El Tren Maya avanzó y con él la probabilidad de exacerbar la pérdida de biodiversidad que caracteriza a la península de Yucatán. Con la inauguración y puesta en marcha de las estaciones que conforman este megaproyecto ferroviario en Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Yucatán y Tabasco, los efectos podrían ser devastadores en los años 2030 y 2050.
Esto, según las proyecciones realizadas por investigadores en conservación biológica, restauración ecológica y ecología urbana, quienes estudiaron el impacto del proyecto emblemático del sexenio de Andrés Manuel López Obrador como parte de un litigio estratégico.
Los resultados de los peritajes que los investigadores realizaron para todo el megaproyecto ferroviario arrojan una tendencia a una mayor degradación de los ecosistemas y, con ello, cambios culturales y sociales en las comunidades.
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Los peritajes, de los cuales Animal Político tiene copia, corresponden a las pruebas que la organización de la sociedad civil Territorios Diversos para la Vida (TerraVida) ha presentado para solicitar un amparo (apoyado por personas de pueblos, comunidades indígenas y habitantes de la península) en contra de todos los actos y omisiones vinculados al diseño, autorización, construcción y operación del Tren Maya.
Esta investigación llega a conclusiones alarmantes tanto para la biodiversidad como para las comunidades de una zona que ya padece los efectos de la crisis climática.
Sin Tren Maya, en 2050 las zonas urbanas de la península de Yucatán hubieran tenido un aumento del 59 % con respecto a la extensión territorial del 2016. Sin embargo, con el megaproyecto ferroviario éstas podrían tener un aumento de casi un 25 % adicional, lo que provocaría una mayor demanda de servicios públicos urbanos como construcciones inmobiliarias, drenaje, generación de residuos, entre otros para las comunidades que se asienten, además de una mayor demanda de recursos de las zonas rurales y naturales.
Los resultados de los peritajes dejan ver que no todos los cambios se verán al momento de la construcción y operación del tren, sino que se exteriorizan a lo largo del tiempo. El impacto de estos detonará que se desencadenen otras actividades como: obras y procesos que generen nuevas zonas urbanas en la península de Yucatán, al igual que la expansión de nuevas áreas dedicadas a la agricultura y ganadería.
En el peritaje, los especialistas realizaron una serie de modelos de cambio de uso de suelo a través de análisis históricos para analizar las trayectorias futuras de las dinámicas de las coberturas terrestres sin y con la presencia del Tren Maya.
Los resultados que arrojó esta herramienta son escenarios hacia el 2050 que indican que con la construcción del Tren Maya podría haber un incremento adicional de 64% de las zonas agrícolas, 37% de las zonas pecuarias y 24% de las zonas urbanas, y una reducción del 20% de los ecosistemas naturales con respecto a un escenario sin el Tren Maya.
Animal Político contactó al área de comunicación social de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), para solicitar una entrevista con su titular, la bióloga Alicia Bárcena Ibarra y Marina Robles García, subsecretaria de Biodiversidad y Restauración Ambiental para conocer su postura ante estos hallazgos. Sin embargo, al cierre de esta nota señalaron que por cuestiones de agenda no ha sido imposible concretar la entrevista.
Sin embargo, el pasado 31 de marzo, Alicia Bárcena, titular de la Semarnat, reconoció ante medios, los daños que causó la construcción del proyecto del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Además, planteó un proyecto de restauración y posible decreto de área natural protegida al sistema de cavernas.
Para realizar estas proyecciones, los investigadores analizaron el contenido de las Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA) que presentó el gobierno federal para la construcción de este megaproyecto ferroviario.
Una MIA es aquel instrumento de política ambiental destinado a prevenir, mitigar y restaurar los daños al medio ambiente, regulando obras o actividades para reducir los efectos negativos en el entorno y la salud humana.
En su elaboración se utiliza el Sistema Ambiental Regional (SAR), que sirve para delimitar territorialmente el proyecto a evaluar. No obstante, esta herramienta fue aplicada de manera limitada, ya que no se consideraron todos los impactos ambientales atribuibles a su diseño, planeación y ejecución. Además, el proyecto fue dividido en secciones, lo que permitió minimizar la magnitud de los impactos acumulativos del proyecto completo en la evaluación ambiental. Esta fragmentación impidió un análisis integral de los efectos ambientales a escala regional y a mediano y largo plazo.
Ante la falta de proyecciones sobre el impacto negativo que podría tener el proyecto Tren Maya desde las MIAs, especialistas independientes realizaron la delimitación de un nuevo SAR siguiendo las pautas establecidas por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y un análisis de estudios previos.
