Aunque México registró una disminución de los asesinatos de defensores de la tierra y el medio ambiente, sigue siendo uno de los países con más casos, al reportar 31 homicidios en 2022.
De acuerdo con el informe de la organización internacional Global Witness, solo el año pasado 177 defensores del medio ambiente fueron asesinados en el mundo; más del 70% de ellos se concentraron en tres países: Colombia, Brasil y México (que acumula ya 185 casos desde 2002).
Pese a la reducción de 2021, cuando México registró el asesinato de 54 personas defensoras del medio ambiente, la organización advierte un patrón de impunidad en los casos, que son en al menos la mitad contra personas indígenas.
“La situación general en México no dejó de ser alarmante para las personas defensoras de la tierra y el medioambiente, y las agresiones sin consecuencias mortales (entre ellas, la intimidación, las amenazas, el desplazamiento forzoso, el acoso y la criminalización) siguieron dificultando en gran medida su trabajo”, señaló Global Witness en su informe publicado este 12 de septiembre.
De acuerdo con el reporte de Global Witness, al menos 16 de las personas asesinadas el año pasado eran indígenas, mientras que cuatro eran abogados.
También hizo una mención especial de la familia indígena rarámuri Baldenegro, cuyos integrantes han sido acosados y asesinados en la comunidad de Coloradas de la Virgen, en Chihuahua.
Primero, en 1986 asesinaron a Julio Baldenegro, indígena rarámuri y gobernador tradicional de Coloradas de la Virgen que se oponía a la explotación del bosque.
Casi 30 años después, a su hijo Isidro Baldenegro lo mataron en enero de 2017. Años antes, en 2005, había recibido el Premio Goldman por la defensa de los bosques de su comunidad en la Sierra Tarahumara.
En marzo de 2022, asesinaron al segundo hijo, José Trinidad Baldenegro, de 47 años, cuando iba a rumbo a su milpa.
Su hija, sus dos nietos y su sobrino escucharon las detonaciones, salieron de su casa con lo que traían puesto. Los hombres que atacaron a José Trinidad le prendieron fuego a su vivienda.
Estos son los nombres de los defensores del territorio y medio ambiente asesinados en México solo en 2022:
Antonio de la Cruz
Cynthia de la Cruz
Noé Godínez Arredondo
Francisco Vázquez Domínguez
Filogonio Martínez Merino
Patricia Rivera Reyes
Iván Merino Flores
Héctor Soto Rodríguez
Luis Donato Ortiz
Humberto Valdovinos Fuentes
Alberto Morales Sebastián
Crispín Reyes Pablo
Nicolás Pérez Xoyateco
Teófilo Barrera Herrera
Marcelo Carrera Reyes
Omar Herrera Raymundo
Marcos Campos Ahuejote
Lorena Chantzin Paxacuasingo
Adán Linares Silverio
Guillermo Hilario Morales
Moisés Cuapipistenco
Javier Campos Morales
Joaquín César Mora Salazar
Pedro Palma
José Trinidad Baldenegro
Pedro Pascual Cruz
Rosendo González Torres
Estanislao González Carrillo
Verónica Patricia Guerrero Vinueza
Jesús Bañuelos Acevedo
Jesús Manuel García Martínez
Desde 2012, al menos 1,910 personas defensoras han sido asesinadas en toda América Latina, más del 70 % de todas las muertes documentadas por Global Witness, donde la mayoría de los casos quedan impunes.
Durante el año pasado, se asesinó a una persona defensora cada dos días, al igual que ocurrió en 2021, cuando se documentaron 200 asesinatos.
“La situación no ha mejorado sustancialmente. El agravamiento de la crisis climática y la creciente demanda de productos agrícolas, combustibles y minerales no harán sino intensificar la presión que se ejerce sobre el medioambiente y sobre quienes arriesgan su vida para defenderlo”, sostiene la organización en su informe.
