En la última década la pesca de mero ha transitado a una situación crítica en Yucatán. Para revertir esta situación, las autoridades del estado presentaron el Proyecto Estratégico para la Restauración de la Pesquería que reúne investigaciones científicas para recuperar las poblaciones de esta pesquería.
Claudia Durruty Lagunes, académica de la Unidad Multidisciplinaria de Docencia e Investigación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en Sisal, explicó que junto con sus colegas participa en este proyecto que incluye acciones a corto y largo plazo.
“Implicará (el proyecto) que las especies de mero no se extingan. Con todos los estudios que se realizan en los centros de investigación en temas de pesquería, economía, sociedad y acuacultura, por ejemplo, así como todos los actores económicos y pesqueros. Se espera que todas las ideas y acciones se incluyan y que el problema sea abordado desde todos los ángulos posibles”, explicó.
En 2023, de acuerdo con la Comisión Nacional de Pesca (Conapesca) se capturaron en Yucatán 5 mil 92 toneladas de mero, pero esto representa una caída de 36.4 % en comparación con lo que se pescó en 2015.
La investigadora señaló que la disminución de captura se debe a diversos factores, entre ellos la falta de permisos para su pesca, el número de embarcaciones que existe actualmente y que no tienen registro, el incumplimiento de las tallas mínimas de captura, el tamaño de anzuelo que se utiliza y la falta de sensibilidad de la sociedad.
“A esto se suman las consecuencias de la pesca deportiva y la furtiva, el deterioro ambiental y la falta de conocimiento sobre diversidad de peces marinos comestibles por los consumidores”, describió.
Aunque para el sector pesquero la presentación de este proyecto pareciera que llega tarde, Claudia Durruty dijo “que más vale tarde que nunca”.
En Yucatán el mero rojo es una de las especies más estudiadas por el sector científico desde su biología, dinámica poblacional y evaluación del recurso. Esto ha llevado a la creación de normas, instrumentos y herramientas de manejo.
El nuevo proyecto busca contar con un Modelo de Ordenamiento Pesquero para el estado y de esta manera proteger a las especies marinas más afectadas por la sobrepesca.
En entrevista para Causa Natura Media, Lila Frías, titular de la Secretaría de Pesca y Acuacultura Sustentables, reconoció que la atención para el mero debe ser urgente: “La especie ha tenido deterioro natural. Un primer paso con esta estrategia es realizar el Ordenamiento Pesquero porque necesitamos saber cuántas embarcaciones hay, cuántos pescadores se dedican a la pesca de mero, cuántos permisos hay y entonces comenzar con un diagnóstico”.
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Esta estrategia será implementada en coordinación con Conapesca y con Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) en México, porque buscan reforzar la vigilancia en las costas de la península de Yucatán y al mismo tiempo crear planes de seguridad alimentaria en las comunidades pesqueras del estado.
Lila Frías añadió que los centros de investigación de la península de Yucatán serán invitados para colaborar, pues desde la academia se tienen diversos diagnósticos relacionados con la especie: “El mero está en un momento de emergencia porque enfrenta una fuerte crisis. Sabemos de investigadoras e investigadores en el Parque Científico y la UNAM que han trabajado por años para plantear cómo recuperar esta pesquería y queremos retomarlas en acciones”.
La secretaria de Sepasy reconoció que no todas las embarcaciones que capturan el mero están registradas y también con esta estrategia buscan identificarlas.
“Hoy vemos en toda la costa embarcaciones que no están registradas, pescadores que tampoco están registrados o que se duplican. Algunos están aquí y otros en Campeche. Estos censos son precisos”, afirmó.
A pesar de que el padrón actual contiene cerca de 12 mil pescadores en territorio yucateco, la secretaria Lila Frías estima que hay otros cuatro mil sin registro.
El “Proyecto Estratégico para la Restauración de la Pesquería del Mero en la Península de Yucatán” fue presentado en la primera semana de abril y las personas dedicadas a la pesca esperan sea de beneficio para la especie.
“Aquí en Celestún ya es muy difícil encontrar mero; pescarlo es sólo un recuerdo en Yucatán”, aseguró el pescador Carlos Andrés Gómez, habitante de este puerto.
Aunque la pesquería de mero registra grandes cantidades de captura anualmente, reconoció que cada vez es más difícil hallar ejemplares.
“Esos planes se hubiesen hecho antes, ahorita parece muy difícil recuperar la población”, criticó el pescador que 10 años atrás pescaba en un día 100 kilogramos de este pescado, pero hoy si bien le va encuentra sólo un ejemplar.
Ahora llegan hasta 60 millas mar adentro, lo que les implica tres horas de ida y tres de vuelta y a veces sólo para encontrar un mero. Este recorrido significa para ellos un gasto de 4 mil pesos en gasolina, sin contar su comida.