Los resultados de la investigación que realizaron expertos independientes en la demanda contra este megaproyecto ferroviario contiene las proyecciones para los años 2030 y 2050 en la península, con y sin Tren Maya. El cambio de uso de suelo, la pérdida de biodiversidad y con ello de diversos servicios ecosistémicos y culturales, control de enfermedades, contaminación, impacto en cenotes, entre otros, son los principales impactos negativos que el proyecto podría traer para la selva maya y las zonas urbanas.
Enrique Martínez Meyer, biólogo, doctor e investigador en el Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha enfocado sus líneas de investigación a la conservación biológica y fue uno de los expertos que realizó una serie de análisis enfocados en cómo puede impactar el proyecto del Tren Maya en la fragmentación de los hábitats naturales.
“Si nos enfocamos en la última mitad del siglo XX o desde los años 70 hasta la fecha, ha habido un proceso de degradación ambiental provocado en diferentes regiones de la península con diferentes factores causales” señaló el experto en entrevista.
De acuerdo con el investigador, en Quintana Roo y la Riviera Maya el proceso de degradación ambiental más notorio ocurre por la gentrificación, es decir, el aumento de la población por el incremento en la actividad turística.
“Todos sabemos que es una zona que ha recibido un impulso desarrollista en los últimos 50 años (desde el establecimiento de Cancún) con impactos muy importantes sobre los ecosistemas, particularmente los costeros. En el otro lado de la península de Yucatán, desde Tabasco a Campeche, también ha habido un proceso de pérdida de hábitat natural por el aumento de la frontera ganadera, más que agrícola”, advirtió Martínez Meyer.
Aún sin la presencia del Tren Maya, se preveía un aumento de la población en zonas turísticas, pero también una expansión ganadera y agrícola. Pero ya con el proyecto Tren Maya en operación, y la llegada de más personas a la península, los escenarios presentan un proceso de degradación mayor.
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“De hecho, esa es la intención del proyecto, que llegue más gente a la península de Yucatán y la urbanización genera no nada más crecimiento urbano, sino que genera necesidades de recursos. Entonces es la expansión urbana por un lado, pero la expansión más rápida de zonas de agricultura y de ganadería para cubrir las necesidades”, enfatizó.
El proceso de gentrificación, que se refiere al aumento de la población por el incremento en la actividad turística, incentiva que una zona continúe creciendo, frecuentemente de forma desordenada, y demandando recursos que provocan impactos ambientales y sociales muy significativos.
En ese sentido, la investigación deja ver que el entorno de la península podría verse mayormente afectado en unos años con la presencia del Tren Maya, pues la intención de que llegue más gente a la región como parte de esta visión de “desarrollo” necesariamente provocará una serie de impactos negativos para las zonas naturales.
“La urbanización genera no nada más crecimiento urbano, sino necesidades de recursos”, sentenció Meyer.
Lo anterior causaría una expansión en las fronteras agropecuarias y urbanas propiciando la fragmentación de los ecosistemas y la reducción de coberturas naturales.
Viridiana Maldonado es abogada con más de 10 años de experiencia en el acompañamiento y defensa de los diferentes territorios del país, actualmente trabaja para la organización Territorios Diversos para la Vida, de la que es co-coordinadora. En entrevista para Animal Político, explicó que las periciales presentadas forman parte de las pruebas de uno de los amparos interpuestos en materia ambiental contra el proyecto Tren Maya.
“Cuando iniciamos este proceso de defensa sabíamos que no iba a ser suficiente lo que se pudiera argumentar desde el derecho o los análisis comparativos entre otros proyectos similares, sino que, se necesitaba contar con pruebas sólidas que permitieran abordar la complejidad y la gravedad de los daños estructurales asociados al proyecto del Tren Maya”, argumentó Maldonado.
La abogada señaló que hablar del Tren Maya no implica únicamente analizar el proyecto en sí, sino que es necesario comprender las raíces que lo sustentan. Es decir, pese a que el discurso oficialista muestra a esta infraestructura como un medio que presuntamente facilitará la movilidad de las personas, su objetivo va más allá, busca impulsar un modelo de desarrollo en la península que conlleva profundas implicaciones sociales, culturales y ambientales.
Para lograrlo, su operación implicará poner un punto motor que detone otras cosas como el crecimiento de los polos de desarrollo, la industria, el crecimiento y la masificación del turismo.
“Cuando pensemos en el tren, no sólo lo pensemos como un conglomerado de estaciones y trenes sino, pensemos, en que eso es solamente la punta de lanza de algo mucho más grande del cual no tenemos, siquiera, un escenario de qué podría traer consigo”, añadió Maldonado.
