
Para entender mejor
En un año que cerrará con más de 2 mil 200 personas desaparecidas en la Ciudad de México, un incremento del 76 % respecto al año anterior, durante el último semestre la intensificación de búsquedas en campo arrojó diversos hallazgos tanto en la Sierra de Guadalupe, alcaldía Gustavo A. Madero, como en el Ajusco.
El comisionado de búsqueda de la capital, Luis Gómez, quien asumió el cargo el 2 de julio de 2025, detalló en entrevista que el esquema de búsqueda por patrones permitió superar en total 15 kilómetros cuadrados entre los territorios que se exploraron en la GAM, Tlalpan y Álvaro Obregón, donde ocurrió la última jornada del año.
Esto arrojó, en total, 11 hallazgos en la Sierra de Guadalupe, cuyo proceso de análisis quedó en manos del Estado de México, pues 10 de ellos se dieron en territorio de esa entidad y uno del lado de la capital.
Por ello, a la ciudad corresponde una persona hallada en ese territorio, de la que todavía no se determina la identidad. En tanto, en lo que toca al Edomex, aún no se conoce el número mínimo de individuos que representan los hallazgos.
Por otro lado, respecto a lo encontrado en el Ajusco, ya se ha determinado que los elementos óseos corresponden al menos a dos personas. El proceso de identificación sigue pendiente, mientras que los otros lugares donde se terminaron acciones de búsqueda sin hallazgos fueron descartados como puntos de interés en la fecha en que se concluyeron las labores.

“Lo que hemos hecho es tener una búsqueda que tenga una densidad que nos permita no pasar por alto ningún indicio, que podamos atender de forma exhaustiva la revisión del territorio, y este indicador que estamos buscando es que tengamos menos de medio metro de densidad de búsqueda entre cada persona buscadora. La finalidad es que podamos dar certeza de que por donde hemos caminado no queda un indicio detrás, y esto lo hemos hecho con las familias”, explica Gómez.
Por otro lado, se concretó el plan de recuperaciones controladas del Panteón Civil de Dolores, que se inició este año tras un trabajo de sistematización de todos los registros históricos del lugar, la creación de un mapa topográfico de cada una de las fosas comunes y la obtención de hipótesis de identidad para varias personas fallecidas. A partir de ello, se priorizó e intervino la fosa 26.
En ese proceso, se recuperaron los restos de 23 personas, que están en proceso de identificación. Para 2026, adelanta Gómez, las recuperaciones continuarán en ese lugar, pues ahí existen hipótesis de identidad y personas desaparecidas que la Comisión de Búsqueda cree que están ahí.
“Vamos a continuar las labores ahí, pero al mismo tiempo se inició ya con los procesos para la construcción del centro de resguardo temporal y tratamiento forense, que va a ser un centro especializado para el resguardo de las personas fallecidas no identificadas y para las labores de identificación en la Ciudad de México. Este centro aspira a ser el centro más grande del país”, asegura.
Además de la continuación en el Panteón de Dolores y los trabajos del centro de resguardo, su previsión para el 2026 es concluir con la búsqueda de campo en las barrancas de Álvaro Obregón, y después trabajar en la zona de Tempiluli y el Cerro de Ayaquemetl, en Tláhuac, así como en otras áreas de Iztapalapa y Milpa Alta, y las colindancias con Chalco, Estado de México.
De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), entre el 1 de enero y el 26 de diciembre de 2025 existe un registro de más de 2 mil 200 personas desaparecidas en la Ciudad de México, la mayoría de ellas en las alcaldías Iztapalapa, Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero, el 58 % son hombres. Esto representa un incremento del 76 % con respecto al año anterior, cuando sumaron mil 289.
Gómez apunta que una prioridad al asumir su cargo fue mejorar la coordinación entre instituciones, lo que derivó en la creación del Centro de Atención Integral para la Búsqueda de Personas, donde convergen las instituciones primarias de la búsqueda, así como en la creación de equipos interinstitucionales para búsqueda inmediata. La otra misión del centro será facilitar el seguimiento de los casos a las familias.
Por otro lado, el modelo de búsqueda por patrones, que se privilegiará en adelante, ha implicado la participación de alrededor de 10 mil personas en las jornadas de búsqueda. De acuerdo con el funcionario, es un cambio importante porque se ha dado a raíz de la coordinación con varias entidades de gobierno que no necesariamente eran parte de las acciones.

