Fuerzas de seguridad federales y elementos de la Policía capitalina irrumpieron y desalojaron un concierto del músico español Fermín Muguruza que se llevaba a cabo la noche del 30 de mayo en el Multiforo Alicia, durante un operativo del que tanto autoridades locales como federales se han deslindado.
El evento fue cancelado y los asistentes, en su mayoría universitarios y trabajadores, fueron desalojados por las fuerzas de seguridad sin que se presentaran actos de violencia.
Tras estos hechos, Ignacio Pineda, integrante del Multiforo Alicia, denunció que no recibieron ningún documento en el que se ordenara el desalojo y negó que el lugar estuviera saturado.
“No entendemos qué fue lo que pasó, no tenemos un documento, nada que diga quién fue el que dio la orden, de dónde viene la orden para que se parara el concierto y sacáramos al público, lo que creemos como Alicia es que fue un acto de provocación, querían detenidos, violencia, querían llevar gente, la nota roja”, acusó en un video publicado en X.
Según indicó, horas antes del evento se presentó un supuesto inspector de la alcaldía Cuauhtémoc solicitando un plan de trabajo de Protección Civil con el número de personas que asistirían ese día. El personal le dijo que no contaban con ese documento, pero acordaron reunirse el próximo martes con el jefe de verificadores.
Minutos después llegó un policía que se identificó como el jefe del sector de Santa María la Ribera, colonia en la que se encuentra el multiforo, cuestionó al personal sobre el uso del espacio, expresó que no le gustaba el lugar ni el evento y se retiró.
Las puertas se abrieron alrededor de las 18:00 horas. Pineda calcula que al interior lugar había poco más de 400 personas. Minutos después de haber iniciado el concierto, llegó un convoy con elementos de seguridad encabezado por el presunto jefe del sector, quien solicitó cancelar el evento de inmediato.
A nombre del Multiforo Alicia, Pineda exigió que se esclarezcan estos hechos e hizo un llamado a la no provocación. “La cultura no es un lujo, la cultura es un derecho, respeto a los derechos culturales de esta ciudad”, manifestó.
Esta mañana, las autoridades de seguridad capitalinas negaron haber participado en el operativo desplegado en el recinto.
El secretario de Seguridad Ciudadana, Pablo Vázquez, informó a través de su cuenta de X que la Dirección General de Asuntos Internos inició una investigación para deslindar responsabilidades en torno a la participación de los elementos de esa dependencia e indicó que los mandos responsables del sector fueron relevados de su cargo.
“En coordinación con otras dependencias del GobCDMX estableceremos comunicación con los directivos del foro y de otros espacios culturales que quieran sumarse para generar mecanismos que abonen al entendimiento mutuo y al trabajo coordinado para la realización exitosa de eventos libres de riesgos”, agregó.
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La directora de Seguridad Ciudadana y Protección Civil de la alcaldía Cuauhtémoc, Lilian ChapaKoloffon, también descartó la presencia de personal de la alcaldía en el lugar y señaló que no contaban con información o con denuncias ciudadanas que motivaran una irrupción para evaluar la situación.
Al respecto, la alcaldesa de Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega, sostuvo que la alcaldía “no tiene facultades ni mando sobre el Ejército” y detalló que la Dirección General de Seguridad Ciudadana y Protección Civil de la alcaldía no participó en el desalojo.
Además de que la Dirección General de Gobierno no ordenó ni realizó ninguna visita con algún inspector en el recinto.
Por su parte, la jefa de Gobierno, Clara Brugada, expresó su rechazó a estas acciones y ordenó al secretario de Seguridad capitalino iniciar una investigación, así como sancionar a quienes resulten responsables por estos hechos.
“Para el Gobierno de la Ciudad de México el derecho a la cultura es fundamental. Los espacios culturales independientes como el Multiforo Alicia son una parte central del desarrollo de las distintas manifestaciones artísticas y culturales en los barrios y colonias”, sostuvo en un mensaje publicado en redes sociales.
Ante el deslinde de las autoridades capitalinas, la Secretaria de Gobernación informó que se mantienen en comunicación para determinar quién solicitó la presencia de policías y de las fuerzas de seguridad federales en el espacio cultural.
