Policías estatales y municipales reprimieron y agredieron físicamente a integrantes del frente La Esperanza de Sitilpech, en Yucatán, quienes se manifiestan en contra de una megagranja de cerdos.
La asociación civil Kanan Derechos Humanos denunció que, incluso, los elementos de seguridad han robado celulares para evitar que se documente la agresión.
Por la mañana se reportó que los policías colocaron guardias en la entrada de la comunidad de Sitilpech, en Izamal, Yucatán.
🚨[ALERTA] Policías estatales de Yucatan (@sspyuc) y municipales de Izamal reprimen, asedian y agreden físicamente a integrantes de la Esperanza de Sitilpech en el canalé ro de bloqueo a la granja. Además, robaron sillas, mesas y celulares para evitar la documentación del hecho pic.twitter.com/744eQCaPw9
— Kanan Derechos Humanos (@kanan_ddhh) February 18, 2023
Los habitantes de la comunidad se han organizado desde 2021 ante el impacto negativo de las granjas de cerdos que les impusieron en su territorio y que han provocado problemas graves de contaminación en sus pozos de agua, en los cenotes, en la producción agrícola local, al ecosistema, biodiversidad, salud y a las formas de organización social y de vida del territorio maya.
En abril de 2022, la comunidad logró que un juez concediera la suspensión de la granja, pero finalmente un Tribunal desechó el amparo promovido por el colectivo La Esperanza de Sitilpech, que mantenía la granja cerrada.
De acuerdo con los habitantes, desde el pasado 10 de febrero, de manera pacífica, se impidió el paso de un camión de la empresa Kekén que transportaba 500 cerdos para engordar en la granja. Semanas antes esta empresa comenzó a mandar camiones con cerdos para reactivar sus labores.
“Por eso nosotros hemos tomado la decisión de empezar un campamento de bloqueo frente a su megagranja. Ese bloqueo es respaldado por el pueblo organizado y que lucha. Ni una megagranja más, exigimos un alto a los abusos del gobierno del estado y municipal coludido con empresas, queremos que se vayan de nuestro pueblo”, señalaron en un comunicado.
Decenas de granjas porcícolas en Yucatán cometen diversas irregularidades contra el medio ambiente, según un informe de Greenpeace, invaden zonas protegidas, contaminan el agua utilizada por las comunidades y también de los cenotes, causan deforestación y violentan derechos ya que no se consultó antes de su instalación.
Vecinos de comunidades cercanas, como Kinchil, Maxcanú, Opichén y Chololá, en Yucatán, denuncian molestias provocadas por estas industrias como malos olores y problemas con el tránsito de los camiones. Todos tienen miedo de que los desechos de los cerdos puedan afectar al agua que consumen.
Las granjas porcícolas son uno de los principales activos económicos en la península de Yucatán. Según Greenpeace aquí se establece el 14% de las granjas porcícolas de la República y el 9% de la producción del país, con un crecimiento anual del 4.5%, solo por detrás de Jalisco y Sonora, pero esta industria provoca diversos daños en el medioambiente, como la pérdida de la biodiversidad.
Por ejemplo, el 45% de las granjas están ubicadas sobre selva seca y el 31% del territorio que ocupa esta actividad fue deforestada, lo que implica que se haya arrasado con más de un diez mil hectáreas y 20 de las 200 especies de planta endémica estén en peligro.
La comunidad de Sitilpech en Izamal, Yucatán, exige que se suspendan las operaciones de la granja de cerdos "Kancabchén II", ubicada a menos de tres kilómetros del pueblo. #SitilpechEscuchaEstaEsTuLucha#AguaSíCerdosNo pic.twitter.com/r8mD2XWmCp
— Kanan Derechos Humanos (@kanan_ddhh) May 12, 2022
Estados Unidos tiene desplegados unos 40 mil militares y civiles en una decena de países de la región, que operan bases, sistemas de defensa aérea, aviones de combate y buques de guerra.
Estados Unidos cuenta con una importante fuerza militar en Medio Oriente, con tropas en más de una decena de países y navíos desplegados en las aguas de la región.
Estas bases albergan actualmente a unas 40.000 personas, entre militares y civiles, además de sistemas de defensa aérea, aviones de combate y buques de guerra.
Tras el ataque de Estados Unidos a tres instalaciones nucleares en Irán, estas bases se han convertido en potencial objetivo de las represalias iraníes, cuyo gobierno ya advirtió de que se “reserva todas las opciones” para responder.
La presencia estadounidense en la zona, que durante las guerras de Irak o Afganistán llegó a contar con más de 160.000 soldados desplegados, había sido reforzada el año pasado por las tensiones entre Israel e Irán y para responder a los continuos ataques de los hutíes de Yemen a navíos comerciales y militares en el mar Rojo.
Pero en los últimos días, en previsión de los ataques y para proteger al personal en caso de una respuesta a gran escala por parte de Teherán, Estados Unidos había pedido la salida voluntaria de dependientes de militares de las bases regionales.
En total, EE.UU. tiene instalaciones militares en al menos 19 emplazamientos en la zona, ocho de ellos considerados permanentes por muchos analistas regionales: Arabia Saudita, Bahréin, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Israel, Jordania, Kuwait, Qatar y Siria.
Según el instituto independiente de investigación Council on Foreign Relations (Consejo de Relaciones Exteriores), el ejército estadounidense también utiliza grandes bases en Yibuti y Turquía, que forman parte de otros mandos regionales pero que a menudo contribuyen de forma significativa a las operaciones estadounidenses en Medio Oriente.
