
Para entender mejor
El director antiterrorismo de la Casa Blanca, Sebastian Gorka, afirmó que más de 500 mil ciudadanos mexicanos trabajan para los cárteles en el país, por lo que ya está en coordinación con la presidenta, Claudia Sheinbaum.
En un foro organizado por el sitio Político, indicó que, al gobierno del presidente de EU, Donald Trump, le “gustaría ver a esos mexicanos libres del flagelo de los cárteles”.
“Lo que estamos haciendo en consulta con el gobierno de México es que tienen la responsabilidad de asegurar que los cárteles no controlen partes de México como lo hacen actualmente”.
Aseguró que alrededor de 110 mil estadounidenses fueron asesinados por las drogas ilícitas.
“Más estadounidenses fueron asesinados en un año que en 75 años de conflicto armado gracias a Biden y Harris y a los cárteles que les fue fácil”, señaló el funcionario.
Dijo que “estamos en guerra contra los cárteles” y es por eso que el presidente Trump “está haciendo lo que hace” porque no se permitirá que continúen operando.
Destacó que su justificación para declarar la guerra a cárteles es porque los ciudadanos de EU mueren por el consumo de fentanilo, el cual era transportado desde por la frontera.

“Primero hablemos de la justificación para que los seis cárteles y las dos pandillas sean designados como organizaciones terroristas extranjeras. Esta claro, es realmente esencial que todos los estadounidenses, nuestros socios y México entiendan que porqué hicimos esto. (…) Calculé cuántos estadounidenses han muerto (…) Así que cada marine, aviador, soldado, guardacosta, muerto en combate, (…) así mismo busqué datos sobre muertes por fentanilo y consumo de drogas ilegales contrabandeadas a través de la frontera”, resaltó.
El gobierno de Estados Unidos designó oficialmente a seis cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, medida que entró en vigor el pasado 20 de febrero al ser publicada en el Registro Federal (Diario Oficial).
La lista incluye a ocho organizaciones criminales entre las que se encuentran seis mexicanas: el Cártel de Sinaloa, Cártel de Jalisco Nueva Generación, Carteles Unidos, Cártel del Noreste, Cártel del Golfo y La Nueva Familia Michoacana.
A estas se suman la banda criminal de Venezuela conocida como Tren de Aragua y la Mara Salvatrucha de El Salvador.
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La medida se adoptó luego de que Trump firmó una orden ejecutiva en su primer día de mandato para declarar como organizaciones terroristas a los cárteles de la droga mexicanos, a los que acusa, entre otras cosas, de fabricar el fentanilo, un opioide sintético, que causa estragos en Estados Unidos.

Trump amenazó a su vecino, así como a Canadá, con aranceles del 25 % a sus productos si no redoblaban la lucha contra la migración irregular y el tráfico de fentanilo.
Desde entonces las autoridades mexicanas han multiplicado los anuncios sobre detenciones de narcos y decomisos de estupefacientes.

