La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió otorgar un amparo liso y llano a Laura Morán y a su hija, Alejandra Cuevas, quienes eran acusadas por el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, de la muerte de su hermano Federico.
Con ese amparo, ambas quedan absueltas de la acusación por presunto homicidio y, en el caso de Cuevas, se ordenó su liberación inmediata. Morán, quien era la pareja de Federico Gertz Manero, estaba en libertad.
La resolución representa un revés para el fiscal Gertz, quien considera que ambas mujeres son responsables de la muerte de su hermano porque no cuidaron su salud. En su revisión del caso, los ministros desestimaron sus argumentos.
El pleno de la SCJN determinó que no se puede responsabilizar a Morán y Cuevas de la muerte de Federico Gertz Manero. Por este caso, Cuevas tiene más de un año detenida.
▶️Sigue la transmisión de la @SCJN, hoy se podría poner fin a siete años del caso que mantiene el fiscal general Gertz Manero, en contra de Alejandra Cuevas y Laura Morán.https://t.co/UkcqMFyhYY
— Animal Político (@Pajaropolitico) March 28, 2022
Afuera de la SCJN, donde sus hijos seguían la discusión, Gonzalo Castillo Cuevas, uno de ellos, dijo a Animal Político que su madre “está contenta, está nerviosa” ante la posibilidad de salir libre.
“Está lista para el siguiente capítulo, está lista para abrazarnos”, señaló.
Cuevas se encuentra en el penal femenil de Santa Martha Acatitla. Se espera que quede en libertad en las próximas horas.
Alonso Castillo Cuevas, otro de sus hijos, dijo también en entrevista que su familia está cansada pero tiene la esperanza de que termine ya lo que considera una persecución de parte del fiscal Gertz.
“Me siento drenado. Han sido 528 días de vivir nosotros libres, pero también como si estuviéramos presos, en donde dejé de dormir, en donde mi vida se ha convertido en una lucha contra un sistema donde hay una persona con el poder absoluto en la procuración de justicia”, señaló.
“Anímicamente, me siento muy cansado, pero a la vez estoy con la esperanza de que hoy cese esta persecución y que se ponga un alto a esta barbarie jurídica, ética y humana que se desató en contra de mi mamá y de mi abuela”, agregó.
Trump y Carney se reunieron este martes en la Casa Blanca, para iniciar conversaciones tras meses de una tensa relación entre ambos.
Fue un encuentro lleno de sonrisas, pero no exento de tensión.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro canadiense, Mark Carney, se reunieron este martes por primera vez en la Casa Blanca, para iniciar conversaciones tras meses de una tensa relación entre ambos países desde que el mandatario estadounidense le impuso aranceles a su vecino.
Carney se impuso recientemente en las elecciones de Canadá gracias, sobre todo, a su firme oposición a Trump, que desde que llegó a la presidencia habla constantemente de que quiere que Canadá se convierta en el estado número 51 de Estados Unidos.
En ese clima de tensión se celebró este martes el encuentro entre ambos líderes.
Cuando a Trump le preguntaron sobre el espinoso tema de anexar a Canadá, el presidente respondió que “se necesitan dos para bailar el tango”, y agregó que no era el momento de discutir ese tema.
Sin embargo, Trump también enumeró una larga lista de beneficios que, en su opinión, recibirían los canadienses si pasaran a formar parte de EE.UU.
“Es una frontera artificial”, advirtió, dibujando con la mano una línea en el aire.
Carney no tardó en responderle.
“Como sabe, en el sector inmobiliario hay lugares que nunca están a la venta”, dijo. “Estamos en uno ahora mismo… No está a la venta. Canadá nunca estará en venta”.
“Nunca digas nunca”, dijo Trump. “Ya veremos qué pasa con el tiempo”, apuntó el mandatario.
Estados Unidos es un gran mercado para las empresas canadienses. Aproximadamente 75 % de las exportaciones de Canadá van hacia su vecino del sur.
Canadá, por su parte, representa un porcentaje mucho menor (el 17 %) de las exportaciones estadounidenses.
Canadá también es el mayor proveedor extranjero de petróleo crudo de Estados Unidos. El déficit comercial estadounidense con Canadá, que se espera que sea de 45 mil millones de dólares en 2024, se debe en gran parte a la demanda energética de Estados Unidos.
Trump emprendió una guerra comercial global en la que Canadá fue uno de los primeros países blanco de los aranceles.
El mandatario impuso parcialmente un arancel del 25 % sobre varios productos canadienses, junto con impuestos de importación del 25 % sobre todas las importaciones de aluminio y acero.
Sin embargo, eximió a productos cubiertos por el Tratado entre Estados Unidos, México y Canadá (USMCA, por sus siglas en inglés).
Canadá respondió con aranceles por 42 mil millones sobre productos estadounidenses.
Las relaciones entre ambos países se han vuelto más tensas en los últimos meses, impulsadas por la retórica de Trump sobre el “estado 51” y su referencia al exprimer ministro Justin Trudeau como “gobernador”, tal como se denomina a los líderes de los estados en Estados Unidos.
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