Los derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), cuyas consultas se las daban en el Hospital de Zona 5, reclamaron que siguen sin servicio médico.
Recordaron que, tras la inundación de septiembre de 2021, no se han reestablecido los servicios de Salud en la cabera municipal.
Te puede interesar: Inundación en hospital de Tula: A un año de las 14 muertes aún no hay sanciones para los responsables
“Quedaron muchas secuelas de lo que fue la sumersión en aguas negras”, dijo uno de los quejosos a Criterio Hidalgo.
Durante una protesta, otros señalaron que la anegación fue “provocada por el gobierno de la República, a través de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), porque no fue un evento natural”.
Condenaron que a Tula se le haya dejado sin atención hospitalaria, por lo que, ante cualquier padecimiento, los enfermos se tienen que trasladarse hacia otras demarcaciones cercanas, como Tepeji del Río, Cruz Azul o Atotonilco de Tula, las cuales, en la mayoría de las ocasiones, no cuentan con equipamiento o los especialistas necesarios.
“Siempre ante una enfermedad mayor, nos dicen que nos van a canalizar hacia Pachuca, porque en ningún hospital de la región tienen el equipamiento necesario para atendernos, luego llevamos a un paciente de urgencia y por falta de medicamentos, especialistas o equipo casi se nos muere el paciente”, indicó uno de los manifestantes.
Reclamó que Tula ya no cuenta siquiera con un servicio de Urgencias, pese a ser una localidad altamente industrializada, que cuenta con una refinería y una termoeléctrica, además de un parque industrial.
Al menos 17 personas fallecieron en la clínica 5 del IMSS en Tula, la mayoría debido a que los sistemas de oxigenación a los que estaban conectados los pacientes con COVID-19 dejaron de funcionar cuando el hospital se inundó por el desbordamiento del río Tula y las presas Endhó y Requena.
Otros 41 pacientes fueron reubicados en unidades médicas del IMSS. Una vez evacuados los enfermos, el personal médico también fue rescatado, tanto en lanchas como en helicópteros.
Damnificados de Tula y ciudadanos, exigen la reapertura del Hospital General de zona 5. @Tu_IMSS @lopezobrador_ @zoerobledo @juliomenchaca_ @julioastillero @adituzita @LaVillegas1 pic.twitter.com/UZcFpXoyUx
— Rocío Tirado (@rociotirado) March 13, 2023
El presidente Trump ha firmado una proclamación que prohíbe los viajes a EU desde 12 países y limita los de otros 7, entre ellos Cuba y Venezuela.
Donald Trump prohibió este miércoles viajar a Estados Unidos desde 12 países, aduciendo supuestos riesgos para la seguridad nacional, según informó la Casa Blanca.
También hay otros siete países, entre los que se encuentran Venezuela y Cuba, cuyos nacionales se enfrentarán a restricciones parciales de viaje.
El presidente estadounidense señaló que la lista podría revisarse si se introducen “mejoras materiales”, y que podrían añadirse países adicionales a medida que “surjan amenazas en todo el mundo”.
Esta es la segunda vez que Trump decreta una medida de este tipo, ya que en 2017, durante su primer mandato, firmó una orden similar.
Trump firmó una proclamación que prohíbe la entrada a Estados Unidos desde estos 12 países:
Otros siete países adicionales se enfrentan a restricciones parciales de viaje:
Según el documento, Cuba es “un Estado patrocinador del terrorismo, que no coopera ni comparte suficiente información policial con Estados Unidos y se ha negado históricamente a aceptar el regreso de sus nacionales deportados”.
También se indica el porcentaje de beneficiarios de visados que exceden el tiempo de la estancia autorizada en EE.UU.
Es por ello que “se suspende la entrada a Estados Unidos de nacionales de Cuba como inmigrantes y como no inmigrantes con visas B-1, B 2, B-1/B-2, F, M y J”.
En cuanto a Venezuela, la proclamación indica que el país “carece de una autoridad central competente o cooperativa para la emisión de pasaportes o documentos civiles, y no cuenta con medidas adecuadas de selección e investigación (de solicitantes de visados)”, además de que “se ha negado históricamente a aceptar el regreso de sus nacionales sujetos a deportación”.
Es por eso que “se suspende la entrada a Estados Unidos de nacionales de Venezuela como inmigrantes y como no inmigrantes con visas B-1, B-2, B-1/B-2, F, M y J”.
La prohibición entra en vigor el lunes 9 de junio a las 04:01 GMT (00:01 EST), un margen que intenta evitar el caos que se desató en los aeropuertos de todo el país cuando una medida similar entró en vigor prácticamente sin previo aviso hace ocho años.
No se ha fijado una fecha final; la orden prevé revisiones periódicas.
La Casa Blanca afirmó que estas “restricciones de sentido común” servirán para “proteger a los estadounidenses de peligrosos actores extranjeros”.
En un video publicado en su red social Truth Social, Trump aseguró que el reciente ataque terrorista en Boulder, en el estado de Colorado, “subraya los peligros extremos” que plantean los extranjeros que no han sido “debidamente investigados”.