Gómez asegura que la dependencia trabaja con todas las familias y colectivos en las diferentes etapas, con el fin principal de generar consenso, una tarea compleja pero que en términos generales se ha logrado. Tanto los familiares independientes como los agrupados en colectivos han participado de las acciones de búsqueda, del proceso de observación para las exhumaciones, así como del proceso de seguimiento de sus casos en mesas de trabajo.
De acuerdo con el comisionado, existen 30 acciones prioritarias que se definieron en conjunto con las familias y continuarán consolidándose. Una de ellas es una primera versión de un sistema informático de seguimiento de casos entre las instituciones, cuya versión final estará para 2026.
Por otra parte, está en marcha un registro unificado de personas fallecidas de la Ciudad de México, que se inició en el marco del plan de recuperaciones controladas en el Panteón de Dolores, pero se concretará el próximo año. Además, habrá un énfasis en casos de larga data, para lo cual es preciso, admite, consolidar los esfuerzos del gabinete metropolitano que fue creado este año con las seis entidades de la zona centro del país.
“Vamos a continuar con el impulso a la identificación de personas fallecidas en la Ciudad. Queremos que todas las personas que fallecen en esta ciudad puedan ser identificadas y restituidas a sus familiares”.
“Este año tuvimos avances muy importantes en el cruce con huellas dactilares, en la creación de una unidad especial para el impulso a la identificación en la fiscalía, pero vamos a fortalecer el trabajo de búsqueda de familia; no solamente es cuestión de identificarles, sino tocar las puertas de sus lugares de origen para poder notificar a sus familias y concretar una restitución”, señala.
Ante las problemáticas que se desvelaron a principios de julio de este año en torno al trabajo del Instituto de Servicios Periciales y Ciencias Forenses en la Ciudad de México, Gómez destacó que hay una nueva dirección con la que se construyó el plan de exhumaciones del Panteón de Dolores. Esto tras la remoción del cargo de su exdirectora Patricia Crespo, luego de que se hicieran públicas denuncias de acoso laboral y nepotismo en su contra.
En el instituto también está radicado el esfuerzo para fortalecer la identificación en la capital. El nuevo director, asegura el comisionado, es un especialista en identificación humana que ha trabajado en diversos lugares del país, lo que ha ayudado a fortalecer que ninguna persona que entre en los servicios periciales y de ciencias forenses esté siendo buscada por sus familias sin que las autoridades se den cuenta.
“Es algo que revisamos semana con semana, pero vamos a necesitar ampliar esta coordinación y fortalecimiento con las entidades de la zona metropolitana en inicio, y obviamente buscaremos con todo el país, porque sabemos que la Ciudad de México es una metrópolis, un lugar de tránsito. Aunque vamos mejorando de manera muy significativa en la Ciudad de México en la articulación con el Incifo, nos va a hacer falta hacer lo mismo con otras entidades”, reconoce.
Al mismo tiempo, asegura que en 2026 se impulsarán diversas reformas legislativas para materializar varios de los avances de este año, no solo en la ley de búsqueda de la ciudad, sino en otras vinculadas, incluyendo el apoyo del banco de ADN de la Ciudad de México para la identificación de personas, lo cual se coordinará también con el Incifo.
En entrevista, Gómez señala respecto a los contextos de desaparición en la Ciudad de México que tras los primeros seis meses de su administración, existe una comprensión general de estos, aunque los casos de larga data responden a fenómenos muy diversos.

Ante ello, está en marcha una revisión del total de casos que se tienen documentados en la capital en sus diversas instituciones para poder tener una radiografía completa del fenómeno de la desaparición y cómo ha ido modificándose a lo largo del tiempo.
Ese proceso de revisión histórica, asegura, está en curso, por lo que la comisión no tiene todavía una posición pública respecto al tema de las cifras hasta revisarlas de manera exhaustiva.
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Lo anterior en un contexto en el que la presidenta Claudia Sheinbaum dijo durante su conferencia del 18 de diciembre que en próximos días se presentará un informe actualizado sobre el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas.
Según la mandataria, este será resultado de una revisión exhaustiva de bases de datos, cambios legales y trabajo con colectivos de familiares. Esto ocurre luego de que durante la administración pasada, el expresidente Andrés Manuel López Obrador inició un censo que resultó en la reducción de cifras y en la omisión ante casos no registrados.