Particularmente en América Latina, Global Witness señala que son cada vez más frecuentes las agresiones como la criminalización, el acoso y los ataques digitales.
“La situación en América Latina sigue siendo especialmente preocupante. En 2022, en esta región se produjeron el 88 % de los asesinatos, una mayoría cada vez más acentuada de los casos registrados en todo el mundo. Un total de 11 de los 18 países en los que documentamos casos en 2022 eran latinoamericanos”, explica.
En la región, Colombia y Brasil encabezan la lista de defensores asesinados, con 60 y 34 casos, seguido de México, con 31. En todos, la organización internacional destaca la impunidad y la persistencia de los homicidios.
“Se ha hecho justicia a muy pocas familias por estos asesinatos… En México, el 90 % de las agresiones contra activistas y periodistas han quedado sin castigo”, sostiene.
La organización destaca que de los asesinatos acumulados desde 2002, al menos 1,390 de ellos ocurrieron entre la aprobación del Acuerdo de París, el 12 de diciembre de 2015, y el 31 de diciembre de 2022, cuando 190 países finalmente adoptaron medidas para reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI), entre ellos los principales emisores.
“Estas cifras sólo contabilizan los asesinatos de los que tenemos conocimiento: dado que la falta de denuncias es un problema generalizado, por desgracia, se habrán perdido muchas más vidas que no están incluidas en nuestros datos”, reconoce el informe que puedes consultar aquí.
El aroma corporal evoluciona a lo largo de nuestra vida, y los cambios que se producen no solo tienen una explicación biológica, sino que ha sido clave en la selección social y evolutiva.
Le propongo un reto: ¿sería capaz de adivinar el rango de edad de alguien sentado a su lado que no lleve perfume utilizando tan solo el sentido del olfato? No he encontrado ningún reto de este tipo en TikTok, pero sí una investigación que lo demuestra: podemos discriminar la edad de una persona por su aroma.
El olor corporal evoluciona a lo largo de nuestra vida, y los cambios que se producen no solo tienen una explicación biológica, sino que también han jugado un papel importante en la selección social y evolutiva.
Durante la infancia, el olor corporal suele ser suave debido a la baja actividad de las glándulas sudoríparas y a un microbioma (comunidad de microrganismos) cutáneo sencillo. Aun así, los padres son capaces de identificar la “fragancia” que despide su propio hijo y preferirla a la de niños desconocidos.
Los olores que en este caso generan una percepción olfativa emocional (información hedónica) agradable o familiar, activan las redes neuronales de la recompensa y el placer y disminuyen las respuestas al estrés. En coherencia con esto, las madres con trastornos del vínculo posparto no desarrollan este reconocimiento ni preferencia olfativa de su propio bebé.
Desde un punto de vista evolutivo puramente pragmático, la identificación placentera de la descendencia permitiría la inversión selectiva de los recursos.
La adolescencia supone un cambio importante en el olor corporal. Esta transformación se debe a la producción de hormonas sexuales, que, entre otras cosas, induce la activación de las glándulas sudoríparas y sebáceas.
Mientras que la mayoría de las glándulas sudoríparas (las ecrinas) excretan agua y sales, las glándulas sudoríparas llamadas apocrinas (asociadas al vello y localizadas en las axilas y la zona genital) segregan proteínas y lípidos
Es la degradación conjunta de estos lípidos y del sebo (triglicéridos, ésteres de cera, escualeno y ácidos grasos libres) liberado por las glándulas sebáceas presentes por casi toda la piel lo que genera el característico aroma a “humanidad”.
La descomposición de esas sustancias ocurre cuando entran en contacto con el aire y las bacterias de la piel. Microorganismos como los Staphylococcus convierten las grasas en ácido acético y ácido 3-metilbutonoico, responsables del olor agrio de los adolescentes.
Otras moléculas volátiles que aparecen en mayor cantidad en el sudor de los púberes frente al de los niños son la androstenona (olor sudoroso y urinario, similar al almizcle), el androstenol (parecido al sándalo o el almizcle) y el escualeno (rancio, graso o ligeramente metálico cuando se oxida).
