El derrame de petróleo en Ek Balam, en la Sonda de Campeche, afectó a las playas de Tabasco y Veracruz, de acuerdo con organizaciones civiles, quienes denunciaron la muerte de animales marinos.
Pobladores y turistas han compartido imágenes de los residuos de hidrocarburos en las costas, incluso se quejan que los restos se quedan pegados en la ropa y en sus zapatos.
Al respecto, el coordinador del Instituto de Protección Civil de Tabasco, (IPCT) Mauro Winzig Negrín, dijo a medios de comunicación que sí se ha registrado la presencia de hidrocarburo en playas de la Villa Sánchez Magallanes, en el municipio de Cárdenas, pero que la situación está controlada.
También deslindó a la dependencia que dirige de las acciones para mitigar los efectos de los restos de hidrocarburos, pues es un tema de Medio Ambiente. Explicó que aunque tienen conocimiento de que estuvo llegando crudo no hay afectaciones.
“Estuvo llegando crudo a las costas pero no tuvimos una mayor concentración de crudo y se revisaron. Se supone que viene del derrame que hubo en las cosas de Campeche, del que Pemex oficialmente dio un comunicado y se supone que de ahí viene”.
Winzig Negrín mencionó que Petróleos Mexicanos tiene que hacerse responsable de los daños que resulten. “Sí, claro, de las sanciones correspondientes en cuestiones ambientales, lo marca la ley y siempre PEMEX responde al tema”.
En el caso de Veracruz, la Fundación Caretta detectó residuos de hidrocarburos en las playas al sur del estado y denunció la muerte de animales marinos.
“Es lamentable ver esta Mortandad de la Tortuga Marina especie en Peligro de Extinción a causa de los residuos de crudo de petróleo que está contaminando el litoral Marino destruyéndolo afectando también la población y familias que viven de la pesca”.
La Fundación acompañó su denuncia de varias fotos en las que se ven tortugas muertas en las costas, además de manchas negras en la arena que corresponden a posibles restos de petróleo.
De acuerdo con Reforma, el chapopote también llegó a Playa Bagdad en Matamoros, Tamaulipas. Al respecto, el titular de la Comisión Estatal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris), Román Safores, dijo que los residuos no afectan la salud de los turistas ni tienen efectos en la contaminación de playas ni para la pesca.
Las dos fugas registradas en los campos petroleros de Ek Balam en la Sonda de campeche tienen una extensión de 467 kilómetros, estimaron especialistas del del Instituto de Geografía (IGg) y del Laboratorio Nacional de Observación de la Tierra (Lanot), de la UNAM.
En un comunicado, la Universidad detalló el pasado 22 de julio que tras darse a conocer información sobre el derrame de hidrocarburos, expertos hicieron un análisis con imágenes de radar y detallaron que la corriente marina que arrastra el derrame de hidrocarburos podría dirigirse hacia el este-noreste y eventualmente recalará en las costas del Golfo, en Veracruz, Tamaulipas o Estados Unidos.
La UNAM recordó que los campos Ek Balam forman parte del Complejo Cantarell, de Petróleos Mexicanos (Pemex), ubicado a 80 kilómetros al noroeste de Ciudad del Carmen, Campeche.
El 18 de julio Pemex reconoció que sí hubo un derrame de petróleo en un ducto de los campos “Ek Balam“, en la Sonda de Campeche, sin embargo, minimizó el impacto y aseguró que las versiones que mencionan una gran afectación “son una estimación de mala fe”.
A través de un comunicado, mencionaron que el volumen de hidrocarburos que “se fugó fue mínimo” y descartó que el incidente esté relacionado con la explosión ocurrida en la plataforma “Nohoch-A” el 5 de julio en donde murieron dos trabajadores.
El 17 de julio, un grupo de organizaciones de la sociedad civil alertaron de un derrame de crudo en el Golfo de México, cuya extensión tiene dos veces el tamaño de la ciudad de Guadalajara que además no había sido reportado por Pemex.
Imágenes satelitales procesadas por el geógrafo Guillermo Tamburini registraron un derrame de crudo de otra de las plataformas de la zona y permiten suponer que el derrame inició alrededor del pasado 4 julio.
Petróleos Mexicanos informó que “los dos puntos de fuga en el ducto fueron pequeñas fisuras de 7 cm de longitud por 1 mm de ancho y un poro de 1.2 cm de diámetro. Dado lo reducido de las grietas, el volumen de hidrocarburos que se fugó fue mínimo”.
