El embajador de Estados Unidos en México, Ronald Johnson, sostuvo que ambos países deben enfrentar juntos las amenazas que China representa, entre ellos comerciales, en infraestructura y seguridad alimentaria.
“Estados Unidos y México deben enfrentar juntos como aliados estratégicos y principales socios comerciales”, escribió Johnson en sus redes.
Johnson destacó que una frontera segura y eficiente es esencial para detener el tráfico de fentanilo hacia el norte, y de armas hacia el sur.
“La coordinación es vital para avanzar en esta meta compartida de seguridad”, agregó.
El diplomático estadounidense declaró hace unos días que la frontera compartida con México es una prioridad para Donald Trump.
El nuevo embajador ha señalado que las múltiples llamadas entre Claudia Sheinbaum y Trump son reflejo de la importancia de la relación bilateral y las “prioridades compartidas”.
Desde que regresó a la Casa Blanca en enero, Trump gravó los productos chinos hasta alcanzar el 104 %.
China ha criticado la última decisión del gobierno de Trump, la cual calificó de “irrazonable”, por comenzar a revocar visados de estudiantes chinos vinculados al Partido Comunista o que cursen estudios en áreas consideradas sensibles.
Originario de Alabama, Ronald Douglas Johnson ha trabajado por más de 40 años para el gobierno de Estados Unidos, especialmente como militar. Fue miembro del ejército estadounidense y después miembro de la comunidad de inteligencia.
No obtuvo experiencia en la diplomacia internacional hasta septiembre del 2019, cuando asumió el puesto de embajador de Estados Unidos en El Salvador durante el primer mandato del presidente Donald Trump. En su presentación como embajador de Estados Unidos en El Salvador, Ronald Johnson destacó sus principios y valores, como “el orden” y “la familia”. Dijo que comulgaba con las ideas del presidente de ese país, Nayib Bukele, sobre el desmantelamiento de pandillas.
Johnson formó parte de la Guardia Nacional del Ejército de Alabama, inició como soldado raso en 1971 y permaneció hasta alcanzar el rango de capitán, antes de incorporarse al ejército en 1984.
En el ejército estadounidense permaneció 14 años, hasta 1998 cuando se retiró como coronel. Después de eso trabajó asesor especial del Comando Sur de EU en Miami, donde gestionó la colaboración entre el Comando y la Comunidad de Inteligencia.
Trabajó en una amplia gama de temas regionales, como refugiados, combate al narcotráfico, la lucha contra el terrorismo, los derechos humanos y el control de las enfermedades virales tropicales.
Después, se convirtió en enlace de ciencia y tecnología de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) ante el Comando de Operaciones Especiales de Estados Unidos, en Tampa, Florida.
El ahora embajador tiene una licenciatura en Ciencias por la Universidad del Estado de Nueva York y una maestría en Ciencias por la Universidad Nacional de Inteligencia. Además de un doctorado Honoris Causa en Humanidades por el Colegio Williamson.
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