“El Gobierno de México no aprueba estas acciones; se investigará la forma en que se dio el operativo, integrado por policías de la Ciudad de México y elementos federales, y se informará sobre las sanciones correspondientes”, compartió en un comunicado.
La dependencia calificó la irrupción como “injustificable” y reiteró su respeto a los colectivos culturales e independientes.
Los asistentes e incluso artistas como Saúl Hernández de Caifanes manifestaron su indignación en redes sociales por estos hechos. Algunos incluso acusaron al gobierno de la alcaldía de Cuauhtémoc de censura y represión.
El músico Fermín Muguruza exigió que se establezcan responsabilidades y, pese al incidente, anunció que su concierto programado este sábado en Ciudad Neza sigue en pie.
Washington acusa a su vecino del sur de violar un acuerdo de larga data de reparto compartido de agua, pero la nación latinoamericana padece de una sequía sin precedentes.
Después de 30 meses consecutivos sin lluvia, los residentes de San Francisco de Conchos en el norteño estado de Chihuahua, México, se reúnen para rezar por la intervención divina.
A las orillas del lago Toronto, un embalse detrás de la presa más importante del estado, llamado La Boquilla, un sacerdote lidera las oraciones de granjeros a caballo y sus familias, parados sobre un suelo rocoso que solía ser parte del lecho del lago antes de que las aguas bajaran a los niveles críticos actuales.
Entre aquellos que rezan con sus cabezas agachadas está Rafael Betance, quien ha monitoreado La Boquilla de manera voluntaria para las autoridades de suministro de agua durante 35 años.
“Todo esto debería estar bajo agua”, expresa, señalando una extensión reseca con rocas blancas expuestas.
“La última vez que la presa estuvo llena y se desbordó un poco fue en 2017”, recuerda Betance. “Desde entonces, ha bajado año tras año”.
“Actualmente estamos a 26,52 metros por debajo del punto máximo del agua, menos de 14% de su capacidad total”.
No sorprende que la comunidad local esté rogando a los cielos por agua. Aún así, pocos esperan que haya una tregua en la devastadora sequía y el sofocante calor de 42 °C.
Ahora, una antigua disputa con el estado de Texas sobre el escaso recurso amenaza con ponerse fea.
Según los términos de un acuerdo de uso compartido de agua de 1944, México debe enviar 430 millones de metros cúbicos de agua al año del río Bravo a EE.UU.
El agua se envía a través de un sistema de canales tributarios a unas presas compartidas que pertenecen a y son operadas por la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), que supervisa y regula el uso compartido del agua entre las dos naciones vecinas.
A cambio, EE.UU. envía su propia y mucho más grande asignación (casi 1.850 millones de metros cúbicos al año) del río Colorado para suministrar a las ciudades fronterizas mexicanas de Tijuana y Mexicali.
México está en mora y no ha mantenido sus envíos de agua durante gran parte del siglo XXI.
Tras la presión de los legisladores republicanos en Texas, el gobierno de Trump advirtió a México que podría retener el agua del río Colorado a menos que cumpla con sus obligaciones en virtud del tratado de 81 años de vigencia.
En abril, el presidente estadounidense Donald Trump acusó a México en su cuenta de la red Truth Social de “robar” el agua y amenazó con seguir aumentando la presión a “ARANCELES, e incluso SANCIONES” hasta que México pague a Texas lo que debe.
No obstante, no fijó una fecha límite firme para la posible implementación de tales represalias.
Por su parte, la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, reconoció el déficit de México, pero adoptó un tono más conciliador.
Desde entonces, México ha transferido inicialmente 75 millones de metros cúbicos de agua a EE.UU. a través de la represa compartida, La Amistad, ubicada a lo largo de la frontera, pero eso es solo una fracción de los aproximadamente 1.500 millones de metros cúbicos de la deuda pendiente de México.
La controversia sobre el intercambio transfronterizo de agua puede ser peligrosamente intensa: en septiembre de 2020, dos mexicanos murieron en enfrentamientos con la Guardia Nacional en las compuertas de La Boquilla, mientras agricultores intentaban impedir que el agua se desviara.
En medio de la grave sequía, la opinión predominante en Chihuahua es que “no se puede tomar de lo que no hay”, afirma el experto local Rafael Betance.
