Desde que comenzó la ola de violencia en Sinaloa, en Mazatlán se ha reportado la privación de la libertad de, al menos, 20 personas, de las cuales el 70 % permanece en calidad de desaparecido.
Mazatlán es el segundo municipio del estado con la mayor cantidad de personas privadas de la libertad después de Culiacán, el municipio más afectado por esta ola de violencia a consecuencia de la disputa entre las facciones de los Guzmán y los Zambada del Cártel de Sinaloa.
Mientras que en Culiacán se han registrado 134 de las 198 privaciones de la libertad contabilizadas desde el 25 de julio al 25 de septiembre, que significan el 67.6 %; en Mazatlán han ocurrido 35, lo que representa el 17.6 % del total.
El promedio diario de personas privadas de la libertad en Culiacán es de 4, mientras que en Mazatlán se encuentra en 1.57.
La mayor parte de las víctimas reportadas por la Comisión Estatal de Búsqueda, los colectivos de buscadoras y las redes sociales, son hombres jóvenes que promedian los 30 años de edad y que fueron raptados en colonias como El Toreo, Valle Bonito, la Emiliano Zapata, el Centro, entre otras.
El pasado 25 de septiembre, familiares de dos víctimas, Alejandro Trujillo y Nery Alejandro Villalobos, realizaron un bloqueo del Libramiento Colosio de la ciudad de Mazatlán para exigir a las autoridades la localización de sus seres queridos.
El pasado 25 de septiembre, padres de familia, amigos y vecinos de la Colonia Esperanza bloquean desde las 15:20 horas la circulación vial de ambos sentidos del Libramiento Colosio, a la altura de la Colonia del mismo nombre, por la desaparición de los jóvenes Nery Alejandro Villalobos Bustamante y de Alejandro Trujillo Cruz, en este puerto.
”Queremos justicia”, “Queremos justicia”, “Gobierno dónde estás”, exclaman.
Con pancartas en mano donde están plasmadas las fotos de los dos jóvenes desaparecidos, los familiares, amigos y vecinos exigen a los tres niveles de Gobierno que actúen y localicen a estos jóvenes.
“Estamos al borde la locura”,” dónde está el Gobierno”, “no estamos volviendo locas”, gritan las mamás desesperadas.
Adultos, jóvenes y niños participaron en la manifestación, que tras una hora de paralizar la vialidad no recibió respuesta de las autoridades.
Recientemente, la Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa localizó una fosa clandestina con los cuerpos de tres hombres, hasta ahora desconocidos, en el municipio Culiacán, en un camino de terracería por la avenida Benjamín Hill y el Libramiento Benito Juárez.
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El hallazgo se dio luego que las autoridades atendieran el reporte de un hombre baleado y con signos de violencia en esa zona. El hombre había sido privado de la libertad el 6 de septiembre.
Desde hace dos semanas, Sinaloa ha registrado una ola de violencia que ha dejado más de 50 homicidios.
Cuando ocurrieron las inundaciones, muchas de las niñas del campamento dormían en cabañas en terreno de poca elevación a menos de 150 metros del río.
Camp Mystic, un campamento cristiano para niñas ubicado a orillas del río Guadalupe en Texas, era hace apenas unos días un lugar de risas, oraciones y aventuras.
Pero justo antes del amanecer del viernes, día festivo en Estados Unidos por el 4 de julio, el río creció 8 metros en unos 45 minutos, en medio de un aguacero torrencial.
Muchas de las cientos de niñas del campamento dormían en cabañas en terreno de poca elevación a menos de 150 metros de la orilla.
Las literas están ahora derribadas y cubiertas de barro, en los restos de un campamento de verano interrumpido trágicamente.
Las pertenencias personales quedaron destruidas y esparcidas por los sitios donde antes las niñas se reunían para estudiar la Biblia y cantar alrededor de una fogata.
Hasta el momento se han confirmado 81 muertes por las inundaciones en el centro de Texas.
Los organizadores de Camp Mystic confirmaron que al menos 27 niñas y miembros del personal murieron. Entre los fallecidos se encuentra el veterano director de Camp Mystic, Richard “Dick” Eastland.
Diez niñas y un monitor del campamento siguen desaparecidos.
Stella Thompson, de 13 años, se encontraba en una cabaña en un terreno elevado cuando las tormentas la despertaron temprano el viernes.
Cuando los helicópteros comenzaron a sobrevolarla, se dio cuenta de que algo andaba terriblemente mal. Las chicas de su cabaña oyeron que la parte del campamento que daba al río Guadalupe estaba inundada.
