El Drag en México está más vibrante que nunca. Brilla con luz propia. Su camino ha sido paralelo a la lucha de las diversidades.
Se ha abierto espacios y se ha adaptado a la realidad mexicana.
Se ha convertido también en escaparate tanto para hablar de los derechos ganados como para señalar la discriminación, la homofobia y los transfeminicidios en el país.
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