Luis Zambrano es investigador y doctor en Ecología del Instituto de Biología de la UNAM; entre sus líneas de investigación se encuentra la restauración ecológica y sostenibilidad y ecología urbana. Él, junto con un grupo de investigadores independientes, fueron parte del análisis y estudios que realizaron en los peritajes del juicio de amparo contra el proyecto Tren Maya.
El experto comentó que este peritaje lo iniciaron como una respuesta a la forma en que se edifican los megaproyectos, es decir, estos siempre se han pensado desde una forma fragmentaria que va afectando cada zona que ya fue separada de un ecosistema que en algún momento estuvo entero y unido naturalmente.
“Cuando se hace el análisis de un impacto de manera fragmentada se reducen mucho los alcances del impacto. Siempre pongo estos símiles de imaginar que tienes una orquesta y, poco a poco, comienzas a quitar instrumentos. Primero quitas los violines, luego las trompetas, después la percusión, y al final, la orquesta pierde su armonía y su capacidad de interpretar la obra completa. Evaluar solo la ausencia de un instrumento puede parecer insignificante, pero cuando ves el resultado final, el impacto es enorme lo mismo ocurre en ecología”, explicó Zambrano.
En ecología este efecto puede ser incluso más grave, ya que se trata de interacciones mucho más complejas que las de una orquesta. En el análisis de un megaproyecto, siempre los beneficios se hacen desde una perspectiva sistémica, pero los costos se hacen desde una perspectiva fragmentada; es decir, el discurso siempre habla de los beneficios regionales económicos que dispararía un megaproyecto, pero minimiza el costo ecológico al decir que se talan pocos árboles.
El investigador enfatizó que este enfoque constituye uno de los grandes problemas para la sostenibilidad. Durante la planeación y construcción de un megaproyecto tanto los beneficios como los impactos deberían analizarse desde una perspectiva integral. En el caso del Tren Maya, el proyecto debe entenderse como un todo que afecta a toda la península, y sus impactos deben evaluarse de manera regional y sistémica.
Zambrano agregó que, cuando un megaproyecto fragmenta un ecosistema, como sucede con Tren Maya, se afectan los procesos que mantienen la salud de los ecosistemas y de las comunidades humanas que dependen de ellos. Además, un ecosistema fragmentado puede llevar a que algunas especies desaparezcan de ciertos lugares.
Uno de los raperos más influyentes de la industria musical de EE.UU. enfrenta graves acusaciones relacionadas con el tráfico sexual, algo que él rechaza. Aquí te contamos qué se espera de este juicio.
El rapero Sean “Diddy” Combs, uno de los íconos de la música de Estados Unidos, se enfrenta desde este lunes en un esperado juicio a la acusación de dirigir una extensa operación de trata de personas y explotación sexual.
Los cargos contra Combs, de 55 años, incluyen conspiración para extorsionar, trata de personas con fines de explotación sexual y proveer transporte para el ejercicio de la prostitución.
De ser declarado culpable, podría ser condenado a cadena perpetua.
El rapero también se enfrenta a decenas de demandas civiles de particulares que lo acusan de utilizar su influencia para drogar, agredir, violar, intimidar y silenciar.
Combs se declara inocente de los cargos penales y rechaza las demandas civiles que califica como intentos de “obtener un dinero rápido”.
En el proceso penal federal que se instruye en Nueva York, Combs está acusado de asociación ilícita, dos cargos de trata de personas con fines de explotación sexual y dos cargos de transporte para el ejercicio de la prostitución.
Muchas de las acusaciones más graves se refieren al cargo de conspiración para la extorsión.
Se le acusa de secuestrar, drogar y coaccionar a mujeres para que realizaran actividades sexuales, a veces con armas de fuego o amenazas de violencia.
En una redada en su mansión de Los Ángeles, la policía encontró suministros que, según ellos, estaban destinados a ser utilizados en orgías, incluidas drogas y más de mil botellas de aceite para bebés.
Por otra parte, Combs se enfrenta a varias demandas en las que se le acusa de violación y agresión.
Tony Buzbee, un abogado de Texas que se ocupa de algunos de estos casos, dijo que más de 100 mujeres y hombres de todo el país han presentado demandas contra el magnate del rap o que tenían intención de hacerlo.
En diciembre de 2023, una mujer señalada en los documentos judiciales como Jane Doe alegó que fue “violada en grupo” por Combs y otras personas en 2003, cuando tenía 17 años. Afirmó que le habían suministrado “grandes cantidades de drogas y alcohol” antes de la agresión sexual.
El equipo legal de Combs desestimó la avalancha de demandas como “claros intentos de conseguir publicidad”.
Los problemas legales actuales de Combs comenzaron a finales de 2023, cuando fue demandado por abuso violento y violación por su exnovia Cassie Ventura.