Pero eso no ayuda a Brian Jones a regar sus cultivos.
Agricultor de cuarta generación en el Valle del Río Grande, Texas, durante los últimos tres años solo ha podido sembrar la mitad de su finca porque no tiene suficiente agua de riego.
“Hemos estado luchando contra México porque no han cumplido con su parte del acuerdo”, sostiene. “Solo pedimos lo que nos corresponde por derecho según el tratado, nada más”.
Jones también cuestiona la magnitud del problema en Chihuahua. Cree que en octubre de 2022 el estado recibió agua más que suficiente para compartir, pero liberó “exactamente cero” a EE.UU., y acusó a sus vecinos de “acaparar agua y usarla para cultivar para competir” con ellos.
Los agricultores del lado mexicano interpretan el acuerdo de otra manera.
Afirman que solo los obliga a enviar agua al norte cuando México pueda satisfacer sus propias necesidades, y argumentan que la sequía persistente en Chihuahua significa que no hay excedente disponible.
Más allá de la escasez de agua, también existen debates sobre la eficiencia agrícola.
El nogal y la alfalfa son dos de los principales cultivos del Valle del Río Conchos en Chihuahua, y ambos requieren mucho riego: los nogales necesitan un promedio de 250 litros al día.
Tradicionalmente, los agricultores mexicanos simplemente han inundado sus campos con agua del canal de riego.
Al conducir por el valle, enseguida se ven nogales en charcas poco profundas, con el agua fluyendo desde una tubería abierta.
La queja de Texas es obvia: la práctica es un desperdicio y se puede evitar fácilmente con métodos agrícolas más responsables y sostenibles.
Mientras Jaime Ramírez pasea por sus nogales, el exalcalde de San Francisco de Conchos me muestra cómo su moderno sistema de riego garantiza que sus nogales reciban el riego adecuado durante todo el año sin desperdiciar este valioso recurso.
“Con los aspersores, consumimos alrededor de 60% menos que inundando los campos”, asesgura.
El sistema también permite regar los árboles con menos frecuencia, lo cual es especialmente útil cuando el nivel del río Conchos es demasiado bajo para permitir el riego local.
Sin embargo, Ramírez admite que algunos de sus vecinos no son tan conscientes. Como exalcalde local, insta a la comprensión.
Algunos no han adoptado el método de riego por aspersión debido a los costos de instalación, comenta Ramírez.
Ha intentado demostrar a otros agricultores que resulta más económico a largo plazo, ahorrando en energía y agua.
Pero los agricultores de Texas también deben comprender que sus homólogos de Chihuahua se enfrentan a una amenaza existencial, insiste Ramírez.
“Esta es una región desértica y no ha llovido. Si no llueve de nuevo este año, el próximo simplemente no habrá agricultura. Habrá que conservar toda el agua disponible para consumo humano”, advierte.
Muchos en el norte de México creen que el tratado de reparto de agua de 1944 ya no sirve.
Ramírez cree que pudo haber sido adecuado para las condiciones de hace ocho décadas, pero no se ha adaptado a los nuevos tiempos ni ha tenido en cuenta correctamente el crecimiento demográfico ni los estragos del cambio climático.
Al otro lado de la frontera, el agricultor texano Brian Jones sostiene que el acuerdo ha resistido el paso del tiempo y que aún debe respetarse.
“Este tratado se firmó cuando mi abuelo era agricultor. Ha pasado por mi abuelo, mi padre y ahora por mí”, dice.
“Ahora vemos que México no lo cumple. Es muy indignante tener una finca donde solo puedo sembrar la mitad del terreno porque no tengo agua de riego”, agrega.
La postura más firme de Trump ha dado un impulso a los agricultores locales, opina.
Mientras tanto, la sequía no solo ha perjudicado la agricultura en Chihuahua.
Con los niveles del lago Toronto tan bajos, Betance afirma que el agua restante en el embalse se está calentando a una velocidad inusual, lo que podría causar un desastre para la vida marina que sustenta una industria turística otrora próspera.
El pronóstico para el valle no había sido tan desalentador, afirma Betance, desde que él se dedica a registrar cuidadosamente las fluctuaciones del lago.
“Rezar para que llueva es todo lo que nos queda”, reflexiona.
Reporte adicional de Angélica Casas
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