Un concepto sencillo, nacido en la isla del Mediterráneo, puede cambiar cómo ves lo cotidiano.
“En Sicilia tenemos una palabra mágica con un sabor propio: Futtitini“, cuenta el actor italiano Giusepppe Capodicasa en un video de BBC Reel.
“No es una mala palabra, es una bendición”, declara.
Recordemos que en Sicilia se habla italiano como en el resto de Italia, pero suena distinto porque detrás hay siglos de historia trenzada en la lengua.
Antes de que el italiano se adoptara como la voz común del país, los sicilianos ya hablaban el siciliano, una lengua romance marcada por las sucesivas conquistas y dominaciones de la isla: griegos, árabes, normandos, españoles… cada uno dejó alguna huella en el acento y en las palabras.
Cuando el italiano estándar empezó a imponerse en el siglo XIX, no borró esa base, sino que se mezcló con ella.
Por eso, aunque alguien como Capodicasa, quien se identifica “100% siciliano”, habla italiano, se notan tonos, giros y palabras que vienen de esa mezcla antigua.
Futtitinni es una de esas palabras.
Una que, según Capodicasa, encierra “una filosofía de vida, una forma de concebir nuestra existencia”.
“Futtitinni… cuán hermoso suena”, dice el filósofo siciliano Pietro Briguglio, pronunciando la palabra gustosamente.
“Cuando la dices, descargas un peso que tenías y quedas ligero”.
El término está muy presente en el lenguage común pues “se presta a ser usado en muchas situaciones”, afirma Briguglio.
Podría entenderse como “no te preocupes demasiado”, “déjalo pasar”, y su sentido se mueve entre “no te amargues”, “no te enredes” -o el mexicano “no te claves”, el colombiano “no te compliques”, el caribeño “no te calientes la cabeza” o el sureño “no te hagas drama”.
Pero según Capodicasa, “es más matizado, más elegante”.
La raíz de futtitinni es el verbo siciliano futtíri, que no es particularmente elegante: es una manera vulgar de decir “copular”.
Proviene del latín futūere, que en español evolucionó como ‘follar’, esa forma coloquial para hablar de las relaciones sexuales que aún se escucha en España.
En siciliano, así como ocurrió en muchas lenguas romances con verbos de origen sexual, futtíri se ha amplió a significados figurados como engañar, fastidiar, robar o tomarse libertades, dependiendo del contexto.
De ahí que futtitinni tenga un matiz entre despreocupado y un poco irreverente, algo así como “que te importe un carajo”, pero con ese tono siciliano que lo vuelve más filosófico que agresivo.
Y es que no se trata de que nada importa, ni de eludir problemas o responsabilidades, ni siquiera de resignación.
“Futtitinni no es superficialidad”, aclara Capodicasa. “Es la capacidad de atravesar las situaciones de la vida con conciencia y ligereza”.
En ocasiones, llama a desprenderse de lo inmutable y seguir viviendo plenamente, como explica el sitio web Entendiendo a Italia.
En esos casos, sirve para para consolar un amigo ante una decepción, para sobrellevar un revés económico, o simplemente para poner en perspectiva un incidente cotidiano.
Es además una herramienta existencial, que sirve para separar lo esencial de lo superfluo, para no cargar con cada contrariedad, y priorizar lo que de verdad importa.
Futtitinni encierra una modo de enfrentar la adversidad con ligereza, dignidad e incluso humor… un sentido que los sicilianos tienen muy desarrollado.
Como notó el político y escritor romano Cicerón, ya en el siglo I a. C., los sicilianos eran “una raza inteligente, pero desconfiada y dotada de un maravilloso sentido del humor”.
“Por terrible que sea una situación, los sicilianos siempre tienen un comentario ingenioso que hacer al respecto”, añadió.
Esa cualidad los ha acompañado a lo largo de sus 3.000 años de historia, a menudo difíciles de sobrellevar.
Solo adoptando una actitud reflexiva, observa Il Italoamericano, pudieron superar la constante tentación de convertirse en figuras trágicas.
Esa actitud se expresa en esa exhortación que los sicilianos usan cuando las cosas se vuelven demasiado abrumadoras: futtitinni.
Y, aunque la palabra existe en dialecto siciliano desde hace generaciones, en los últimos años ha tenido un resurgir notable.
Competiciones de memes, camisetas con la inscripción “Futtitinni“, artículos y blogs que rescatan su significado como “pedagogía de lo esencial”.
Futtitini “no es superficialidad, sino el arte del discernimiento”, señala Francesco Mazzarella en la revista Paese.
Aclara que ese arte del discernimiento es el “que distingue entre lo urgente y lo ruidoso, entre lo que nos edifica y lo que nos consume”.
Explica que cuando un siciliano dice futtitinni, a menudo está diciendo:
“No dejes entrar en tu corazón aquello que no merece habitar allí”.
“No le des poder a quien quiere quitarte el aliento”.
Para Mazzarella, el tradicional término no sólo no ha perdido relevancia sino que, en esta época en la que todo exige atención, y “cada opinión se convierte en guerra, cada imperfección en fracaso (…), futtitinni se ha convertido en revolución”.
Invita a practicar “el buen desapego”, a despreocuparse por lo periferal y centrarse en lo realmente importante.
“¿Tu pareja te dejó?… quizás no era la ideal. ¿Perdiste tu trabajo?… tómatelo como un nuevo comienzo”, ejemplifica Capodicasa.
“Hay quienes hacen yoga, meditación, respiran con el diafragma. Hay quienes van a India a encontrarse a sí mismos”, dice Capodicasa.
“En Sicilia hacemos todo esto con una sola palabra.
“Se dice que un viejo sabio, mientras explicaba las leyes de la filosofía siciliana a un joven discípulo, en cierto momento se detuvo, lo miró a los ojos y le dijo:
“Hijo, si no puedes cambiar lo que te hace sufrir, entonces futtitinni“.
Quizás ese sabio, al pronunciar la palabra, hizo el gesto típico que suele acompañarla para enfatizar: levantando la mano de abajo hacia arriba, como arrojando las preocupaciones al aire.
La intención es distender, dejar de enfocarse en lo negativo.
“La vida te estresa… tómatela con calma.
“Atascado en el tráfico… Paciencia”…
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