Detallaron que el derrame en Campeche se reportó de manera inmediata ante la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) y la Secretaría de Marina (SEMAR) y se procedió a su reparación.
“El área de la mancha de aceite de 400 km2 publicada en algunos medios de comunicación, es una estimación de mala fe, que para que fuese cierto, tendrían que haberse derramado más de millón y medio de barriles de petróleo. Lo cierto es que el volumen reportado por los especialistas de Petróleos Mexicanos fue de 58 m3 (365 barriles de petróleo), que afectó un área estimada de 0.06 km2 donde el espesor de la película de aceite se estima en un milímetro”, aseguró la paraestatal.
Los mensajes de los líderes de Estados Unidos y de Rusia revelan diferentes perspectivas sobre un posible acuerdo de paz para Ucrania.
Donald Trump prometió el año pasado que terminaría la guerra de Ucrania en “24 horas”.
La semana pasada dijo que no se resolvería hasta que él y el presidente ruso, Vladimir Putin, pudieran “reunirse” y resolverlo en persona.
El lunes, la cosa cambió de nuevo.
Después de una llamada telefónica de dos horas con Putin, Trump dijo que las condiciones de un acuerdo de paz solo podrían negociarse entre Rusia y Ucrania, y quizás con la ayuda del papa León XIV.
Aun así, el presidente estadounidense no ha perdido su optimismo ante la perspectiva de paz, y publicó en las redes sociales que los combatientes “comenzarían inmediatamente” las negociaciones para un alto el fuego y el fin de la guerra.
La percepción de Trump no parece coincidir con la visión rusa.
Putin se limitó a declarar que su país está listo para trabajar con Ucrania para elaborar un “memorándum sobre un posible futuro acuerdo de paz”.
Hablar de memorandos y un “posible futuro” de paz se antoja lejos del compromiso necesario para cimentar acuerdos duraderos rápidamente.
Putin volvió a enfatizar que cualquier resolución del conflicto tendría que abordar las ‘”raíces” de la guerra, que, según ha afirmado Rusia en el pasado, es el deseo de Ucrania de estrechar lazos con Europa.
Existe la posibilidad de que la última opinión de Trump sobre la guerra en Ucrania pueda ser una señal de que Estados Unidos abandonará finalmente la mesa de negociaciones.
“Hay grandes egos involucrados, pero creo que algo va a suceder”, dijo Trump el lunes por la tarde. “Y si no sucede, simplemente me retiraré y tendrán que seguir adelante”.
Sin embargo, un movimiento así vendría con su propia lista de preguntas y riesgos.
Si Estados Unidos se desentiende de la guerra, una amenaza planteada también por el vicepresidente estadounidense, JD Vance, y el secretario de Estado, Marco Rubio, ¿significaría que Estados Unidos también pondrá fin al apoyo militar y de inteligencia a Ucrania?
Si ese es el caso, es probable que lo agradeciera Rusia, que contaría con mayores recursos que una Ucrania sin el respaldo estadounidense.
La sola perspectiva basta para preocupar al presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky.
“Es crucial para todos nosotros que Estados Unidos no se distancie de las conversaciones y la búsqueda de la paz”, dijo el lunes después de la llamada entre Trump y Putin.
Al margen de la retórica del lunes, parece que Ucrania y Rusia están dispuestos a continuar algún tipo de conversaciones, y eso ya es un progreso después de casi tres años de guerra.
Aún está por determinarse si el equipo ruso será algo más que la delegación de bajo nivel que viajó a Estambul, Turquía, para reunirse con los ucranianos el viernes pasado.
Trump ha ofrecido a Rusia la promesa de reducir las sanciones contra Moscú y nuevos acuerdos comerciales e inversiones económicas como el incentivo que moverá a Putin hacia un acuerdo de paz.
Lo volvió a mencionar en sus comentarios posteriores a la llamada. Por otro lado, no se discutieron consecuencias negativas para Rusia, como nuevas sanciones a la banca rusa y las exportaciones de energía.
El presidente estadounidense advirtió el mes pasado que no toleraría que Putin le “tomara el pelo” y señaló que Rusia no debería atacar áreas civiles.
Pero el domingo, Rusia lanzó su mayor ataque con drones contra ciudades ucranianas en lo que va de guerra, y la llamada del lunes entre los dos líderes mundiales ha dejado claro que cualquier alto el fuego o acuerdo de paz se atisba todavía muy lejano.
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