
El periodista Rodolfo Ruiz fue vinculado a proceso por su presunta responsabilidad en el delito de manejo de recursos de procedencia ilícita; el juez le impuso además las medidas cautelares de firma periódica y la prohibición de salir del país.
En entrevista con Animal Político, Rodolfo Ruiz dijo que “quienes entraron a la audiencia pudieron darse cuenta de que el Ministerio Público no logró acreditar nada, se basaba en suposiciones”. Agregó que fue una audiencia “absolutamente parcial, donde el juez Joel Daniel Baltazar hizo suyas las acusaciones de la Fiscalía General del Estado de Puebla; parecía el Ministerio Público corregido y aumentado”.
Después de un receso que duró casi cuatro horas el juez “dio por ciertos todos los supuestos en que se basa la acusación del Ministerio Público. ¿En qué se basa la acusación?, en que el dinero con el que le pagué al abogado de mi defensa, Raúl Argüelles, procede de recursos de procedencia ilícita”.
De acuerdo con el director del periódico digital e-consulta, tanto la fiscalía como el juez suponen que le pagó en efectivo a su defensa y que esos recursos son de procedencia ilícita, pese a que mi abogado aclaró cómo y cuánto le pagué”.
Rodolfo Ruiz asegura que la intención ha sido, desde el principio, “vincularme a proceso, para presionarme a mí y al medio. Estoy en el banquillo de los acusados por lo que he publicado, por lo que he escrito y documentado: corrupción en las licitaciones del gobierno del estado, en los contratos de obras y servicios, no por recursos de procedencia ilícita”.
El pasado 19 de diciembre, Animal Político dio a conocer que el periodista y director del periódico digital e-consulta, enfrenta una imputación por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita (lavado de dinero). El proceso judicial se abrió y reactivó después de que publicara reportajes y columnas sobre los gobiernos de Miguel Barbosa Huerta y Alejandro Armenta Mier, así como sobre la Fiscalía General del Estado de Puebla.
El caso adquirió una mayor dimensión por un posible conflicto de interés: la dependencia que reactivó la investigación penal en su contra es la misma cuyas presuntas redes de extorsión y corrupción él mismo documentó hace unas semanas.
Se trata de la Fiscalía Especializada en Investigación de los Delitos de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, Fiscales y Relacionados, conocida como ORPI, perteneciente a la fiscalía de Puebla, y es la autoridad que lleva el expediente contra Ruiz.

Este motivo, sumado a una serie de irregularidades procesales graves, lo ha llevado a denunciar “acoso judicial” cometido en su contra con el objetivo de silenciar a su medio.
El periodista detalló que el caso se originó en enero de 2020, durante la administración del ahora fallecido gobernador Miguel Barbosa Huerta, de Morena, cuando la Fiscalía Especializada en Investigación de los Delitos de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita inició la primera carpeta de investigación en su contra.
En los expedientes judiciales del caso se indica que la denuncia fue presentada por “la sociedad” y por un abogado de nombre Jorge Madariaga Granados, quien es hermano de Florencio Madariaga Granados, colaborador del exgobernador Miguel Barbosa Huerta, de Morena. Florencio también fue señalado en el pasado por la presunta participación en el delito de extorsión.
De acuerdo con el periodista, Florencio estuvo en Puebla con Los Chiapanecos —personas que supuestamente habían trabajado en el gobierno de Chiapas y que llegaron a Puebla a ocupar puestos dentro de la seguridad pública estatal, como la policía, la secretaría y subsecretaría de seguridad, así como los Centros de Reinserción Social (Ceresos) de Puebla.
La investigación en su contra se mantuvo inactiva durante cinco años, hasta que la fiscalía de Puebla reactivó el proceso judicial en medio de una serie de supuestas inconsistencias e irregularidades.
Según el periodista, la reactivación se dio a finales de este año, inmediatamente después de que e-consulta publicó diversas notas que generaron malestar en el gobierno estatal encabezado por Alejandro Armenta Mier.

La primera publicación incómoda, titulada Nódica, el vigilante del ciberactivismo oficial, trató sobre la exposición del uso de una aplicación que, de acuerdo con la investigación, obligaba a servidores públicos de Puebla a publicar en sus redes sociales mensajes de alabanza al gobernador y su administración.
Mientras que la segunda y tercera publicación incómodas fueron exhibidas en su columna de opinión titulada La corte de los milagros, en la que el periodista documentó una supuesta red de corrupción y casos de extorsión a empresarios en dos fiscalías clave de la entidad, incluyendo a la propia Fiscalía Especializada en Investigación de los Delitos de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita (ORPI).
Ante los hechos, la organización internacional Artículo 19 emitió una alerta en la que exigió un alto al “uso arbitrario del sistema penal” por parte de la Fiscalía de Puebla en contra del periodista Rodolfo Ruiz, director del medio digital e-consulta, imputado por el delito de lavado de dinero.
“Este proceso representa un uso abusivo del derecho y se vislumbra como una represalia por sus publicaciones en las cuales expone extorsiones a empresarios por parte de funcionarios de la Fiscalía de Puebla”, indicó en un comunicado.