Pese a ello, Sheinbaum insistió en que tras las reformas legislativas que se aprobaron este año, solo se considerará oficialmente desaparecida a una persona cuando existe una carpeta de investigación, no obstante que las familias han señalado durante muchos años los obstáculos que con frecuencia enfrentan para presentar denuncias.
“Aunque están las cifras, y esas cifras representan una dinámica en el Registro Nacional, son cifras que honestamente están en revisión para poder ofrecer una comprensión completa del fenómeno. Este nuevo sistema que tenemos en su primera fase, pero vamos a concretar el próximo año, va a ser la base fundamental para poder tener esta información”, comenta el comisionado respecto a la Ciudad de México.

De seguro escuchas esta canción todos los años, aunque sea por casualidad al encender la radio. Lo que no sabes es que José Feliciano, el puertorriqueño que la compuso, enfrentaba uno de los momentos más difíciles de su carrera cuando se sentó a escribirla.
Son solo dos frases, acompañadas por el sonido de una guitarra, cantadas en inglés y en español. Pero esa sencillez, precisamente, convierte a “Feliz Navidad” en un clásico de las fiestas.
Y no solo en América Latina. El hit del puertorriqueño José Feliciano conquista las ondas radiales -y ahora las playlists- del mundo anglosajón desde su estreno en 1970.
Es la única canción de un artista latino en el Holiday 100 de Billboard, lista festiva en la que ocupa el duodécimo lugar.
Versionada por estrellas como Celine Dion, Michael Bublé, Raphael y Gloria Gaynor, también tiene adaptaciones inesperadas: desde el K-pop de BTS hasta el metal de It Dies Today.
“Ha sido tan versionada por su sencillez y facilidad de réplica. Pero también por ser bilingüe. Cuando Feliciano sacó esta canción, había muy poca música navideña bilingüe y eso la hizo inmediatamente memorable y especial”, le dice a BBC Mundo Leila Cobo, presidenta de Billboard Latin.
Cobo agrega que “Feliciano escribió el tema casi de broma”.
“De hecho, no quería grabarlo por lo simple que era. Fue el productor quien insistió”, añade.
El productor era Rick Jarrard, quien más tarde se convertiría en su gran amigo y colaborador. Fue él quien además le pidió que escribiera un sencillo para el álbum que también terminaría llamándose “Feliz Navidad”.
“Sentí pánico”, contó el artista en una entrevista con el programa Today de NBC News.
“Porque se han escrito tantas canciones navideñas maravillosas, por gente como Irving Berlin. Y pensé: bueno, ¿cómo voy a escribir una canción que esté a la altura de esas?”, sostuvo.
Pero lo hizo.
Ahora Feliciano -con 80 años, siete premios Grammy y un Latin Grammy en más de seis décadas de trabajo- suena cada Navidad alrededor del mundo.
Sin embargo, la inspiración para el tema que lo inmortalizó le llegó en uno de los momentos más oscuros y difíciles de su carrera.
El éxito musical de José Feliciano, un artista ciego de nacimiento, oriundo de Lares, un pueblo del oeste rural de Puerto Rico, comenzó en la década de los 60.
Para entonces cantaba en inglés. Su familia había emigrado a Nueva York cuando él tenía tan sólo 5 años. Allí aprendió guitarra y mezcló los ritmos latinos con el soul y el blues en los escenarios de Greenwich Village.
En 1968, gracias a su versión de Light My Fire de The Doors, ocupó los primeros lugares en las listas de Billboard y recibió dos Grammy.
Algunos críticos lo consideraban por entonces uno de los mejores guitarristas vivos, con una enorme inventiva y capacidad interpretativa.
Pero esa originalidad no siempre fue entendida y ese mismo 1968 le supuso un enorme costo al artista.
Era 7 de octubre y un joven Feliciano de 23 años llegó con sus gafas de sol y su guitarra al quinto partido de la Serie Mundial de Béisbol entre los Tigres de Detroit y los Cardenales de San Luis.
Frente a un estadio lleno entonó el Star Spangled Banner, el himno nacional estadounidense. Lo hizo de forma poco convencional, con toques de blues, soul y jazz, y mucho ritmo, lejos de la solemnidad tradicional.
Los Tigres ganaron, pero luego del juego de lo que menos se habló fue del deporte.