” Al recibir la noticia, todas nos pusimos histéricas y rezamos muchísimo”, declaró Stella a una cadena afiliada de la NBC en Dallas.
“Y todas en la cabaña estábamos muy, muy aterrorizadas, pero no por nosotras, sino por quienes estaban al otro lado”.
Stella describió las escenas “horribles” mientras ella y otros supervivientes eran evacuados en camiones militares.
“Se veían kayaks en los árboles… y luego a los servicios de emergencia en el agua sacando a las chicas”.
“Y había árboles enormes arrancados de raíz. Ya no parecía el campamento Mystic”.
Ni siquiera quienes se alojaban en terrenos más elevados estaban a salvo.
Katharine Somerville, consejera de la parte ubicada en terreno más elevado junto al Lago Cypress en Camp Mystic, le dijo a Fox News el domingo: “Nuestras cabañas en la cima de las colinas quedaron completamente inundadas”.
“O sea, todos ya vieron la total devastación; nunca imaginamos que esto pudiera suceder”.
Añadió que las campistas a su cargo fueron evacuadas y están a salvo.
El vicegobernador de Texas, Dan Patrick, contó el caso de un heroico consejero del campamento que rompió una ventana para que niñas en pijama pudieran nadar con el agua hasta el cuello.
“Estas niñas nadaron durante unos 10 o 15 minutos”, le dijo al programa de televisión Fox & Friends.
“¿Se imaginan, en la oscuridad, con las aguas turbulentas, árboles pasando a su lado y rocas encima? Hasta que llegaron un tramo de tierra”.
El domingo llovía muy fuerte cuando la BBC llegó al campamento.
La entrada estaba acordonada por la policía y los escombros de lo que podría haber sido una especie de caseta de vigilancia estaban esparcidos por el suelo.
Se pronosticó más lluvia, lo que iba a dificultar aún más las labores de rescate.
Tres días después del diluvio, la esperanza se desvanece y esto se está convirtiendo rápidamente en un ejercicio de recuperación más que en una misión de rescate.
Camp Mystic ha sido operado por la misma familia durante generaciones, ofreciendo a las niñas la oportunidad de crecer espiritualmente en un ambiente cristiano sano, según su sitio web.
Familias de todo Texas, incluyendo la élite política del estado y de todo Estados Unidos, envían a sus hijas cada verano a nadar, navegar en canoa, montar a caballo y forjar amistades para toda la vida.
Pero la belleza del río Guadalupe, que atrae a tantas personas a la zona, también resultó mortal.
Las inundaciones llegaron sin previo aviso arrasando la pintoresca zona de la ribera, que alberga casi 20 campamentos juveniles.
Aunque Camp Mystic sufrió las mayores pérdidas, las autoridades afirman que la magnitud del desastre es de gran alcance.
Cerca de allí, el campamento femenino Heart O’ the Hills también se inundó.
Su copropietaria y directora, Jane Ragsdale, se encontraba entre las víctimas mortales. Afortunadamente, el campamento estaba cerrado en ese momento.
Un número desconocido de otros campistas se encontraban en la zona durante el fin de semana festivo.
Cada vez hay más preguntas sobre por qué tantos campamentos estaban situados tan cerca del río y por qué no se hizo más para evacuar a los niños a tiempo.
El congresista Chip Roy, representante de la zona, reconoció la devastación pero instó a la cautela para no culpar prematuramente a nadie.
“Muchos dirán: ‘Tenemos que trasladar todos estos campamentos. ¿Por qué hay campamentos aquí junto al agua?'”, dijo Roy.
“Bueno, hay campamentos junto al agua porque están junto al agua. Hay campamentos cerca del río porque es un lugar hermoso y maravilloso”.
Mientras tanto, las familias de los desaparecidos se enfrentan a una angustiosa espera de noticias. Los equipos de búsqueda y rescate, algunos navegando en bote, otros revisando los escombros, trabajan sin descanso.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, prometió el domingo que la misión no se detendrá hasta encontrar a todos los desaparecidos.
En cuanto a Stella, encuentra consuelo en su dolor con un poema que le enseñaron los líderes de Camp Mystic.
“Una campana no es una campana hasta que la tocas.
Una canción no es una canción hasta que la cantas.
El amor en tu corazón no fue puesto ahí para quedarse.
El amor no es amor hasta que lo entregas”.
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