Esa demanda se resolvió por una cantidad no revelada de dinero un día después de que se presentó, aunque Combs sostenía que era inocente.
Desde entonces, docenas de personas han presentado demandas acusando a Combs de agresión sexual, incluidos algunos señalamientos que se remontan a 1991.
Combs niega todas las acusaciones.
Su controvertida historia con Ventura resurgió en 2024, cuando la cadena de noticias CNN filtró imágenes de cámaras de seguridad de 2016 en las que se veía a Combs pateando a su exnovia mientras yacía en el suelo del pasillo de un hotel.
Entonces el músico se disculpó por su comportamiento, diciendo: “Asumo toda la responsabilidad por mis acciones en ese video”.
En una declaración a la BBC sobre los cargos penales federales, el abogado de Combs dijo: “El señor Combs y su equipo legal confían plenamente en los hechos y en la integridad del proceso judicial.
“En los tribunales prevalecerá la verdad: que el señor Combs nunca agredió sexualmente ni traficó con nadie, ni hombres ni mujeres, ni adultos ni menores”.
Los abogados presentaron posteriormente una moción para desestimar una parte de la acusación federal en la que se le acusa de proveer transporte para el ejercicio de la prostitución. Su equipo argumentó que se le acusaba injustamente por su raza.
En una vista celebrada en Nueva York una semana antes del inicio oficial del juicio, sus abogados declararon ante el tribunal que el rapero llevaba el “estilo de vida” de un swinger y que no era un delincuente.
Dijeron que le parecía “apropiado” tener múltiples parejas sexuales, incluidas trabajadoras sexuales.
Los abogados de Sean “Diddy” Combs han negado en todo momento las acusaciones formuladas contra él en las demandas civiles, calificándolas de “repugnantes” y sugiriendo que fueron hechas por “individuos que buscaban dinero fácil”.
Si es declarado culpable del delito de conspiración, Combs se enfrenta a cadena perpetua.
Se enfrenta a otra pena mínima de 15 años si es declarado culpable de trata de personas. El transporte con fines de prostitución conlleva además una pena máxima de 10 años.
Combs está recluido en el Centro Metropolitano de Detención de Brooklyn, Nueva York, desde su detención el 16 de septiembre de 2024.
La prisión ha sido denunciada por organizaciones civiles e incluso por jueces de estar superpoblada y no tener personal suficiente, además de mantener una cultura de violencia.
Sus abogados defienden su puesta en libertad, citando las “horribles” condiciones de la cárcel, pero un juez federal de Nueva York denegó la solicitud de libertad bajo fianza, alegando que Combs representa un “grave riesgo de fuga”.
Los fiscales habían alegado anteriormente que Sean Diddy Combs había infringido las normas penitenciarias al ponerse en contacto con posibles testigos. Lo acusaron de realizar “esfuerzos incesantes” para “influir de forma corrupta en el testimonio de los testigos”.
Un juez concedió a Combs permiso para llevar ropa no carcelaria durante el juicio, en lugar del uniforme que usan los internos.
Cuando compareció ante el tribunal para la selección del jurado, el rapero llevaba un suéter azul y una camisa blanca con gafas en la cabeza.
Combs, también conocido como Puffy, Puff Daddy, P Diddy, Love y Brother Love, reescribió las reglas del hip-hop poco después de aparecer en la escena musical en la década de 1990.
Sus primeros éxitos musicales los consiguió al lanzar las carreras de Mary J Blige y Christopher Wallace, también conocido como Biggie Smalls o Notorious B.I.G.
Su sello discográfico Bad Boy Records se anotó un triunfo temprano con el álbum de Biggie Smalls Ready to Die, que alcanzó un disco platino. Pronto se convirtió en uno de los sellos más importantes del rap e incorporó a figuras como Faith Evans, Ma$e, 112, Mariah Carey y Jennifer Lopez.
Combs también ha desarrollado una prolífica carrera empresarial al margen de la música. En 2007 firmó un acuerdo con la empresa británica de bebidas Diageo para promocionar la marca francesa de vodka Cîroc en Estados Unidos.
En 2023 publicó su quinto disco, The Love Album: Off The Grid, y obtuvo su primera nominación como solista en los premios Grammy. También fue nombrado icono mundial en los premios MTV de ese año.
Durante décadas de logros, Combs también se enfrentó a múltiples desafíos legales.
En mayo de 1999 fue detenido como sospechoso de agresión. En marzo de 2001 fue declarado inocente de los cargos de posesión de armas y soborno en relación con un tiroteo ocurrido en 1999 en un club de Nueva York.
En 2003, fue demandado por amenazar a su socio comercial con un bate de béisbol, y en 2015 fue detenido por cargos de agresión contra el entrenador de fútbol de su hijo.
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