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Al inicio de 2022, el abasto de medicinas cayó a su peor nivel en seis años; subió escasez en fármacos para salud mental
Al inicio de 2022, el abasto de medicinas cayó a su peor nivel en seis años; subió escasez en fármacos para salud mental
FOTOS: Cuartoscuro
6 minutos de lectura
Al inicio de 2022, el abasto de medicinas cayó a su peor nivel en seis años; subió escasez en fármacos para salud mental
El surtimiento de medicamentos alcanzó su nivel más bajo en el primer cuatrimestre de 2022, de acuerdo con la plataforma Cero Desabasto. Los reportes indican que no solo escasearon las medicinas contra el cáncer, sino también las relativas a salud mental.
07 de febrero, 2023
Por: Marcela Nochebuena
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En el primer cuatrimestre de 2022, se reportó el nivel más bajo de surtimiento de medicamentos en el sector público en los últimos seis años, de acuerdo con los datos recabados por el colectivo Cero Desabasto, con base en la plataforma Indicas de la Secretaría de Salud.

Adicional a ello, en los primeros 10 meses de ese año, se negaron o surtieron incompletos más de 11 millones de recetas, de acuerdo con lo documentado por la red de organizaciones, lo cual representa una mejora respecto de 2021 —el peor año completo en términos de abastecimiento—, pero está muy por encima del millón y medio de recetas mal surtidas en 2017 y 2018.

Otro fenómeno, destaca Andrés Castañeda, coordinador de Cero Desabasto, es el viraje respecto de las enfermedades principalmente asociadas a la falta de medicamentos, de acuerdo con los reportes de desabasto que recibe el colectivo: mientras en años anteriores el cáncer se mantuvo como la principal, en 2022 se asociaron en mayor medida a la salud mental

Además, sigue existiendo una diferencia importante entre el desabasto en zonas urbanas y rurales. Por ejemplo, de acuerdo con las estadísticas de Indicas, en sectores urbanos, los niveles más bajos de abastecimiento en el último cuatrimestre de 2022 —por debajo del 50%— se reportaron en Hidalgo, Coahuila, Chihuahua y Colima.

En sectores rurales, los más bajos se ubicaron en Aguascalientes y Chihuahua. Si bien en el IMSS hay más homogeneidad respecto de estados y regiones del país, en las unidades que dependen de la Secretaría de Salud existe un mayor contraste de desabasto por entidades.

“Por un lado, tenemos datos de los indicadores del Indicas, que son estos indicadores de la Secretaría de Salud donde se reporta el surtimiento completo de medicamentos en unidades de primer nivel tanto urbanas como rurales, y vemos que el primer cuatrimestre de 2022 reportaron el nivel más bajo de surtimiento de los últimos seis años; para el segundo cuatrimestre mejoró, pero para el último cuatrimestre volvió a bajar; entonces, no podríamos decir que este tema se está resolviendo”, señaló Castañeda.

Lee más: Por fallas en Compranet aplazan proceso de compra de 700 millones de medicinas para 9 instituciones

Además de los indicadores e información generada por el sector salud, Cero Desabasto cuenta con una plataforma para reportar casos individuales de manera directa. De acuerdo con las estadísticas que ahí se generan, en todas las instituciones el año donde más se denunció falta de medicamentos fue 2021, cuando sumaron 3 mil 706 reportes, seguido por 2020 con 2 mil 805 y 2022, cuando ascendieron a mil 460.

De esos reportes entre 2019 y 2022, la mayor parte estuvo principalmente asociada a cáncer, diabetes mellitus, hipertensión arterial y postrasplante. Castañeda detalló que las reumatológicas y neurológicas también han generado un número importante de reportes, aunque el cáncer sigue ocupando un lugar preponderante. 

Sin embargo, durante 2022 los medicamentos asociados a la atención de la salud mental fueron los que mayor número de reportes generaron en la plataforma de Cero Desabasto y aún se mantienen este año. A esto se han sumado denuncias de falta de medicamentos por parte de personas que viven con trasplantes, sobre todo en Tlaxcala y Puebla.

En ese contexto, para la compra de medicamentos de este año, recordó Castañeda, aún quedaron claves desiertas, lo cual no quiere decir necesariamente que sean medicamentos que ya no se van a adquirir, pero sí representa un atraso en las licitaciones, pues se hicieron ya empezado el año, en lugar de preverlas con anterioridad, aunado a que no han sido 100% exitosas.

