparición de 43 estudiantes de esa Escuela Normal Rural, ocurrida el 26 y 27 de septiembre de 2014.
Según esta “verdad histórica”, los jóvenes fueron privados de la libertad por policías municipales coludidos con integrantes de Guerreros Unidos, asesinados y después incinerados.
