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Tribunal rechaza amparar a padres de los 43 normalistas del caso Ayotzinapa contra exoneración de José Luis Abarca
Tribunal rechaza amparar a padres de los 43 normalistas del caso Ayotzinapa contra exoneración de José Luis Abarca
Foto: Cuartoscuro
2 minutos de lectura

Tribunal rechaza amparar a padres de los 43 normalistas del caso Ayotzinapa contra exoneración de José Luis Abarca

En mayo de 2023, el Tribunal Colegiado de Apelación del Décimo Noveno Circuito de Matamoros, Tamaulipas, exoneró al exalcalde de Iguala del secuestro de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
03 de junio, 2025
Por: Redacción Animal Político

Un tribunal federal rechazó amparar a padres de los 43 normalistas contra la exoneración de José Luis Abarca, exalcalde de Iguala, Guerrero, por el secuestro de los estudiantes del caso Ayotzinapa.

De acuerdo con la resolución del amparo directo 451/2023, el Segundo Tribunal Colegiado del Decimonoveno Circuito, en Reynosa, Tamaulipas, negó amparar y proteger a las víctimas indirectas, madres y padres de los estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos ”

Familiares de los 43 normalistas promovieron el amparo contra la decisión del Tribunal Colegiado de Apelación del Decimonoveno Circuito de Matamoros que determinó exonerar por el caso al exedil de Iguala.

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Hace dos años, en mayo de 2023, el tribunal colegiado exoneró a Abarca del secuestro de los normalistas ocurrido en septiembre de 2014.

marcha ayotzinapa 10 años CDMX 43 normalistas desaparecidos
Foto: Silvana Flores

El tribunal de apelaciones confirmó la sentencia absolutoria dictada en 2022 contra el exedil y 19 policías municipales de Iguala que en 2015 fueron acusados por la entonces Procuraduría General de la República.

La resolución impidió la Fiscalía General de la República (FGR) apelar la sentencia, sin embargo, la Ley de Amparo dejó la puerta abierta para que familiares de las víctimas promovieran un amparo directo ante un Tribunal Colegiado de Circuito.

José Luis Abarca, detenido por otros casos

Abarca Velázquez está preso por el caso Ayotzinapa, ocurrido durante la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre del 2014 en Iguala.

La desaparición de los 43 normalistas y el asesinato de otros tres estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, puso al descubierto las relaciones entre los servidores públicos municipales, incluidas sus estructuras operativas como Tránsito y Seguridad Pública, y actores criminales que operaban en la ciudad.

Consecuencia de esto, el exalcalde fue detenido, pero su permanencia en reclusión desde entonces no es propiamente por el caso de los normalistas, pues se debe al secuestro de los dirigentes sociales de la Unidad Popular de Iguala, entre ellos Arturo Hernández Cardona, quien fue asesinado en mayo del 2013.

Poco antes, en marzo de ese mismo año, ocurrió el asesinato del síndico Justino Carbajal Salgado, el cual habría ordenado el exalcalde, según lo expuesto por la fiscalía estatal en abril pasado cuando informó sobre la sentencia de 20 años de prisión a Abarca por este caso. 

José Luis Abarca sentenciado por homicidio de síndico
Foto: Archivo

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Carbajal Salgado era sobrino del actual senador morenista Félix Salgado Macedonio y, por ende, primo de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda.

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Imagen BBC
¿Cuál es el origen científico de la risa? (y la enorme cantidad de especies animales que emiten sonidos similares)
6 minutos de lectura

La risa no es solo un pasatiempo agradable ni un lujo ocasional. Es un pilar fundamental en nuestra salud.

25 de junio, 2025
Por: BBC News Mundo
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¿Alguna vez se ha puesto a reír con alguien que apenas conoce? Tal vez fue por una broma tonta o, incluso, por el simple hecho de oír el sonido de esa persona riendo.

No importa si es la primera vez que la vemos o si no compartimos intereses con ella, porque en ese momento estamos conectados por una simple y poderosa reacción: la risa.

La risa como reflejo biológico se confirma en diversos estudios que muestran que los bebés ya sonríen hacia el primer mes de vida y empiezan a reír alrededor de los tres meses, incluso antes de comprender las dinámicas sociales que los rodean.

De forma similar, las personas sordociegas, que nunca han visto ni oído una risa, también ríen de manera espontánea, lo que subraya el carácter innato de este comportamiento.

Sorprendentemente, la risa no es un rasgo exclusivo de nuestra especie.

Investigaciones recientes han descubierto que al menos 65 especies de animales —como vacas, loros, perros, delfines o urracas— emiten sonidos similares cuando juegan o incluso cuando les hacen cosquillas, como les ocurre a los simios y a las ratas.

Dos chimpancés riendo
Getty Images
Al menos 65 especies de animales emiten sonidos similares a la risa cuando juegan o incluso cuando les hacen cosquillas.

Esto sugiere que la risa no es algo exclusivamente humano, sino que tiene raíces evolutivas muy antiguas, compartidas con otros animales.

De hecho, las carcajadas de los simios al jugar podrían ser el origen evolutivo de nuestra risa. A diferencia del habla, que requiere un lenguaje complejo, la risa es instintiva y contagiosa, lo cual refuerza el sentimiento de pertenencia al grupo.