Desde su experiencia, una de las principales amenazas de la especie ha sido la pesca en buceo y lo más preocupante es que con este método no se respetan tallas.
En la investigación Vulnerabilidad a la pesca y al cambio climático del Mero americano en Yucatán, encabezada por un grupo de investigadores del Cinvestav, se explica que, tras 20 años de la aplicación de la veda y 14 años de la imposición de una talla mínima (36 centímetros de longitud total de un mero americano), la especie no muestra recuperación, a tal grado de ser clasificada como amenazada en la categoría Vulnerable de la “Lista Roja” de la Unión para la Conservación de la Naturaleza.
Josué Canul Reyes, pescador de toda la vida y líder de la Zona de Refugio Pesquero de Celestún, dijo que a estas amenazas se suman al exceso de pescadores en el mar, los efectos del cambio climático y el uso como carnada del mero.
“Hay pescadores en embarcaciones que a pesar de que la especie se está extinguiendo, lo agarran, lo parten a la mitad, lo dejan enganchado a anzuelos y con eso no respetan su talla mínima”, mencionó Josué.
Este 1 de abril comenzó el periodo de pesca del mero y en estas primeras semanas los avistamientos no son alentadores. Josué teme que esta pesquería desaparezca pronto.
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“A pesar de que los precios de esta pesca son muy buenos, los volúmenes de captura son bajísimos y como pescadores lo vemos de una forma alarmante. Para ejemplificar, antes nos comíamos un mero así como si nada y nos daba gusto, pero hoy para el pescador es un verdadero lujo. Preferimos venderlo que comerlo. En el puerto ya no comemos mero”, describió.
El precio actual del mero alcanza hasta los 200 pesos el kilogramo, pero el sector pesquero lamenta que sea redituable cuando no hay captura suficiente.
En sustitución de esta especie, ahora los pescadores del estado capturan rubia y pargos.
“Es que ahora vamos al mar pensando: ‘a ver si Dios nos regala un mero’. Así de precaria está la situación. Creo que si no cuidamos lo que nos queda de esta pesquería en un futuro cercano sí va a desaparecer. Yo creo que el proyecto que se presentó, pudiera parecer que llega tarde, pero lo peor sería no intentarlo”, señaló Josué.
*Este artículo originalmente fue publicado en Causa Natura Media
El presidente Trump ha firmado una proclamación que prohíbe los viajes a EU desde 12 países y limita los de otros 7, entre ellos Cuba y Venezuela.
Donald Trump prohibió este miércoles viajar a Estados Unidos desde 12 países, aduciendo supuestos riesgos para la seguridad nacional, según informó la Casa Blanca.
También hay otros siete países, entre los que se encuentran Venezuela y Cuba, cuyos nacionales se enfrentarán a restricciones parciales de viaje.
El presidente estadounidense señaló que la lista podría revisarse si se introducen “mejoras materiales”, y que podrían añadirse países adicionales a medida que “surjan amenazas en todo el mundo”.
Esta es la segunda vez que Trump decreta una medida de este tipo, ya que en 2017, durante su primer mandato, firmó una orden similar.
Trump firmó una proclamación que prohíbe la entrada a Estados Unidos desde estos 12 países:
Otros siete países adicionales se enfrentan a restricciones parciales de viaje:
Según el documento, Cuba es “un Estado patrocinador del terrorismo, que no coopera ni comparte suficiente información policial con Estados Unidos y se ha negado históricamente a aceptar el regreso de sus nacionales deportados”.
También se indica el porcentaje de beneficiarios de visados que exceden el tiempo de la estancia autorizada en EE.UU.
Es por ello que “se suspende la entrada a Estados Unidos de nacionales de Cuba como inmigrantes y como no inmigrantes con visas B-1, B 2, B-1/B-2, F, M y J”.
En cuanto a Venezuela, la proclamación indica que el país “carece de una autoridad central competente o cooperativa para la emisión de pasaportes o documentos civiles, y no cuenta con medidas adecuadas de selección e investigación (de solicitantes de visados)”, además de que “se ha negado históricamente a aceptar el regreso de sus nacionales sujetos a deportación”.
Es por eso que “se suspende la entrada a Estados Unidos de nacionales de Venezuela como inmigrantes y como no inmigrantes con visas B-1, B-2, B-1/B-2, F, M y J”.
La prohibición entra en vigor el lunes 9 de junio a las 04:01 GMT (00:01 EST), un margen que intenta evitar el caos que se desató en los aeropuertos de todo el país cuando una medida similar entró en vigor prácticamente sin previo aviso hace ocho años.
No se ha fijado una fecha final; la orden prevé revisiones periódicas.
La Casa Blanca afirmó que estas “restricciones de sentido común” servirán para “proteger a los estadounidenses de peligrosos actores extranjeros”.
En un video publicado en su red social Truth Social, Trump aseguró que el reciente ataque terrorista en Boulder, en el estado de Colorado, “subraya los peligros extremos” que plantean los extranjeros que no han sido “debidamente investigados”.