Un concepto sencillo, nacido en la isla del Mediterráneo, puede cambiar cómo ves lo cotidiano.
“En Sicilia tenemos una palabra mágica con un sabor propio: Futtitini“, cuenta el actor italiano Giusepppe Capodicasa en un video de BBC Reel.
“No es una mala palabra, es una bendición”, declara.
Recordemos que en Sicilia se habla italiano como en el resto de Italia, pero suena distinto porque detrás hay siglos de historia trenzada en la lengua.
Antes de que el italiano se adoptara como la voz común del país, los sicilianos ya hablaban el siciliano, una lengua romance marcada por las sucesivas conquistas y dominaciones de la isla: griegos, árabes, normandos, españoles… cada uno dejó alguna huella en el acento y en las palabras.
Cuando el italiano estándar empezó a imponerse en el siglo XIX, no borró esa base, sino que se mezcló con ella.
Por eso, aunque alguien como Capodicasa, quien se identifica “100% siciliano”, habla italiano, se notan tonos, giros y palabras que vienen de esa mezcla antigua.
Futtitinni es una de esas palabras.
Una que, según Capodicasa, encierra “una filosofía de vida, una forma de concebir nuestra existencia”.
“Futtitinni… cuán hermoso suena”, dice el filósofo siciliano Pietro Briguglio, pronunciando la palabra gustosamente.
“Cuando la dices, descargas un peso que tenías y quedas ligero”.
El término está muy presente en el lenguage común pues “se presta a ser usado en muchas situaciones”, afirma Briguglio.
Podría entenderse como “no te preocupes demasiado”, “déjalo pasar”, y su sentido se mueve entre “no te amargues”, “no te enredes” -o el mexicano “no te claves”, el colombiano “no te compliques”, el caribeño “no te calientes la cabeza” o el sureño “no te hagas drama”.
Pero según Capodicasa, “es más matizado, más elegante”.
La raíz de futtitinni es el verbo siciliano futtíri, que no es particularmente elegante: es una manera vulgar de decir “copular”.
Proviene del latín futūere, que en español evolucionó como ‘follar’, esa forma coloquial para hablar de las relaciones sexuales que aún se escucha en España.
En siciliano, así como ocurrió en muchas lenguas romances con verbos de origen sexual, futtíri se ha amplió a significados figurados como engañar, fastidiar, robar o tomarse libertades, dependiendo del contexto.
De ahí que futtitinni tenga un matiz entre despreocupado y un poco irreverente, algo así como “que te importe un carajo”, pero con ese tono siciliano que lo vuelve más filosófico que agresivo.
Y es que no se trata de que nada importa, ni de eludir problemas o responsabilidades, ni siquiera de resignación.
“Futtitinni no es superficialidad”, aclara Capodicasa. “Es la capacidad de atravesar las situaciones de la vida con conciencia y ligereza”.
En ocasiones, llama a desprenderse de lo inmutable y seguir viviendo plenamente, como explica el sitio web Entendiendo a Italia.
En esos casos, sirve para para consolar un amigo ante una decepción, para sobrellevar un revés económico, o simplemente para poner en perspectiva un incidente cotidiano.
Es además una herramienta existencial, que sirve para separar lo esencial de lo superfluo, para no cargar con cada contrariedad, y priorizar lo que de verdad importa.
Futtitinni encierra una modo de enfrentar la adversidad con ligereza, dignidad e incluso humor… un sentido que los sicilianos tienen muy desarrollado.
Como notó el político y escritor romano Cicerón, ya en el siglo I a. C., los sicilianos eran “una raza inteligente, pero desconfiada y dotada de un maravilloso sentido del humor”.
“Por terrible que sea una situación, los sicilianos siempre tienen un comentario ingenioso que hacer al respecto”, añadió.
Esa cualidad los ha acompañado a lo largo de sus 3.000 años de historia, a menudo difíciles de sobrellevar.
Solo adoptando una actitud reflexiva, observa Il Italoamericano, pudieron superar la constante tentación de convertirse en figuras trágicas.
Esa actitud se expresa en esa exhortación que los sicilianos usan cuando las cosas se vuelven demasiado abrumadoras: futtitinni.
Y, aunque la palabra existe en dialecto siciliano desde hace generaciones, en los últimos años ha tenido un resurgir notable.
Competiciones de memes, camisetas con la inscripción “Futtitinni“, artículos y blogs que rescatan su significado como “pedagogía de lo esencial”.
Futtitini “no es superficialidad, sino el arte del discernimiento”, señala Francesco Mazzarella en la revista Paese.
Aclara que ese arte del discernimiento es el “que distingue entre lo urgente y lo ruidoso, entre lo que nos edifica y lo que nos consume”.
Explica que cuando un siciliano dice futtitinni, a menudo está diciendo:
“No dejes entrar en tu corazón aquello que no merece habitar allí”.
“No le des poder a quien quiere quitarte el aliento”.
Para Mazzarella, el tradicional término no sólo no ha perdido relevancia sino que, en esta época en la que todo exige atención, y “cada opinión se convierte en guerra, cada imperfección en fracaso (…), futtitinni se ha convertido en revolución”.
Invita a practicar “el buen desapego”, a despreocuparse por lo periferal y centrarse en lo realmente importante.
“¿Tu pareja te dejó?… quizás no era la ideal. ¿Perdiste tu trabajo?… tómatelo como un nuevo comienzo”, ejemplifica Capodicasa.
“Hay quienes hacen yoga, meditación, respiran con el diafragma. Hay quienes van a India a encontrarse a sí mismos”, dice Capodicasa.
“En Sicilia hacemos todo esto con una sola palabra.
“Se dice que un viejo sabio, mientras explicaba las leyes de la filosofía siciliana a un joven discípulo, en cierto momento se detuvo, lo miró a los ojos y le dijo:
“Hijo, si no puedes cambiar lo que te hace sufrir, entonces futtitinni“.
Quizás ese sabio, al pronunciar la palabra, hizo el gesto típico que suele acompañarla para enfatizar: levantando la mano de abajo hacia arriba, como arrojando las preocupaciones al aire.
La intención es distender, dejar de enfocarse en lo negativo.
“La vida te estresa… tómatela con calma.
“Atascado en el tráfico… Paciencia”…
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