“Mucho se debe al tema de distribución y almacenamiento que hemos estado viendo también en años anteriores; hoy estas unidades tienen que pedir las medicinas, luego las tiene que comprar la Federación y luego las tienen que regresar y lograr distribuir; si hay falla en alguno de estos procesos, ese es el problema”, indicó.

Una batalla que se ha acentuado en los últimos dos años

Rubén Ortega padece diabetes desde hace casi 12 años. Durante ese tiempo, se ha atendido siempre en la clínica 169 del IMSS, en Ocotlán, Jalisco. Durante los primeros 10, casi no detectó retrasos importantes, sobre todo en la administración de insulina. En los últimos dos, sin embargo, ya han ocurrido varias veces. 

Para atender este padecimiento, debe recibir mensualmente un esquema de tres medicamentos: insulina intermedia, linagliptina y metformina. La aplicación para controlar la enfermedad es diaria: 30 unidades en la mañana y 30 en la noche, por lo que —teóricamente— le tendrían que expedir y surtir efectivamente una receta para obtener la medicina suficiente para un mes. 

La insulina fue el primer medicamento que se empezó a retrasar, recuerda. La última vez tardaron más en surtirle la receta, prácticamente mes y medio después de la fecha de expedición. En tanto, hasta ahora ha acumulado dos recetas de linagliptina que permanecen sin ser surtidas. Rubén ha perdido la cuenta de los retrasos de los últimos años, aunque han sido cuatro o cinco ocasiones cuando ha decidido quejarse formalmente. 

En ese camino descubrió que no vale la pena hacerlo en la misma clínica, pues el director o el administrador reciben la queja y supuestamente escalan la información, pero la respuesta es siempre la misma: “Los de abasto no han surtido”. Incluso, en alguna ocasión, que fue mucho más enfático, le enviaron una fotografía para mostrarle que a nivel estatal no había abasto en anaqueles. 

“La insulina me la entregaron hace escasos ocho o 10 días, me mandaron mensajes directos (después de reportarla en redes sociales), les di mis datos, les expliqué y siempre contestaba el robot automático ‘no nos podemos comunicar’; de ahí ya no salieron con el tema de la linagliptina, que la tengo que combinar con metformina”, explica.

Al principio, las dos últimas las entregaban combinadas en un solo medicamento. Después, bajo el argumento de que ya no tenían en existencia la linagliptina, se las empezaron a surtir separadas. Desde entonces, han pasado dos meses sin que la hayan vuelto a surtir. 

En la clínica, dice, a veces ha percibido molestia por el reclamo ante el desabasto, pero insiste en que las quejas no están dirigidas a los empleados del lugar, sino al área encargada de la distribución de los medicamentos. “Los médicos siguen dando la receta, pero los de la farmacia no la van a entregar si no la tienen en físico, si no les han surtido”, señala Rubén.

“Cada vez que va uno —agrega—, te dicen ‘venga el martes o miércoles de la próxima semana para que la surtan a ver si llega’, y nos hacen ir una y otra y otra vez. Como quiera que sea, yo tengo 56 años, mi esposa 53, pero hay gente muy mayor que no tiene ni cómo moverse, y yo veo que estamos viviendo la misma situación, sobre todo con este tipo de medicamentos que son para enfermedades que sí somos vulnerables”.

Él ha percibido en los últimos dos años falta de sensibilidad e indolencia. Eso, incluso, llega a generar roces entre pacientes y empleados de la clínica, cuando los últimos no son realmente responsables. Además, el IMSS solo contestó y dio seguimiento en contadas ocasiones.

Alguna vez, recuerda, ellos mismos se pusieron en contacto y, como a los 22 días, le entregaron la insulina y la combinación de linagliptina con metformina. Cuando no le surten la receta, Rubén ha tenido que comprar el medicamento por su cuenta, igual que tuvo que hacerlo con los retrasos de insulina, que llega a alcanzar un precio de entre 500 y 800 pesos. 

“No son muy baratas que digamos, sobre todo la insulina intermedia, pero no me voy a privar de ponerme mi medicina cuando pueda, ahorita que todavía soy algo productivo y la alcanzo a comprar, pero pensemos en la gente que no”, lamenta.

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Qué causó la histórica tormenta que desató el caos en Dubái y generó severas inundaciones en la península arábiga
4 minutos de lectura
Qué causó la histórica tormenta que desató el caos en Dubái y generó severas inundaciones en la península arábiga

Emiratos Árabes Unidos registró la tormenta más severa en 75 años: en 24 horas cayó el equivalente a la lluvia de todo un año.