Doce personas resultaron heridas este domingo en Colorado cuando un hombre atacó a un grupo que se reunía en apoyo de los rehenes israelíes, a los que lanzó dos artefactos incendiarios y utilizó un lanzallamas improvisado.
El hombre acusado de llevar a cabo el ataque ha sido identificado como ciudadano egipcio, pero Egipto no está incluido en la lista de países prohibidos.
Trump mantiene estrechas relaciones con el presidente egipcio, Abdelfatah el Sisi, a quien el mandatario estadounidense ha descrito en el pasado como su “dictador favorito”.
Para la mayoría de los países incluidos en la lista, la Casa Blanca aduce una mezcla de índices de permanencia en el país cuando el visado ha expirado e inestabilidad política.
La única razón mencionada para las prohibiciones que afectan a Congo-Brazzaville, Chad, Guinea Ecuatorial, Burundi, Laos, Sierra Leona, Togo y Turkmenistán, por ejemplo, es el porcentaje de personas que superan el plazo de validez de su visado estadounidense.
Otras razones que se citan con frecuencia son no haber aceptado antes a “nacionales expulsados”, críticas a las autoridades que expiden los pasaportes en el país o la imposibilidad de acceder a los antecedentes penales de los inmigrantes.
En la proclamación también se citan motivos de seguridad. La Casa Blanca acusa a Irán y Cuba de ser estados “patrocinadores del terrorismo”, afirma que en Libia hay una “presencia terrorista histórica” y califica a Somalia de “refugio seguro de terroristas”.
En cuanto a Haití, la proclamación afirma que “cientos de miles de extranjeros haitianos ilegales inundaron Estados Unidos durante el gobierno de Biden”, lo que, en su opinión, “perjudica a las comunidades estadounidenses”.
Después del caos que generó la primera prohibición de 2017, la Casa Blanca ha dejado claro esta vez quiénes podrán seguir viajando a Estados Unidos.
Hay varias personas de los países afectados que aún podrán entrar al país gracias a las siguientes exenciones:
Además, el Secretario de Estado podrá conceder exenciones a particulares “caso por caso”, si “la persona sirve a un interés nacional de Estados Unidos”.
La última orden de Trump, que se espera que se enfrente a desafíos legales, suscitó una rápida respuesta, dentro y fuera del país.
Somalia prometió colaborar con Estados Unidos para abordar cualquier problema de seguridad.
En un comunicado, el embajador somalí en Estados Unidos, Dahir Hassan Abdi, dijo que su país “valora su larga relación” con Estados Unidos.
El ministro del Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, advirtió de que “estar en Estados Unidos es un gran riesgo para cualquiera, no sólo para los venezolanos”.
Los demócratas se apresuraron a condenar la medida.
“Esta prohibición, ampliada con respecto a la prohibición musulmana de Trump en su primer mandato, solo nos aislará aún más en el escenario mundial”, afirma Pramila Jayapal, congresista demócrata por Washington, en un mensaje en redes sociales.
Otro demócrata, el congresista Don Beyer, afirmó que Trump “traicionó” los ideales de los fundadores de Estados Unidos.
Grupos de derechos humanos también han criticado la prohibición.
Amnistía Internacional EE.UU. la describió como “discriminatoria, racista y francamente cruel”, mientras que Human Rights First, con sede en EE.UU., la calificó de “otra medida antiinmigrante y punitiva más” del presidente.
Durante su primer mandato en la Casa Blanca, en 2017, Trump ordenó su primera prohibición de viajar.
Su primer intento se centró en siete países de mayoría musulmana. En ella figuraban algunos de los mismos países que en su última orden, como Irán, Libia y Somalia.
Inmediatamente fue impugnada en los tribunales de todo Estados Unidos. Sus oponentes argumentaron que la prohibición era inconstitucional e ilegal porque discriminaba a los viajeros por su religión, y la calificaron como “la prohibición musulmana”.
La Casa Blanca enmendó la prohibición de viajar dos veces para disipar el aire de discriminación religiosa, añadiendo finalmente dos países de mayoría no musulmana, Venezuela y Corea del Norte, lo que finalmente le valió la aprobación del Tribunal Supremo en 2018.
El presidente Joe Biden, que sucedió a Trump, derogó la prohibición en 2021, calificándola de “mancha en nuestra conciencia nacional”.
Esta vez, asegura Jake Kwon, corresponsal de la BBC en Estados Unidos, “Trump ha aprendido la lección”.
Su administración restableció una versión de la orden similar a la que fue ratificada por el Tribunal Supremo. Esta versión no tiene como objetivo países musulmanes, sino que justifica la selección de países con otros argumentos, como la tasa de rebasamiento de visados o la inestabilidad política del país en cuestión.
*Con información de Victoria Bourne.
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