
Para entender mejor
Viviana Salgado, la mujer que fue señalada por las autoridades capitalinas de haber saboteado el Metro de la Ciudad de México por la caída de aspas de su lavadora a las vías, exigió al gobierno capitalino la reparación del daño psicosocial y económico ocasionado, además de que pidió a las autoridades que se disculpen públicamente.
“Al Metro ya no nos vamos a subir, tenemos miedo, nos dejaron como delincuentes, a mi familia y a mí, como los peores, ahora resulta que soy la delincuente número uno, y todo por ser pobre, por eso me mandaron a la cárcel, se ensañaron conmigo, fui su experimento en todos los problemas que tiene el Metro”, señaló la mujer en un comunicado de prensa.
Agregó que el enfrentar a las instituciones en desventaja y con las falsas acusaciones le ocasionó estrés postraumático que a su vez derivó en una complicación de su estado de salud por hipertensión arterial.
El 12 de enero, mientras la mujer regresaba a su domicilio después de ir al Centro de la Ciudad a comprar un repuesto de aspas de plástico para su lavadora, en la estación Centro Médico, la bolsa se le cayó y al botar las aspas de plástico cayeron en las vías del tren.
Apenas habían pasado cinco días del choque de dos convoyes en la Línea 3 del Metro, lo que cobró la vida de una joven de 18 años y dejó a 106 heridos y de que las autoridades capitalinas afirmaran que en el Sistema de Transporte Colectivo (STC) habían detectado “hechos atípicos”, por lo que de inmediato la mujer fue detenida y acusada de atentar contra las vías de comunicación.
Pasó dos días en el Ministerio Público del Metro Pino Suárez y de ahí se la llevaron al penal de Santa Martha Acatitla en donde pasó, al menos, una noche.
Quedó en libertad porque aunque el juez decidió vincularla a proceso, instruyó que podía seguir su proceso fuera de prisión.
Resultado de las críticas recibidas y que no había ni una sola prueba contra Viviana, porque las cámaras del andén no funcionaron y no hay videos en donde se confirme que la mujer lanzó las aspas de su lavadora a las vías con dolo, el 27 de enero la Fiscalía General de Justicia (FGJ) se abstuvo de la acusación y el caso quedó cerrado.
A la salida de la audiencia de sobreseimiento del caso, Viviana dijo que quería dejar todo atrás y pidió a la Fiscalía que se disculpara con ella, pero eso no ha sucedido.
#LoÚltimo | Viviana, detenida el 12 de enero acusada de atentar contra las vías de comunicación en el Metro, anunció el cierre del proceso penal en su contra; “ya soy libre de culpa”, dice al salir de la audiencia.
🎥: @Dalila_Sarabia pic.twitter.com/pbjDNdjyCq— Animal Político (@Pajaropolitico) January 27, 2023
“El papel de la Fiscalía fue más allá de una acusación y con elementos falsos pretendió dejarla en prisión para justificar los supuestos actos de sabotaje de que es objeto el Sistema de Transporte Colectivo Metro”, subrayó el despacho jurídico Beaar que está asesorando a Viviana.
En un comunicado consideraron ello constituye una violación al debido proceso, por lo que la Comisión de Derechos Humanos debe llevar a cabo una investigación.
“Una vez más la Fiscalía de Ernestina Godoy criminalizó la pobreza y a pesar de la inexistencia de pruebas motivó a que un juez de Control la vinculara a proceso sin sustento. Lo anterior es equiparable al sistema inquisidor, en el que primero se detenía a la persona y posteriormente se investigaba si era culpable”, acusó Teófilo Benítez, asesor jurídico de Viviana.

El líder de la operación asegura que su organización está construyendo infraestructura en Venezuela para extraer a personas del país en caso de que comience una guerra con Estados Unidos.
La operación de rescate para sacar de Venezuela a la líder opositora y premio Nobel María Corina Machado incluyó disfraces, dos barcos en mares agitados y un vuelo, según ha contado a la BBC el hombre que dice haberla dirigido.
Bautizada como “Operación Dinamita Dorada”, el peligroso viaje fue frío, húmedo y largo, pero la “formidable” Machado no se quejó ni una sola vez, según Bryan Stern, fundador de la Grey Bull Rescue Foundation.
“El mar está muy agitado. Está completamente oscuro. Usamos linternas para comunicarnos. Da mucho miedo, pueden salir mal muchas cosas”.
A pesar de los riesgos, todo salió bien. Machado llegó sana y salva a Oslo, Noruega, para recoger su Premio Nobel de la Paz justo antes de la medianoche del miércoles.
Tras haber vivido escondida en su propio país desde las controvertidas elecciones del año pasado en Venezuela, Machado no había aparecido en público desde enero. Sus hijos adultos, a quienes no había visto en dos años, estaban en Oslo para recibirla.