18 de abril, 2024
Por: BBC News Mundo
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Los meteorólogos en Emiratos Árabes Unidos (EAU) dijeron que fue un “acontecimiento excepcional” en la historia climática del país.

Un sistema de tormentas iniciado el domingo en la región del Golfo Pérsico generó lluvias récord entre la noche del lunes y el martes.

En 24 horas cayeron más de 254,8 mm de agua en la zona de Khatam al Shikla, a unos 150 km al sur de Dubái

Eso equivale a toda la lluvia que suele caer en EAU en todo un año. El Centro Meteorológico Nacional del país árabe dijo que se trató de la mayor precipitación de los últimos 75 años.

En el vecino Omán murieron al menos 19 personas en diversos incidentes relacionados con las fuertes lluvias.

Las precipitaciones también azotaron Arabia Saudita y Bahréin.

Se registraron severas inundaciones en el aeropuerto de Dubái, el segundo con mayor tránsito de pasajeros a nivel mundial, lo que obligó a la cancelación de cientos de vuelos, quedando varados miles de pasajeros que este miércoles todavía intentaban llegar a sus destinos.

En las imágenes llegadas desde Dubái se podían ver vehículos sumergidos bajo el agua, fuertes rachas de viento que arrancaban árboles y mobiliario urbano, y una gran actividad eléctrica.

Ross Moore, un británico que vive en Dubái, le dijo a la BBC que la tormenta fue “un espectáculo increíble”.

Nunca he visto nada igual en los Emiratos Árabes Unidos y he estado aquí desde 2017. Los truenos y relámpagos fueron increíbles, el ruido fue algo que nunca olvidaré”, explicó.

Pero ¿qué causó esta lluvia nunca antes vista en tan poco tiempo?

Una calle inundada en Dubái
Getty Images
Emiratos Árabes Unidos registró las mayores precipitaciones en 75 años.

La combinación de factores

EAU suele registrar una media de 140-200 mm de precipitaciones al año, mientras que Dubái solo suele tener 97 mm. La media mensual en abril es de apenas 8 mm.

Por eso los más de 200 mm que cayeron con esta tormenta son extraordinarios.

Los expertos coinciden en que hubo una conjunción de factores y explican que la tormenta ya estaba prevista en los modelos meteorológicos horas antes de que ocurriera.

“Ya se había pronosticado que sería un fenómeno meteorológico grave. Antes de que se produjera, los modelos informáticos ya pronosticaban lluvias equivalentes a más de un año en un espacio de tiempo de 24 horas”, explicó Matt Taylor, meteorólogo de la BBC.

Una tormenta en la península arábiga
Matt Weir
La baja presión atrajo mucha humedad del mar a la península arábiga.

Una baja presión que se generó al sur de la península arábiga absorbió un gran cantidad de humedad del mar. El hecho de que la temperatura en la superficie del agua y en el aire fuera más elevada de lo normal, alimentó el sistema de tormentas.

El incremento de temperaturas de la superficie de los océanos, que los científicos atribuyen al calentamiento global, ha hecho más frecuentes este tipo de tormentas alrededor del mundo en los últimos años.

A eso hay que añadir que las condiciones del terreno en la península árabiga, que es una región desértica, también son un factor que contribuye a que se produzcan inundaciones.

“Evidentemente, los grandes fenómenos meteorológicos de este tipo son raros, pero es una región muy árida en la que los suelos son muy compactos y secos. Por eso, en cuanto llueve, se producen inundaciones repentinas. Eso no es algo raro en Dubái. Pero es justo decir que este fue un evento realmente grande”, explicó a la BBC Maarten Ambaum, profesor de meteorología de la Universidad de Reading (Reino Unido).

Las autoridades locales descartaron que las precipitaciones ocurrieran como consecuencia de la “siembra de nubes”, una práctica que se utiliza desde los años 90 en la región para producir lluvia.

Un hombre en una calle inundada de Dubái
Reuters
El suelo compacto del desierto arábigo absorbe más lentamente el agua, lo que genera inundaciones repentinas.

Lo cierto es que las lluvias son poco frecuentes en EAU, por lo que las infraestructuras no están preparadas para las precipitaciones extremas.

De ahí que tanto las pistas del aeropuerto de Dubái como importantes vías de comunicación de la ciudad quedaran anegadas por el agua.

Dubái
Reuters
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BBC

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