Las negociaciones del gobierno de México para lograr que Estados Unidos dejara ir a Salvador Cienfuegos, exsecretario de la Defensa Nacional al que autoridades estadounidenses acusaban de proteger a narcotraficantes, exhiben el alto nivel de apoyo que las Fuerzas Armadas tienen en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, señala el periodista J. Jesús Esquivel.

El reportero documenta ese proceso en su libro A sus órdenes, mi general (Grijalbo, 2023), en el que expone cómo surgieron las investigaciones contra Cienfuegos en Estados Unidos, cómo se produjo su detención en octubre de 2020, cuáles fueron las reacciones en ambos lados de la frontera y, finalmente, cómo México consiguió que la administración de Donald Trump retirara sus acusaciones y aceptara que el extitular de la Sedena regresara a territorio mexicano como un hombre libre.

“Si iban a sentar en el banquillo de los acusados a un exsecretario de la Defensa, pues cuántos mandos subordinados de él pudiesen haber sido señalados”, argumenta Esquivel, reportero del semanario Proceso y autor de otros libros sobre crimen organizado, narcotráfico y la relación entre México y Estados Unidos.

“Creo que el estilo de gobierno del presidente López Obrador se alejó mucho de lo que nos prometió como candidato y ahora se sustenta en este apoyo que le dan las Fuerzas Armadas y que él con reciprocidad les da como comandante en jefe. Porque este caso del general Cienfuegos no era tanto por salvar a un elemento de la élite verde en nuestro país, sino más bien evitar que eso fuera un torrente de acusaciones y señalamientos a las Fuerzas Armadas en un juicio público en Estados Unidos con otros implicados”, añade en entrevista.

En su libro, a través de documentos y entrevistas con altos funcionarios y exfuncionarios, Esquivel expone que las autoridades mexicanas argumentaron ante las estadounidenses que continuar con el proceso contra Cienfuegos dañaría la relación bilateral y que correspondía a México investigarlo y eventualmente procesarlo en su territorio. Igualmente, a partir del testimonio de un exfiscal estadounidense, el reportero señala que el expediente que Estados Unidos entregó a México —y que la Cancillería hizo público— está incompleto, pues funcionarios de ese país no quisieron dar toda la información con la que contaban.

Conocer el contenido de este documento es uno de los principales pendientes que dejó el caso Cienfuegos, dice Esquivel, quien también advierte que el poder que han ganado las Fuerzas Armadas a lo largo de los últimos sexenios es visible en diversos rubros de la vida cotidiana. 

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“No sé si la próxima presidenta o presidente de México vaya a diferir mucho de la ideología de López Obrador, hemos oído más bien como que un cierre de ideales similares a los del presidente. Lo que sí puedo decir es que la historia de nuestro continente, del sur de nuestras fronteras hacia abajo, demuestra que un gobierno, cuando delega tanto poder a las Fuerzas Armadas y se involucra con ellas, es muy difícil que se deslinde. En nuestro país ya los dejaron entrar, lo difícil va a ser sacarlos”, advierte el autor.

El rubro de la seguridad pública muestra lo complejo del problema —añade—, pues en lugar de que haya comenzado un retiro paulatino de los militares de estas labores, su despliegue se ha profundizado y, sin policías capaces y confiables, no hay condiciones para combatir al crimen a través de instituciones civiles.

“Ahora no lo podemos hacer sin las Fuerzas Armadas, es muy complicado, porque tienen, además de gran poder, presencia en todo el país. Son instituciones que sí garantizan la estabilidad de un país, pero a costa de qué. Esa es la gran interrogante”, concluye Esquivel.

Este 4 de abril, la organización Artículo 19 denunció que Esquivel recientemente sufrió dos ataques a su trabajo. Uno de ellos fue el intento de dos funcionarios de la Presidencia de la República, el vocero Jesús Ramírez Cuevas y su subordinada Azucena Pimentel, por lograr que Twitter suspendiera su cuenta en la red social. El otro fue la difusión de una versión apócrifa de su libro sobre el general Cienfuegos.

“Si bien no podemos comprobar un nexo causal entre todos los hechos aquí descritos, preocupa que estos sucedan con días de diferencia. Además, la clonación y cambios en el contenido del libro de J. Jesús Esquivel tienen graves impactos en su credibilidad y labor informativa y periodística. Las agresiones contra J. Jesús Esquivel ocurren en un contexto donde se agrede a la prensa cada 13 horas por ejercer su labor, y donde más del 42% de los ataques son cometidos por personas servidoras públicas”, alertó Artículo 19 en un comunicado.