La interpretación de Feliciano fue repudiada por gran parte de los presentes, quienes le abuchearon, por considerar su versión una falta de respeto. Los medios, por su parte, tildaron su forma de cantar como un “sacrilegio”.
Incluso pidieron que fuese deportado, aunque es ciudadano estadounidense por nacer en Puerto Rico.
“Arruinó mi carrera”, comentó el músico en una entrevista en 2006 con la agencia Associated Press.
“Las emisoras de radio dejaron de hacer sonar mi música. Fue realmente un momento duro para mí”, añadió.
De acuerdo con el artista, su versión buscaba resaltar la herencia afrodescendiente del país, que él conocía de cerca por haber crecido en la diversa comunidad neoyorquina.
“Sobre todo, quería expresar el amor que siento por este país en el que vivo. Cuando eres un pionero, es difícil. Lo hice a mi manera, con sentimiento, con soul”, continuó.
Las Ligas Mayores de Béisbol señalan en un blog que Feliciano fue el primer artista en darle un giro al himno nacional durante un partido, y que su hazaña fue lo que permitió que artistas posteriores como Jimi Hendrix y Whitney Houston interpretaran sus propias versiones.
Luego de esa controversia, y en medio del boicot de las emisoras de radio, fue que llegó “Feliz Navidad”.
“No queríamos sacar un álbum navideño sentimental. Así que decidimos hacerlo de otra manera”, le contó Feliciano a NPR en 2020, cuando su exitoso tema cumplió 50 años.
Por eso la melodía de Feliz Navidad es alegre, mencionó el artista en esa misma entrevista. Esto no significa que no esté cargada de nostalgia, la misma emoción que, según dijo, lo impulsó a escribirla.
Feliciano, miembro de una familia de 11 hermanos, recordó que aquel verano boreal en el que se encerró en los estudios de RCA en Los Ángeles para producir el álbum junto a Jarrard, extrañaba profundamente a sus seres queridos.
Pensó entonces en cómo su familia boricua celebraba la Nochebuena: con las parrandas, esos villancicos que los puertorriqueños suelen cantar de casa en casa y que, a diferencia de los que se entonan en EE.UU., se acompañan con los sonidos de los panderos de plena y otros instrumentos como las maracas y el cuatro (similar a una guitarra, pero con 10 cuerdas y un sonido agudo).
“Había otras canciones navideñas que eran bilingües. Por ejemplo, había una canción de Hugo Ríos, ‘Mamacita, ¿dónde está Santa Claus?’. Pero ‘Feliz Navidad’ era una entidad por sí misma. Expresaba la alegría que sentía en Navidad y, al mismo tiempo, el hecho de que me sentía muy solo. Extrañaba a mi familia, extrañaba cantar villancicos con ellos. Extrañaba toda la escena navideña”, sostuvo en su entrevista con Associated Press.
Cobo, de Billboard Latin, afirma que “Feliz Navidad” le recuerda a “Despacito”, el afamado tema de los también puertorriqueños Daddy Yankee y Luis Fonsi.
“Creo que en su momento, “Feliz Navidad” debió haber sido una revelación para las personas que no hablaban español y se dieron cuenta de que podían decir Merry Christmas en otro idioma”, comenta la periodista, editora y autora.
“Vislumbró las posibilidades comerciales de la música en español”, indica.
En 2009, “Feliz Navidad” entró al Salón de la Fama de los Grammy.
La vida de Feliciano, que en el momento de componer el tema atravesaba uno de sus periodos más difíciles, fue “transformada por completo”.
“Este álbum (‘Feliz Navidad’) lo estableció como un artista que también cantaba música original e inédita. Y la canción del mismo nombre es por la cual es más recordado y versionado. Es también la que le trae más dinero todos los años”, comenta Cobo.
Feliciano le dijo a Today que cree que su canción fue tan exitosa “porque nos une a todos”: “Nadie puede molestarse porque alguien cante ‘Feliz Navidad’ en español o en inglés”.
En 2006, el periodista de Associated Press Adrian Sainz le preguntó al boricua qué sentía al ser considerado el primer artista latino en la historia en lograr un crossover exitoso al mercado anglosajón.
Respondió que se sentía “orgulloso”, feliz de “abrir puertas” para otros intérpretes de habla hispana.
Y agregó: “Sólo espero que no perdamos lo que tanto luchamos por conseguir”.
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