A continuación te explicamos cómo son las principales bases de EE.UU. en la zona, todas ellas bajo el Mando Central del ejército estadounidense (CENTCOM, por sus siglas en inglés).
Este pequeño reino alberga la sede de la Quinta Flota de la Armada de Estados Unidos, responsable de las fuerzas navales estadounidenses en el golfo Pérsico, el mar Rojo, el mar Arábigo, y la costa de África del este hacia el sur hasta Kenia.
Las instalaciones se conocen como Naval Support Activity Bahrain (Actividad de Apoyo Naval de Bahréin), y albergan también el cuartel general del Comando Central de las Fuerzas Navales de EE.UU.
Unos 9.000 militares estadounidenses están desplegados en este país insular.
Varios navíos de la Armada estadounidense tienen sede en el puerto de Bahréin, que cuenta con aguas muy profundas que permiten la entrada de barcos de gran calado, como los portaaviones UUS Carl Vinson y otros.
Entre ellos hay cuatro buques antiminas y dos buques de apoyo logístico. La Guardia Costera estadounidense también tiene buques en el país, incluidas seis lanchas de respuesta rápida, según AFP.
Kuwait es de los países que cuenta con más bases militares estadounidenses en la región.
Entre ellas está el Campamento Arifjan, sede del cuartel general avanzado del componente del CENTCOM del ejército estadounidense. Esta instalación sirve de núcleo operacional y de logística para las fuerzas armadas de EE.UU. en Medio Oriente, con grandes reservas de material para abastecer a las distintas operaciones.
También se encuentra en Kuwait la base aérea Ali al-Salem, que alberga la 386ª Ala Expedicionaria Aérea, “el principal centro de transporte aéreo y puerta de enlace para el despliegue de potencia de combate a las fuerzas conjuntas y de coalición en la región”, según AFP.
Además, Estados Unidos también tiene drones, entre ellos los MQ-9 Reaper, en Kuwait.
Solo en el Campamento Arifjan y la base aérea Ali al Salem, el ejército de EE.UU. tiene desplegados a unos 13.500 militares, según el Departamento de Estado estadounidense.
La base de Al Udeid, en Qatar, es la mayor de toda la región, alberga un cuartel general avanzado del Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM), así como de sus fuerzas aéreas.
Al Udeid ha sido fundamental para las operaciones que en el pasado ha llevado a cabo el ejército de Estados Unidos en Irak, Siria y Afganistán.
Allí está también desplegada la 379.ª Ala Expedicionaria Aérea de la Fuerza Aérea de EE.UU.
El presidente Donald Trump la visitó le pasado 15 de mayo durante la gira que realizó por Medio Oriente.
En los últimos días, Washington había retirado decenas de aeronaves de las pistas de Al Udeid, como mostraron imágenes satelitales, lo que hizo sospechar que los había movido para protegerlos de eventuales ataques iraníes en respuesta por una intervención estadounidense.
De una cuarentena de aviones, entre ellos Hércules C-130 de transporte y aviones de reconocimiento, que podían verse en imágenes publicadas por Planet Labs el pasado 5 de junio, solo quedaban tres aeronaves dos semanas después, según AFP, que pudo analizar las imágenes.
En Qatar hay desplegados unos 10.000 soldados estadounidenses.
El ejército estadounidense cuenta con la base aérea de Al Dhafra, en Emiratos Árabes Unidos (EAU), una base estratégica dedicada al reconocimiento, la recopilación de inteligencia y el apoyo a las operaciones aéreas de combate.
La base alberga el Ala Expedicionaria Aérea 380 de EE. UU., una fuerza compuesta por 10 escuadrones de aeronaves y que también incluye drones como los MQ-9 Reapers.
Estados Unidos llegó a tener hasta 160.000 soldados desplegados en Irak en más de 500 bases en el país durante la invasión que derrocó a Sadam Hussein y que duró de 2003 a 2001.
Hoy, sin embargo, hay estacionados unos 2.500 militares estadounidenses en el país, y Washington negocia con el gobierno de Bagdad su retirada progresiva.
Estos militares forman parte de la coalición internacional que combate al grupo yihadista Estado Islámico, y lo hacen principalmente desde dos bases aéreas, la de Al Asad y la de Erbil, en el Kurdistán iraquí.
Estas bases, así como otras menores que siguen abiertas en el país, han sido objetivo de ataques de grupos aliados de Irán desde que se iniciara la guerra en Gaza en octubre de 2023.
La presencia militar de Estados Unidos en Siria está también vinculada a la lucha contra el Estado Islámico, que surgió de la guerra civil que estalló en 2011 en el país y que acabó por ocupar grandes prociones de territorio en Siria e Irak.
El ejército de EE.UU. tiene unos 2.000 militares en varias bases en el país, que trabajan con las fuerzas de seguridad locales para prevenir un resurgimiento del grupo yihadista.
En junio Washington anunció que reduciría el número de bases militares que opera en el país de ocho a una, y que cambiarían su políticas con respecto a Siria “porque ninguna ha funcionado”.
Trump decidió levantar las sanciones a Siria de forma inesperada el pasado mes de mayo, y su gobierno se ha mostrado dispuesto a dialogar con el nuevo líder de facto del país, Ahmed Sharaa, cuya milicia logró derrocar a Bashar al Assad a finales de 2024.
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