Doce personas resultaron heridas este domingo en Colorado cuando un hombre atacó a un grupo que se reunía en apoyo de los rehenes israelíes, a los que lanzó dos artefactos incendiarios y utilizó un lanzallamas improvisado.
El hombre acusado de llevar a cabo el ataque ha sido identificado como ciudadano egipcio, pero Egipto no está incluido en la lista de países prohibidos.
Trump mantiene estrechas relaciones con el presidente egipcio, Abdelfatah el Sisi, a quien el mandatario estadounidense ha descrito en el pasado como su “dictador favorito”.
Para la mayoría de los países incluidos en la lista, la Casa Blanca aduce una mezcla de índices de permanencia en el país cuando el visado ha expirado e inestabilidad política.
La única razón mencionada para las prohibiciones que afectan a Congo-Brazzaville, Chad, Guinea Ecuatorial, Burundi, Laos, Sierra Leona, Togo y Turkmenistán, por ejemplo, es el porcentaje de personas que superan el plazo de validez de su visado estadounidense.
Otras razones que se citan con frecuencia son no haber aceptado antes a “nacionales expulsados”, críticas a las autoridades que expiden los pasaportes en el país o la imposibilidad de acceder a los antecedentes penales de los inmigrantes.
En la proclamación también se citan motivos de seguridad. La Casa Blanca acusa a Irán y Cuba de ser estados “patrocinadores del terrorismo”, afirma que en Libia hay una “presencia terrorista histórica” y califica a Somalia de “refugio seguro de terroristas”.
En cuanto a Haití, la proclamación afirma que “cientos de miles de extranjeros haitianos ilegales inundaron Estados Unidos durante el gobierno de Biden”, lo que, en su opinión, “perjudica a las comunidades estadounidenses”.
Después del caos que generó la primera prohibición de 2017, la Casa Blanca ha dejado claro esta vez quiénes podrán seguir viajando a Estados Unidos.
Hay varias personas de los países afectados que aún podrán entrar al país gracias a las siguientes exenciones:
Además, el Secretario de Estado podrá conceder exenciones a particulares “caso por caso”, si “la persona sirve a un interés nacional de Estados Unidos”.
La última orden de Trump, que se espera que se enfrente a desafíos legales, suscitó una rápida respuesta, dentro y fuera del país.
Somalia prometió colaborar con Estados Unidos para abordar cualquier problema de seguridad.
En un comunicado, el embajador somalí en Estados Unidos, Dahir Hassan Abdi, dijo que su país “valora su larga relación” con Estados Unidos.
El ministro del Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, advirtió de que “estar en Estados Unidos es un gran riesgo para cualquiera, no sólo para los venezolanos”.
Los demócratas se apresuraron a condenar la medida.
“Esta prohibición, ampliada con respecto a la prohibición musulmana de Trump en su primer mandato, solo nos aislará aún más en el escenario mundial”, afirma Pramila Jayapal, congresista demócrata por Washington, en un mensaje en redes sociales.
Otro demócrata, el congresista Don Beyer, afirmó que Trump “traicionó” los ideales de los fundadores de Estados Unidos.
Grupos de derechos humanos también han criticado la prohibición.
Amnistía Internacional EE.UU. la describió como “discriminatoria, racista y francamente cruel”, mientras que Human Rights First, con sede en EE.UU., la calificó de “otra medida antiinmigrante y punitiva más” del presidente.
Durante su primer mandato en la Casa Blanca, en 2017, Trump ordenó su primera prohibición de viajar.
Su primer intento se centró en siete países de mayoría musulmana. En ella figuraban algunos de los mismos países que en su última orden, como Irán, Libia y Somalia.
Inmediatamente fue impugnada en los tribunales de todo Estados Unidos. Sus oponentes argumentaron que la prohibición era inconstitucional e ilegal porque discriminaba a los viajeros por su religión, y la calificaron como “la prohibición musulmana”.
La Casa Blanca enmendó la prohibición de viajar dos veces para disipar el aire de discriminación religiosa, añadiendo finalmente dos países de mayoría no musulmana, Venezuela y Corea del Norte, lo que finalmente le valió la aprobación del Tribunal Supremo en 2018.
El presidente Joe Biden, que sucedió a Trump, derogó la prohibición en 2021, calificándola de “mancha en nuestra conciencia nacional”.
Esta vez, asegura Jake Kwon, corresponsal de la BBC en Estados Unidos, “Trump ha aprendido la lección”.
Su administración restableció una versión de la orden similar a la que fue ratificada por el Tribunal Supremo. Esta versión no tiene como objetivo países musulmanes, sino que justifica la selección de países con otros argumentos, como la tasa de rebasamiento de visados o la inestabilidad política del país en cuestión.
*Con información de Victoria Bourne.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.
Utilizamos cookies propias y de terceros para personalizar y mejorar el uso y la experiencia de nuestros usuarios en nuestro sitio web.