Los científicos creen que esta función social surgió probablemente con el Homo ergaster hace unos dos millones de años, ya que generaba cohesión grupal sin necesidad del lenguaje.

Los tres factores clave del humor

Pero ¿por qué ciertos estímulos nos resultan graciosos? La gelotología, la ciencia que estudia la risa, lleva años buscando una respuesta a esta pregunta. Y pese a las más de veinte teorías que intentan explicarlo, no existe un consenso definitivo.

Sin embargo, la mayoría de los modelos actuales coinciden en tres factores clave: la percepción de una violación de expectativas (incongruencia), la evaluación de esa violación como inofensiva y la simultaneidad de ambos procesos.

Es decir, la risa aparece cuando algo desafía nuestras expectativas de forma repentina pero inofensiva, y lo procesamos de manera inmediata.

Por ejemplo, si alguien tropieza con una cáscara de plátano y se levanta riendo, nuestro cerebro registra la sorpresa (“¡qué inesperado!”) y, al comprobar que no hay riesgo (“solo es una caída tonta”), libera esa tensión con una carcajada de alivio porque no existe una amenaza real.

Este mecanismo explica por qué un chiste fallido no causa gracia (falta sorpresa) o por qué un accidente real no es cómico (el suceso no es inofensivo).

Sin embargo, no todos los estímulos humorísticos son universales.

Las diferencias culturales, personales y contextuales afectan profundamente lo que se considera gracioso. Un mismo chiste puede resultar cómico en una cultura, ofensivo en otra o completamente irrelevante en una tercera.

Bebé riendo
Getty Images
Los bebés empiezan a reír alrededor de los tres meses.

Resortes cerebrales de la risa

Pero ¿qué ocurre en nuestro cerebro desde que percibimos algo gracioso hasta que nos reímos?

Diversos estudios han demostrado que el procesamiento del humor involucra múltiples regiones. Así, mientras la incongruencia se detecta en la corteza prefrontal dorsolateral, la unión temporo-occipital evalúa su carácter inofensivo.

Una vez confirmada esta ausencia de riesgo, se producen cambios en la sustancia gris periacueductal y se activa el circuito de recompensa (liberando el neurotransmisor dopamina), lo que finalmente desencadena la risa.

Curiosamente, no todas las risas son iguales.

La risa emocional ligada a un estado de placer genuino es innata y espontánea, activando principalmente estructuras cerebrales asociadas a la recompensa emocional, como el núcleo accumbens y la amígdala.

En cambio, la risa voluntaria es aprendida y funciona como una herramienta social para imitar o reforzar vínculos emocionales y depende de áreas cerebrales responsables de movimientos conscientes.

Así, cada tipo de risa refleja mecanismos neuronales distintos: lo automático frente a lo social.

Una mujer riendo junto a una amiga
Getty Images
La risa aparece cuando algo desafía nuestras expectativas de forma repentina pero inofensiva, y lo procesamos de manera inmediata.

Además, se ha observado que los jóvenes tienden a mostrar una mayor activación en las zonas vinculadas al placer emocional, lo que refleja una experiencia más intensa y primaria del humor.

En cambio, en los adultos se encienden más aquellas áreas relacionadas con el procesamiento complejo, la reflexión asociativa y la memoria autobiográfica.

Esto explicaría cómo debido a la experiencia acumulada, los adultos contextualizan el humor mediante la memoria y prefieren estilos complejos (como el sarcasmo), mientras que los jóvenes, con menos experiencias vitales, buscan estímulos inmediatos (como el humor físico o absurdo).

Carcajadas terapéuticas

Más allá de su dimensión emocional y social, la risa tiene también un potente efecto terapéutico.

Cuando reímos, el sistema opioide endógeno —relacionado con sensaciones de placer y calma— se activa, promoviendo la liberación de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, sustancias clave en el bienestar psicológico y en la reducción del estrés.

Diversos estudios avalan la eficacia de la risa para mejorar la calidad de vida, especialmente en personas mayores, donde la frecuencia de la risa se asocia a menor riesgo de discapacidad funcional.

La llamada risoterapia ayuda a reducir niveles de cortisol (hormona del estrés), aliviar la depresión y la ansiedad, mejorar la calidad del sueño e incluso a aumentar la tolerancia al dolor.

Los efectos positivos de la risa se extienden también al ámbito hospitalario: en niños y adolescentes sometidos a procedimientos médicos, la presencia de payasos ha demostrado reducir significativamente la ansiedad, el dolor y el estrés.

En definitiva, la risa no es solo un pasatiempo agradable ni un lujo ocasional. Es un pilar fundamental en nuestra salud y en el bienestar social. Aprender a reír más, a buscar motivos de alegría en lo cotidiano, puede ser tan crucial para nuestra vida como cuidar la alimentación o hacer ejercicio físico.

La risa tiene la capacidad de transformar nuestra biología, nuestra mente y nuestras relaciones. Quizá el humorista Victor Borge (1909-2000) tenía razón cuando dijo que es la distancia más corta entre dos personas.

*Este artículo fue publicado en The Conversation y reproducido aquí bajo la licencia creative commons. Haz clic aquí para ver la versión original.

**Marta Calderón García es investigadora en cognición, comportamiento y neurocriminología de la Universidad Miguel Hernández en España.

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