La capacidad de reconocer a los hijos por el olor corporal disminuye tanto en madres como en padres cuando sus descendientes abandonan la infancia y están en plena adolescencia.
De hecho, las madres incluso prefieren el aroma de desconocidos. Y en ambos casos, la capacidad de identificación y preferencia se recupera cuando los vástagos entran en la etapa de pospúberes.
Una posible explicación a esta especie de “rechazo” hacia el olor corporal de los propios hijos adolescentes sería la prevención del incesto y, por tanto, la endogamia.
Las glándulas sebáceas alcanzan su actividad máxima en la edad adulta. Aunque menos intenso que en la adolescencia, el olor corporal sigue existiendo en cada persona y depende de factores como la dieta, el estrés, los niveles de hormonas o el microbioma cutáneo.
Pero ¿qué sentido tendría poseer un olor propio cambiante a lo largo de la vida si no tuviésemos la capacidad de sentirlo? El mismísimo Darwin se equivocó (nadie es perfecto) al afirmar que “para el hombre, el sentido del olfato es de muy poca utilidad, si es que tiene alguna”.
En realidad, el olfato es eficaz para obtener información de congéneres, resulta esencial cuando la visión o audición están restringidas (entorno oscuro o ruidoso) y permite detectar eventos pasados, pues las moléculas odoríferas persisten en el espacio y el tiempo.
Por lo tanto, poseer un aroma característico y la capacidad de detectar olores ajenos proporciona información social respecto a nosotros mismos, nuestros parientes, la edad, el sexo, la personalidad, las enfermedades y las emociones.
Igual que en otros animales, los olores corporales ayudan en la selección de pareja, el reconocimiento del parentesco o la diferenciación sexual.
Con el envejecimiento, la falta de colágeno de la piel aplasta y reduce la actividad de las glándulas sudoríparas y sebáceas.
La pérdida de las primeras explica la dificultad de las personas mayores para mantener el equilibio térmico. En cuanto a las sebáceas, no solo disminuye su producción, sino que cambia su composición, disminuyendo la cantidad de compuestos antioxidantes como la vitamina E o el escualeno.
Todo esto, sumado a la también menor capacidad de producción de antioxidantes por las células cutáneas, desencadena un aumento de reacciones de oxidación, dando lugar al olor “a persona mayor”, que los japoneses llaman kareishu.
Así, a partir de los 40 años, comienza a cambiar la forma en que se procesan algunos ácidos grasos de la piel, como el omega-7 (ácido palmitoleico). La oxidación de este ácido graso monoinsaturado da lugar al 2-nonenal, responsable del olor característico.
Por cierto, este compuesto se encuentra también en la cerveza añeja y el trigo sarraceno, y se describe como un olor a grasa y hierba.
Si para algunas personas este olor resulta desagradable, la mayoría lo asociamos con buenos recuerdos de abuelos y padres. Y es probable que, al igual que en la infancia, ayude a perpetuar los cuidados, esta vez de nuestros mayores.
Por lo tanto, el olor de la vejez no tiene tanto que ver con la higiene; de hecho, el 2-nonenal no es soluble en agua, por lo que no se elimina fácilmente ni con la ducha ni lavando la ropa.
A medida que la piel madura, su protección antioxidante disminuye, generando una mayor presencia del citado compuesto, así que lo mejor para minimizar el rastro olfativo es beber abundante agua, hacer ejercicio, seguir una alimentación sana, disminuir el estrés y reducir el consumo de tabaco o alcohol. Todos estos hábitos reducen el estrés oxidativo responsable de nuestro olor.
*Noelia Valle es profesora de Fisiología, Creadora de La Pizarra de Noe, Universidad Francisco de Vitoria.
*Este artículo fue publicado en The Conversation y reproducido aquí bajo la licencia creative commons. Haz clic aquí para leer la versión original.
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