Grey Bull se especializa en misiones de rescate y evacuaciones, especialmente en zonas de conflicto y desastre. Un representante del equipo de Machado confirmó a CBS News, socio mediático de la BBC en Estados Unidos, que la organización estaba detrás de su operación de rescate.
Stern explicó que Grey Bull llevaba meses consolidando su presencia en el Caribe, incluida Venezuela y la vecina isla de Aruba, para prepararse para posibles operaciones en Venezuela.
“Hemos estado construyendo infraestructura sobre el terreno en Venezuela diseñada para sacar a estadounidenses, aliados, británicos y otras personas en caso de que comience la guerra en Venezuela”, declaró a la BBC.
Las especulaciones sobre una posible acción militar de Estados Unidos contra Venezuela han ido en aumento después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, pidiera al presidente Maduro que abandonara el cargo, acusándolo de enviar narcóticos y asesinos a Estados Unidos.
Según Stern, el reto en este caso consistía en sacar del país a alguien tan conocido como María Corina Machado, un nombre muy popular en Venezuela para la oposición.
Ninguna de las infraestructuras que su empresa había construido en el país, dijo, estaba “diseñada para la segunda persona más popular del maldito país con una diana en la espalda”.
Cuando entró en contacto por primera vez con el equipo de Machado, al principio no le revelaron su identidad, pero afirmó que fue capaz de adivinarla.
Se pusieron en contacto con él a principios de diciembre, a través de un contacto que conocía al equipo de Machado, y este era al parecer el segundo intento de sacarla de Venezuela, después de que el plan inicial “no saliera bien”, según dijo.
La operación se denominó “Dinamita Dorada” porque “(Alfred) Nobel inventó la dinamita” y Machado intentaba llegar a Oslo para recoger el Premio Nobel de la Paz.
Las cosas se movieron rápidamente. Stern dijo que habló con el equipo el viernes, que se desplegaron el domingo y que el martes ya habían completado su misión.
Su equipo había explorado varias posibilidades para sacar a Machado del país y se decidió por un plan que implicaba un tumultuoso viaje por mar.
Para proteger su futuro trabajo en Venezuela, Stern solo puede revelar algunos detalles del viaje.
Por tierra, trasladaron a Machado desde la casa donde se escondía hasta el punto de recogida de una pequeña embarcación, que la llevó frente a la costa hasta un barco un poco más grande, donde se reunió con él.
El viaje se realizó en “mares muy agitados”, con olas de hasta 3 metros de altura, en “una oscuridad total”, según contó.
“El viaje no fue agradable. Hacía frío, llovía mucho, estábamos empapados, las olas eran muy fuertes, y eso lo aprovechamos. La llevamos a tierra firme, hasta donde estaba su avión, y ella voló a Noruega”.
A lo largo del viaje, se tomaron varias medidas para ocultar y disimular su rostro y su perfil “digital”, ya que se trata de una política muy conocida.
“La amenaza biométrica es muy real”, señaló, y añadió que se tomaron medidas para asegurarse de que no pudiera ser localizada a través de su teléfono.
Stern dijo que María Corina Machado se comportó de manera “impresionante” a pesar de las dificultades durante el viaje, aceptando un jersey para abrigarse cuando él se lo ofreció, pero sin pedir nada más.
“Estaba empapada y helada, pero no se quejó ni una sola vez”, dijo riendo, reconociendo que la operación era muy peligrosa porque el agua “no perdona”.
“Si conduzco un barco y se me avería el motor, tendré que nadar hasta Venezuela”.
Cuando se le preguntó cómo podía garantizar la seguridad de los venezolanos que ayudaron en la operación, Stern respondió que mantuvieron sus identidades en secreto y que “nosotros [Grey Bull] realizamos muchas operaciones encubiertas”.
Muchos de los que ayudaron ni siquiera se dieron cuenta de que estaban trabajando para él, dijo Stern, mientras que otros creen que “conocen toda la historia”, pero en realidad no es así.
“Hay personas que hicieron cosas que eran benignas desde su perspectiva, pero que desde la nuestra eran fundamentales para la misión”.
Afirmó que la operación fue financiada por donantes, y no por el gobierno de Estados Unidos: “Nunca hemos recibido una nota de agradecimiento del gobierno de Estados Unidos, y mucho menos un dólar”.
Stern aseguró que se coordinó con algunos Estados nacionales y con los servicios de inteligencia y diplomáticos de varios países. Esto incluyó alertar a Estados Unidos de manera “informal”.
Machado ha dicho que tiene la intención de regresar a Venezuela, pero el Stern afirma que le aconsejó que no lo hiciera.
“Le dije: ‘No vuelvas. Eres madre. Te necesitamos’. Ella hará lo que tenga que hacer… Entiendo por qué quiere volver, porque es una heroína para su pueblo.
“Ojalá no volviera, pero tengo la sensación de que lo hará”.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro nuevo canal de WhatsApp.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.